miércoles, 8 de junio de 2016

CRÓNICAS DE TECPAN


GALEANA, CAMPEÓN DE LAS VICTORIAS

Regino Ocampo Bello

Muchos son los historiadores, investigadores y escritores que con interés han buscado los medios de llegar lo más cerca posible a lo que realmente fue la personalidad de don Hermenegildo Galeana, el personaje que para el gobierno español, fue siempre considerado como lugarteniente o el hombre más importante después de don José María Morelos.

Don Hermenegildo Galeana nació en Tecpan de Galeana el 13 de abril de 1762, desgraciadamente no hay documentos que indiquen su domicilio en Tecpan, donde debió vivir su niñez y su adolescencia, solo hay un dato de un hijo de la señora Romana Solís, quien nació en la calle General Ramos y que de acuerdo a lo que supo a través de sus bisabuelos y abuelos, que don Hermenegildo Galeana con su familia tuvo su casa en lo que hoy es el Ayuntamiento y Juan José, primo de don Hermenegildo y su sobrino Pablo Galeana de los Ríos, tuvo su casa en lo que hoy es el DIF Municipal, este dato, naturalmente que no se puede afirmar ni probar solo creer que podría ser verdad ya que las personas de antes, no decían las cosas, solo por decirlas y doña Romana, tenía antes de morir, más de 80 años.

Cuando don Hermenegildo era ya un joven, aun viviendo en Tecpan, tuvo dificultades con un español a quien se le encaró reclamándole porque golpeaba a uno de los campesinos con el argumento de que podía hacer lo que quisiera con él ya que era su sirviente, en esos tiempos los españoles se sentían ser amos y señores de todo el suelo mexicano, los familiares de don Hermenegildo intervinieron y lo convencieron de que no se comprometiera y para que se fuera un tiempo con sus primos a la Hacienda del Zanjón.

Don Hermenegildo era diestro en la equitación, le gustaban las faenas del campo, sus peones lo querían mucho por su forma de ser y de tratarlos, le decían “Tata Gildo” no tenía conocimientos académicos pues solamente había cursado la primaria por carecer la región de la Costa Grande de centros escolares.

Cuando Morelos llegó a Tecpan el 7 de noviembre de 1810, es posible que los Galeana ya conocieran a don Vicente Guerrero y a Los Bravo, pues además de la Hacienda del Zanjón donde se acaparaba todo tipo de mercancías, tenían los Galeana una sucursal en Chilapa, por eso cuando don Hermenegildo se le unió a Morelos con sus primos Antonio, Pablo, y Julián, además, el cañón El Niño, primer pieza de artillería del recién nacido “Ejército del Sur” acompañaban también a don Hermenegildo, una gran cantidad de hombres dispuestos a la lucha, hombres que con el tiempo, harían de cada batalla, una Epopeya, también iba en el grupo de Tecpan, Ignacio Ayala Y Miguel de Ávila.

Desde los inicios de la guerra, don Hermenegildo se ganó la confianza y simpatía de Morelos, quien siempre lo distinguió dándole órdenes directas en cada batalla, lo que daba la oportunidad a Galeana de escoger a sus mejores hombres, fue así como formó el Regimiento de Guadalupe, o un grupo de Demonios, como le catalogaban los realistas sin ser más que un grupo de guerrerenses que luchaban contra la injusticia y por la libertad.

Don Hermenegildo Galeana se distinguió en las batallas de la guarnición de La Sabana, en Chichihualco, en la toma de la plaza de Tixtla, Chilapa, Tepecoacuilco, Taxco, Tecualoya, Cuautla, Izúcar, Zitlala, Huajuapan, Tehuacan, Ozumba, Tepeaca, Orizaba, Oaxaca, Yahualicán, Ometepec, San Marcos y Acapulco.

Después de la cuarta campaña de Morelos por Chichihualco, Tlacotepec, Tetela, Tlalchapa, Cutzamala, Huetamo, Carácuaro, Tacámbaro, Tiripeteo, Valladolid, Puruarán, Zirándaro y El Veladero, don Hermenegildo Galeana al no querer aceptar el indulto que ofrecía el gobierno español, regresó a la Costa Grande a seguir peleando por la libertad de México que aún no se había logrado, pero al llegar a un punto conocido como El Salitral (hoy Los Cimientos del Municipio de Coyuca de Benítez) lo descubrieron los realistas en la orilla del río, donde se aseaba y daba de beber agua a su caballo, en el desorden y el combate de quienes le acompañaban contra los realistas, don Hermenegildo quedó solo y un grupo de 14 hombres(así lo dice la historia), lo rodeó sin atreverse ninguno a tomar la iniciativa para enfrentarlo, pues lo conocían de sobra como un hombre que sabía salir adelante aún en casos más difíciles, fue un soldado realista de apellido, De León quien desde su montura, disparó un tiro que atravesó al héroe, aún aturdido por la herida, don Hermenegildo se quiso defender, pero el mismo soldado bajó de su caballo para cortarle la cabeza con su espada.

Ese fatídico día fuel el 27 de junio de 1814, significó tanto la muerte de Galeana para los españoles, que todos los que intervinieron en su muerte, fueron recompensados por el gobierno Virreinal, como nunca lo habían hecho con nadie más.

Al enterarse Morelos de la muerte de Galeana y recordar también la muerte de Matamoros tiempo atrás, exclamó: “Ya no yos nada!! Se acabaron mis dos brazos”.

