domingo, 12 de mayo de 2013

“No somos asesinos ni secuestradores, buscamos la tranquilidad para la gente de bien”, le afirmaron


Interesante “entrevista”, realizada por nuestro director Rosendo de la O Rendón…


Rosendo de la O/ Director General
En una parte del municipio de Tecpan, mayo del 2013. “No somos asesinos ni secuestradores, buscamos la tranquilidad para la gente de bien”, así comenzó la plática en un lugar apartado y escabroso de la población Tecpan, entre quien esto escribe y otra persona (hombre por supuesto), a la que no se logró identificar por encontrarme cubierto de la cara, pero que mostró gran soltura en su forma de hablar, por ser quizás conocedor del lugar y bien visto por la gente.

La plática se dio en un paraje solitario a un bordo de una unidad motriz con aire acondicionado que sirvió como oficina rodante para mantener la charla por espacio de 40 minutos, sin mas ruido que el cantar de los pájaros y la risa de quienes se suponía, eran los ayudantes de nuestro interlocutor, el que siempre mostró buen ánimo y respeto en su forma de hablar para quien esto escribe.

Tras preguntar por mi nombre para cerciorarse que yo era la persona que buscaba, nuestro entrevistado o interlocutor nombrado únicamente se le llamaba jefe, por sus allegados, habló claro y dijo, que por esos rumbos, a la gente se le asesina, se le secuestra y hasta le pretenden cobrar cuota por las propiedades que poseen, “contra esas prácticas no están de acuerdo”, al igual que con los políticos que engañan a la gente. “Esos males son los que queremos combatir, sentenció.

Dio a entender que su grupo ya viene y seguirá operando buscando el bien, rechazando el calificativo de cártel. Porque solo les interesa a él y a su gente vivir en la tranquilidad, y que cada persona, se desenvuelva como le convenga, colaborando con el gobierno si fuese necesario.

No se omite el hecho de que antes de estar con el  jefe, hubo un trato poco caballeroso por quienes me llevaron al punto de la reunión, pero eso quedó como “Cuestión Olvidada” como dice la estrofa de una canción pueblerina, porque durante el trayecto al lugar que nos dirigíamos, hasta refrescos me invitaron los que me suponía eran tres jóvenes, inquietos como cualquiera de su edad. No mayor de 40 años por el tono de sus voces, se contaban chascarrillos y hasta comentaban sus andanzas de diversión en sus ratos de ocio, las que por supuesto festejaban con plena sonrisa.

Nuestro platicante nos comentó que en la actualidad existe un problema grave con los productores de mango del rumbo, del que al parecer  ya tiene conocimiento el gobierno y ojalá se le de pronta solución.

En la plática donde hubo preguntas y respuestas por ambas partes, se tocaron temas sobre la explotación de la madera en la zona que se supone se hablaba de San Luís de la Loma, San Luís San Pedro o del macizo maderero de la ruta de El Balcón en la sierra de la cabecera municipal de Tecpan, donde se comentó, que los bosques se están acabando por dos razones. Por la explotación irracional de empresarios madereros y por la sequía que se ha vivido en los últimos años. Contra esos problemas queremos que nos apoyen los medios de comunicación, sentenció.

Quizás por problemas de seguridad fui despojado de todos mis instrumento de trabajo, pero al finalizar la charla, se ordenó que se me devolvieran. Incluyendo un apoyo para mis gastos de pasaje, siendo dejado finalmente en un paraje solitario sobre la carretera federal Tecpan-Petatlán que no pude ubicar hasta que tome un autobús de pasaje que me trajo a la población de Tecpan después de las seis de la tarde del pasado viernes, luego de haber permanecido mas de seis hora cumpliendo mi tarea de comunicador.

Bien para quienes creen en nosotros



Si el solo hecho de practicar la actividad periodística resulta confortante, mas gratificante lo es, cuando se cuenta con el reconocimiento de la gente que a través de nuestras paginas tratan de difundir sus inquietudes sobre la forma en que ven los problemas y de sus buenas intenciones para ayudar a buscarles solución, desde la  perspectiva ciudadana.

