Conforme pasa el tiempo la efervescencia
política en la Costa Grande se deja sentir en todo los rincones de esta paradisíaca región, aun cuando de todo es sabido que solo uno de los aspirantes
de cada municipio cada municipio seria el único que podría llegar a la silla
presidencial de su entorno y otros mas que se pueden contar hasta con los dedos
del cuerpo podrían ser (agraciados, no desgraciados) con alguna diputación
local, otra federal y alguna regiduría que aunque considerada como de segundo
nivel en el sistema político del Estado, no dejan de ser jugosos huesos
suficientes para no trabajar como Dios Manda los próximos 3 años a partir del
2015.
Unos que aunque se dicen oriundos
de sus respectivos municipios, no son bien vistos por el electorado ciudadano,
porque solo se acuerdan de ellos en las temporadas electorales como las que se
aproximan.
A ello se debe que algunos de
estos viejos y jóvenes políticos, han empezado a repartir sonrisas aunque con
caras amargadas, despensas y hasta prometer obras sociales donde no son
necesarias, la idea es convencer al electorado con falsas promesas como ha
ocurrido en años anteriores a la usanza de los viejos partidos políticos cuyas
caras son las mismas de antaño nomas que con mas arrugas.
Quien intente sentarse en el
sillón presidencial de su respectivo municipio, de alguna curul en los
Congresos estatales y federales o en las oficinas de algunas regidurías, deben
ser personas que tengan arraigo con la gente, que tengan sensibilidad para
gobernar, pero que sobre todo tengan pleno conocimiento de las necesidades de
un pueblo sediento de justicia, de atención con la clase mas necesitada, de lo
contrario mejor que se dediquen a otras cosas porque los electores ya no se
están chupando el dedo y votaran por quienes en realidad les garantice atención
y buen trato. Así se palpa en la Costa Grande y es nuestra modesta forma de
pensar en la realidad que se vive en esta parte del Estado.