sábado, 10 de agosto de 2013

Recomienda IMSS Guerrero beber dos litros de agua natural cada día, como parte de una vida saludable

·  Se buscan entre los derechohabientes revertir hábitos que prefieren más líquidos azucarados que agua natural

· La jarra del bien beber es una estrategia para el consumo adecuado de agua


Acapulco, Gro., a 10 de Agosto de 2013. Como parte de la estrategia nacional para evitar o atender el sobrepeso, obesidad y enfermedades crónico degenerativas, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) llama a sus derechohabientes para incrementar su consumo diario de agua natural, debido a que 90 por ciento de los asegurados al Instituto prefiere consumir refrescos, néctares de frutas o aguas de sabor.

El encargado de la Oficina del Deporte y Cultura Física de la Delegación Guerrero del Seguro Social, Octavio Sánchez Rizo indicó que el consumo de agua natural contribuye a mejorar nuestro organismo en general y la recomendación diaria de consumo es de ocho vasos con agua potable al día, ya sea embotellada, hervida o clorada.

“Estamos hablando que de los que consumen agua es un 10 por ciento. Tenemos que observar nuestros hábitos de alimentación y es fundamental el consumo de agua natural pura, si consumimos refrescos proveemos a nuestro organismo de mucha azúcar, son ocho vasos de agua durante el día”.

En el Instituto se impulsa la estrategia la “jarra del bien beber”, para mantener el cuerpo perfectamente hidratado y evitar los padecimientos antes referidos, comentó Sánchez Rizo.

Detalló que la estrategia indica seis niveles, que representan las proporciones de los líquidos recomendados de consumo el día, que previene deshidratación del cuerpo, pues el agua compone cerca del 60 por ciento del cuerpo humano y es la mejor fuente de hidratación del mismo, por lo que su consumo es un elemento indispensable cada día.

Los niveles de esta estrategia de salud se refiere a: nivel 1 se encuentra el agua potable, recomendando tomar de seis a ocho vasos al día; en el nivel 2 está la leche semidescremada y descremada, y las bebidas de soya sin azúcar adicionada, sugiriendo no tomar más de dos vasos al día.

El café sin azúcar ocupa el nivel tres  y se recomienda no tomar más de cuatro tazas; el cuarto nivel, lo ocupan las bebidas no calóricas con endulzantes artificiales (que se recomienda preferir sobre refrescos con azúcares porque no aportan calorías).

Los jugos de fruta, leche entera, bebidas alcohólicas y bebidas deportivas, ocupan el nivel cinco de la jarra del buen beber, de las que se recomienda no tomar más de medio vaso al día.

Mientras que en último lugar de esta guía de cantidades de líquidos recomendados para el consumo del ser humano, lo ocupan las bebidas con azúcares y bajo contenido de nutrimentos como los refrescos y bebidas con azúcar (jugos, aguas fresas y café) del cual se recomienda evitar consumirlos: por el exceso de calorías que aportan y los nulos o mínimo beneficios nutricionales que aportan.

“El agua a debemos de tomar en el transcurso del día, no nos es la de misma utilidad tomarnos los dos litros en un sola ingesta que estar tomándolo en forma proporcional durante el día”.

Destacó que la hidratación también se lleva a cabo de forma importante durante la actividad física, ya que a través de la sudoración se lleva a cabo una gran perdidas de líquidos que pueden descompensar nuestro cuerpo.

“Muchas personas que hacen ejercicios usan líquidos o productos que no nos ayudan mucho a la hidratación, pero que si a la larga nos dan complicaciones a nuestros riñones”, explicó el especialista en deporte.

Agregó que en los módulos PREVENIMSS, ubicados en las Unidades de Medicina Familiar (UMF) se otorga más información al respecto, así como en los Centros de Seguridad Social (CSS) donde se imparte la actividad física necesaria para tener un estilo de vida saludable.


Sánchez Rizo reconoció que la administración de José Luis Ávila Sánchez, al frente del Seguro Social ha hecho hincapié de las acciones de prevención y atención a la salud en todos los grupos de edad de nuestros derechohabientes, exhortándolos en llevar un estilo de vida activo y saludable.