Cierto que en este quehacer informativo se corren aventuras de alto riesgo, pero el miedo desaparece cuando se llega a escuchar de viva voz a quienes luchan arriesgando la vida, en aras de proteger la integridad o el bien patrimonial de los demás.

Decimos lo anterior porque a finales de la semana pasada el director general del modesto medio informativo EL DICTAMEN Rosendo de la O Rendón  fue objeto de una supuesta trampa de las muchas que ha vivido en sus cerca de 40 años de actividad periodística, pero que finalmente la consideró confortable a sus principios de  comunicador, porque lejos del mal trato imaginario que se suponía recibiría, fue objeto de excelente atención de quien solo se identificó como el jefe y de algunos de sus ayudantes.

Durante el encuentro, entrevista o charla en un lugar escabroso en el municipio de Tecpan que no pudo  identificar por haber permanecido cubierto de los ojos, pero  que afirma que “él y su interlocutor, platicaron solos y con respeto por ambas partes.

Nada de censura, todo dentro del ámbito periodístico fue lo que se trató en el transcurso del encuentro, solo con la encomienda que si en nuestro quehacer diario se puede ayudar a la sociedad de este rumbo se haga, porque la situación cada día se pone difícil en cuanto a la tranquilidad ciudadana y al disfrute de sus bienes patrimoniales.

   La nueva aventura, de nuestro jefe De la O Rendón similar a otras vividas a lo largo de los años, con ex gobernadores, un comandante de lo que antes fue la 27 zona militar en Acapulco, otro ex alcalde también de Acapulco y hasta con un ex presidente del municipio de Coyuca de Benitez por el trato tosco que recibió de parte de estos, fue mas sensata y razonable, porque a pesar de la atención caballerosa que recibió, se demuestra que el medio que representa (nuestro medio) si tiene presencia y forma opinión, porque tanto en la información cotidiana como en sus comentarios de interés general, practicamos como esencia básica  la responsabilidad y la ética sin mas limite que el respeto a la moral y a la vida privada de los demás. 

Buzón de los lectores


 Señor Director:

Hace días fui victima de acusaciones periodísticas inexactas, que por supuesto condeno, porque se me trata de desprestigiar con expresiones de mi persona que nunca pronuncié ni con la persona que se dice ofendida, tampoco con los periodistas que difundieron los hechos de manera dolosa, porque ni siquiera se dignaron a averiguar la denuncia, PRIMERO, porque es su obligación y SEGUNDO; porque con algunos de mis detractores periodistas me une una gran amistad.

LOS HECHOS.

En mi papel de médico de una institución de servicio a la salud establecida en esta población, llegó una señora con uno de sus hijos enfermos, al que tras hacerle una revisión momentánea y después con los estudios médicos  necesarios, le comenté a la madre del paciente que lo de su hijo no era grave y que podía esperar mas tiempo para una intervención quirúrgica, como ella lo solicitaba.

Siendo grande mi sorpresa que a los días siguientes se me denunció en varios periódicos que circulan en esta población y en otros de corte estatal, donde se me atribuían palabras poco usual en mi persona, las que supuestamente yo había expresado en una conversación telefónica con otro colega que se haría cargo de la operación del  adolescente enfermo.

Bajo palabra de decir verdad y poniendo como prueba parte de la conversación telefónica que tuve con el médico que atendería al paciente motivo de estos comentarios, consideró inexactos los señalamientos que hacen hacia mi persona, lo que ya  analizo con mis abogados para ver si cabe la posibilidad de entablar un juicio legal por daño moral contra los periodistas y contra la señora que se dice ofendida, porque no se vale que por supuestos agravios se ponga en peligro mi vida y mi prestigio de médico, a pesar que los periodistas que me “atacaron”, me conocen y en ocasiones han recibido favores de mi persona.

No dudo que todo se debió a posible desesperación de la señora que me acusa, pero tampoco se vale que por esos señalamientos sin fundamento, traten de perjudicar mi trayectoria médica que con tanto esfuerzo he cultivado a lo largo de los años.

Es todo señor director.

Atte: Dr. Ignacio Lacunza de la Cruz.