miércoles, 22 de febrero de 2012

División y deslealtad en la oposición de Quintana Roo


PRD y PAN por eso darán lucha sólo por el segundo lugar en la elección federal…

Los perredistas, peleados entre sí; los panistas, traicionaron a su partido…

Por José Hugo Trejo
El conflicto que prevalece en el seno del Partido de la Revolución Democrática (PRD) de Quintana Roo, entre quienes controlan la estructura orgánica perredista y los seguidores del ex presidente municipal de Benito Juárez, Gregorio Sánchez Martínez, “Greg”, está metiendo de lleno al Partido Acción Nacional (PAN) a la disputa por el segundo sitio en la elección para el Senado de la República, aún cuando sus candidatos no radiquen ni sean conocidos en la entidad.

Ya dijimos en anterior colaboración que el panismo quintanarroense, sobre todo sus principales cuadros, había abandonado la lucha electoral al manifestar desinterés por las candidaturas al Senado, dejando que la dirigencia nacional del PAN designara candidatos extraños a Quintana Roo, dado que ningún panista quintanarroense se registró como precandidato cuando se emitió la convocatoria respectiva.

Militantes panistas “distinguidos” como la ex presidenta municipal de Isla Mujeres, Alicia Ricalde Magaña; el diputado federal Gustavo Ortega Joaquín, quien también ya fue presidente municipal de Cozumel por el PAN; la dos veces diputada local Patricia Sánchez Carrillo; y, la exdelegada de la Sedesol, Mercedes Hernández Rojas entre otros destacados “cuadros”, hicieron mutis a la convocatoria para el registro de las precandidaturas a senadores de su partido, concentrando su interés en alcanzar un espacio en la lista de candidatos a diputados de representación proporcional, dejando al panismo del estado sin un liderazgo propio que dé la cara en la campaña electoral frente a los candidatos del PRI y del PRD.

Es muy difícil de creer que en esta campaña se haya dado algún acuerdo de facto, sin formalizar, entre los dirigentes perredistas y los panistas para no dividir el voto contrario al PRI y allanarle el triunfo a los candidatos de la coalición del PRD con el Partido del Trabajo y Convergencia, como ocurrió en la elección municipal de Benito Juárez de 2010, cuando el panismo le allanó el camino a la Presidencia Municipal al perredista Julián Ricalde Magaña.

No. Los “cuadros” panistas quintanarroenses mencionados, se dejaron llevar únicamente por su interés mezquino, dejando sentir su incredibilidad a los resultados que el gobierno federal, que es emanado de su partido, se ufana en hacer creer a la población mexicana, su falta de confianza en su propia personalidad e imagen política así como su carencia de mística y compromiso con el partido que les ha permitido destacar y vivir de la cosa pública.

Por eso sólo le están apostando a conseguir una posición, de las que llegan a la Cámara de Diputados, en la lista de candidatos plurinominales. Pero por el panismo y la defensa del gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa, nada harán en esta campaña, como nada hicieron por sacar adelante la candidatura de Ernesto Cordero, con la que se comprometieron por pura conveniencia personal.

Sin embargo, los “cuadros” panistas de Quintana Roo que despreciaron las candidaturas al Senado de la República, se equivocaron en su cálculo mezquino, porque su partido está ya en la posibilidad de alcanzar un segundo lugar en la captación de votos de la elección para el Senado; dada la división que se aprecia en las filas perredistas entre los seguidores del presidente municipal de Benito Juárez, Julián Ricalde, y los de “Greg” Sánchez Martínez.

Las diferencias y los resentimientos entre los perredistas ya se han expresado a su máximo nivel, luego de que el Consejo Estatal del partido del sol azteca, cuestionara y descalificara la precandidatura a senador de “Greg” Sánchez Martínez y se pronunciara a favor de las que encabezan Luz María Beristain y Latifa Muza Simón; aunque la decisión final todavía no la toma la dirigencia nacional del PRD.

Pero gane uno o gane otro bando perredista, sus posiciones se antojan ya irreconciliables, por lo que se ve difícil que los ganadores de las candidaturas consigan el respaldo de los perdedores en la campaña; sobre todo porque entre ellos se han registrado traiciones que los llevarán a los unos y los otros a acercarse más con sus adversarios priistas o panistas, que a buscar una conciliación que los beneficie a ambos.

Y si a esa división del perredismo quintanarroense se le suma un crecimiento importante en la aceptación de la candidatura presidencial que encabeza por el PAN Josefina Vázquez Mota, lo que sin duda acarreará votos a todos los candidatos panistas que participaran en la elección del primer domingo de julio próximo, el arribo de un senador panista por Quintana Roo, podría estar asegurado aunque el candidato sea un veracruzano que nada tiene que ver con la entidad.

Y para que eso suceda, no importa que los candidatos a senadores panistas que designó la dirigencia nacional, ni siquiera vengan a realizar campaña proselitista alguna, pues el voto panista en Quintana Roo ya le ha dado el triunfo a personajes desconocidos en la entidad, como fue el caso de la ahora diputada local Yolanda Garmendia, quien sin hacer campaña alguna ganó la diputación federal correspondiente al Tercer Distrito en la elección federal de 2006.

De ahí pues que la mezquindad de los cuadros panistas de Quintana Roo, le puedan costar al estado un espacio de la representación que le corresponde en el Senado de la República…

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