Entregan a comunitarios de Xaltianguis armamento y uniformes


*El comandante de la policía comunitaria en este poblado, perteneciente al municipio de Acapulco, Miguel Ángel Jiménez aseguran que no ya no esconderán sus armas.




Xaltianguis, Acapulco, Gro; 10 de Agosto del 2013./ANG-Tras romper el diálogo el gobierno federal y el estado con el Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana (SSJC) adheridos a la UPOEG, el comandante de la policía Ciudadana, Miguel Ángel Jiménez Blanco entregó a 98 elementos comunitarios 86 armas regaladas por el pueblo y compradas por ellos mismos y de calibre reglamentados y de uso exclusivo del ejército.

Advirtieron que ya no esconderán sus armas ante las amenazas de desarme que lleven a cabo los militares y también se les entregó a los 98 elementos de 126 que conforman 8 grupos de brigadas de vigilancia para igual número de colonias, las 98 playeras, 98 impermeables y 15 radios otorgados por el gobierno del estado.

Las 86 armas que fueron compradas a través de cooperaciones de pobladores y otras regaladas por ellos mismos son de calibre 38 súper, 380, escopetas del 12, 16 así como 20 y rifle y pistolas 22.

En el zócalo del poblado de Xaltianguis, el comisario municipal  Alberto Castillo Castillo tomó protesta a los nuevos integrantes del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana (SSJC) y los conmino que dentro del marco legal respeten las garantías individuales de las personas para caminar en armonía y consolidarse como una policía de respeto.

El comandante del SSJC, Miguel Ángel Jiménez Blanco dijo que la entrega de estas armas y uniformes buscan que sea público porque ya no esconderán ante los operativos del ejército mexicano.

“Todo el tiempo nos escondemos y me siento delincuente por esconder las armas, por amenazas, ya no lo voy hacer, si el gobierno viene a desarmar que lo haga, pero son armas que le quitará al pueblo, entonces yo ya declaré anoche que yo no vuelvo a esconder ni un arma, no tenemos por que hacerlo.”

En la comunidad de Xaltianguis, que cuenta con 24 colonias, la policía comunitaria cubre a pie y en vehículos sólo 8 de ellas como son la Cervantes, La Vicente Guerrero, El Reten, Lázaro Cárdenas, lagunillas entre otras.

Insistió que los asaltos, asesinatos y secuestros han disminuido con la presencia de los comunitarios en Xaltianguis.

El comandante Miguel Ángel Jiménez, dijo que tendrán una reunión de emergencia todas las comunidades y municipios donde hay presencia de elementos del SSJC para ver que acciones tomará el dirigente de la UPOEG, Bruno Placido ante la postura del gobierno federal de ya no continuar el dialogo.




Ser un Salinas, la Cloaca máxima de la política del PRI





Por Dennise Dresser‏
Ser un Salinas Raúl, Carlos Adriana implica formar parte de un enjambre de dramas, asesinatos, violencia, corrupción, mentiras, traiciones, amantes, cuentas ocultas, pasaportes falsos, la búsqueda del poder y el precio que se paga por conseguirlo. Ésas son las historias que acompañan a la familia Salinas por donde quiera que van. Ésas son las palabras que la definen. Una familia que parece que logra exoneraciones, perdones, reinserciones en la vida social del país como si nada hubiera pasado. Una familia que muestra cómo ha funcionado la política en el país y la podredumbre de ese funcionamiento. Una pequeña mafia mexicana. Allí en el sótano, allí en el subsuelo, allí operando en las sombras y con jueces a su lado, como el juez 13 de Procesos Penales Federales del DF.


Ser un Salinas es ser un arquetipo. Representan algo más que a sí mismos. Plasman la forma en que la clase política se ha comportado y quiere seguirse comportando. De manera sórdida. De manera torcida. Con amantes en México y cuentas en Suiza; con partidas secretas y testigos ejecutados; con millones acumulados y juicios que ganan en circunstancias cuestionables. Rodeados de fiscales que se suicidan, países que los investigan, colaboradores que desaparecen, cargos que no se pueden comprobar. Al margen de la ley, al margen del interés público.