Al año siguiente, el Siervo de la Nación, también moría, en el año de 1815. Para esto el supremo Congreso Constituyente de México expidió un Decreto cuyo artículo 13 declara, Beneméritos de la Patria en Heroico Grado a: don Miguel Hidalgo y Costilla, don Ignacio Allende, don Juan Aldama, don Mariano Abasolo, don José María Morelos y Pavón, don Mariano Matamoros, don Hermenegildo Galeana, don Leonardo Bravo, don Miguel Bravo, don José Mariano Jiménez, don Francisco Xavier Mina, don Pedro Moreno y don Víctor Rosales.

En Tecpan, a pesar de ser su ciudad natal, por muchos años, no se mencionó su nombre, ni se habló de sus hazañas. Fue el 28 de octubre de 1947, que un grupo de ciudadanos acordaron reunirse para que como un homenaje, se le erigiera una estatua, que inmortalizara el nombre de quien tanta gloria le dio a Tecpan durante le guerra de Independencia, la idea del presidente del Comité que se formó ese día fue don José Esteban Solís, figuraban también; don Julio Adams Adame, don Crescencio Otero Galeana, don José Andraca, don Ricardo Ramos García, don Jesús A. Estrada, don Marcial Ríos Valencia y Abel Ocampo Galeana.

El Comité reunió en cuatro años en rifas, bailes y donativos; $ 26,776.00, el Presidente Municipal don José Solís, aportó por parte del Ayuntamiento $l6.000.00 y el Gobernador del Estado Alejandro Gómez Maganda otros $l6.000.00 para hacer un total de $58,776.00 que fue el costo total de la estatua, hecha por el escultor Miguel del Águila e inaugurada por el Gobernador del Estado Alejandro Gómez Maganda el 14 de diciembre de 1952.

Después de esto, don Crescencio Otero Galeana decidió organizar algo de más importancia para honrar y pagar en parte la deuda que tenía y sigue teniendo Tecpan con don Hermenegildo Galeana, para esto, solicitó la ayuda de su amigo don Emigdio Hernández, originario de Tixtla Guerrero, don Emigdio se encargó de entusiasmar a  su gente para que entre los dos Municipios, Tecpan y Tixtla, se dieran un abrazo de hermandad y organizaran un primer homenaje a don Hermenegildo Galeana, que quedará plasmado en la historia para todas las futuras generaciones.

Para tal propósito, el que esto escribe, elaboró un libro que habla con detalles, todo el acontecimiento, el nombre del libro es: “Tata Gildo en su Primer Homenaje y don  Crescencio Otero Galeana”. En este homenaje, el crédito fue para los dos Municipios, el de Tecpan y el de Tixtla que como don Hermenegildo Galeana y don Vicente Guerrero en las batallas, reforzaron sus lazos y esfuerzos para llevar a buen fin a tan noble proyecto, primero se lanzó una convocatoria para un concurso de una composición para un himno que hablara de las glorias y las hazañas del héroe, el concurso de la letra lo ganó el profesor Raguer Rodríguez, originario de Tixtla, luego se lanzó otra convocatoria para buscar al compositor de la música, siendo ganador absoluto el profesor Antonio I. Delgado, originario de Chilapa Guerrero. El himno fue cantado por primera vez en la ciudad de Tixtla, participaron los alumnos de Tecpan que estudiaban en la escuela de Ayotzinapa, en Tecpan se estrenó el día 13 de abril de 1954, ante un gran número de habitantes de Tixtla, incluyendo las Autoridades, la Reyna de las festividades de Tixtla y los ganadores del concurso del himno a Galeana, que desde ese día quedaba decretado para que se cantara en todas las escuelas del País.

En ese mismo acto, se leyó el Decreto No. 49 que declaraba día de fiesta el 13 de abril y luto el 27 de junio, además ese decreto declaraba por ese día a Tecpan como capital del Estado, obligando a los tres poderes del Estado a trasladarse y despachar por ese día en Tecpan, también obligaba al Gobernador a que asistiera y estuviera presente en este acto, o algún personaje como representante de los de mayor Rango.

El 18 de diciembre de 1954, el ingeniero Moisés Díaz F. decía en una carta al Presidente de la República: “Asistí a Tecpan  el 13 de abril de este año, fecha en que Tixtla y Tecpan se dieron un abrazo fraternal al calor del patriotismo, celebrando en esta gloriosa fecha por primera vez, el nacimiento de don Hermenegildo Galeana, grande fue mi sorpresa, así como la de mis compañeros, ver desfilar en Tecpan, a la gente del pueblo, que unida al contingente de Tixtla ocupaban a lo largo como dos kilómetros, a la cabeza iba la directiva del Frente Zapatista de Tixtla con un cartelón que decía, “Gloria a Galeana”, en el desarrollo de la ofrenda floral, apareció un avión frente a la plaza, tirando volantes y confeti con la inscripción” Tixtla, Cuna de Guerrero y de Altamirano, rinde homenaje al glorioso caudillo, General Hermenegildo Galeana”.

Esta ceremonia tan espontánea, es un ejemplo grandioso que se ha recibido, porque no solo se ha recordado a un gran héroe, sino que dos grandes pueblos se han unido deberás y los habitantes de ambos lugares, se tratan con cariño y saber que el himno a Galeana se cantará en todas las escuelas del país, me llena de gran satisfacción”.


Gloria a don Hermenegildo Galeana, “Campeón de las Victorias”.