Ser un Salinas entraña la experiencia aterradora de asomarse a la cloaca de un clan. De presenciar las actividades de personas esencialmente amorales. De contemplar la vida que viven, los abusos que cometen, las mentiras que dicen, en vivo y a todo color. Presidida por Carlos Salinas de Gortari. Ahora de vuelta e intentando influenciar la política nacional. Y tan lo logra que obtiene la absolución de su hermano Raúl por el delito de enriquecimiento ilícito a pesar de todas las cuentas con nombres apócrifos y la conversación grabada entre Raúl y Adriana -desde la cárcel- en la cual sugieren que Carlos, el entonces Presidente, orquestó todo. Ser un Salinas implica vivir al frente de un imperio subterráneo que empieza con la clase empresarial, abarca a los medios, constriñe la conducta de muchos periodistas, incluye a sectores del PRI, toca a Los Pinos y termina en los tribunales, que se lavan, y le lavan las manos a Raúl.

Ser un Salinas implica vivir en el esfuerzo cotidiano de limpiar el apellido ensombrecido. Ganar legitimidad social para la familia. Ser admirado, buscado, reconocido, aunque partes del imperio salinista estuvieran construidas sobre los cimientos de la corrupción. Una corrupción facilitada por empresarios, avalada por amigos, ignorada por tecnócratas, permitida por las autoridades, exonerada por los jueces. Año tras año. Cuenta tras cuenta. Millón tras millón. Inmueble tras inmueble. Una corrupción fácil de tapar y difícil de comprobar, como lo argumentaron durante años los fiscales suizos que se ocuparon del caso.

Pese a la indagación -y la farsa de la PGR que "apela la resolución"- hay algo inocultable. Eso que queda, eso que permanece. Lo que huele mal de 48 cuentas congeladas a lo largo del sistema financiero suizo. Lo que huele mal de compañías fantasma en las islas Caimán. Las transferencias multimillonarias de bancos en México, Estados Unidos, Luxemburgo, Alemania y Francia. Las acusaciones de lavado de dinero. El total de 130 millones de dólares. Acumulados por una persona que siempre fue un funcionario menor, un bon vivant. Que cuando conoció a María Bernal, su amante, le dijo que era multimillonario, con la suerte de ser "el hermano del Presidente".

Ser un Salinas le permitió a Raúl incorporar un "fondo de inversión" fuera de México, le permitió recibir y enviar transferencias secretas de empresarios que compraron concesiones públicas, le permitió acumular pasaportes falsos, le permitió ser "el señor diez por ciento" por las comisiones que cobraba, le permitió mentir una y otra vez. Esa suerte que el sistema político le provee a quienes están cerca del poder. Ser un Salinas es la personificación de lo peor del PRI y cómo gobierna, ni más ni menos. La avaricia incontenible y la irresponsabilidad rampante. Sentir que los recursos del país eran suyos y podía hacer lo que lo quisiera con ellos. Allí fotografiado en un yate con su amante sobre las piernas. Allí con su casa en Acapulco y su chalet en Aspen y sus caballos en El Encanto.

Ser un Salinas implicó apropiarse de recursos que pertenecían -directa o indirectamente- al pueblo de México. El crimen, actualmente "absuelto", fue utilizar su posición privilegiada para hacer negocios tras bambalinas, a oscuras, sin firmas, sin contratos, con sólo un apretón de manos. Negociar acuerdos y facilitar franquicias y canalizar recursos y transferirlos de cuenta en cuenta. A espaldas de la población. De la mano de leyes que lo permitieron porque para eso fueron creadas. Y por eso en México el enriquecimiento ilícito ha sido un delito "no grave". Y por eso en México, el trato hacia los poderosos ha sido siempre reverencial. Y por eso la familia Salinas se ha salido y se sigue saliendo con la suya.