· El consumo excesivo de medicamentos, tabaco y
otras cosas pueden generar el padecimiento neurológico
Acapulco, Gro., a 23 de diciembre del 2014. Los
malos hábitos, como automedicación, exceso de estimulantes como café, alcohol,
tabaco, refrescos o bebidas energizantes, pueden ocasionar crisis epilépticas, afirmó
la titular de la Jefatura Médica del IMSS en el Estado de Guerrero, María de
Lourdes Carranza Bernal, quien recomendó a la población iniciar un Estilo de Vida
Activo y Saludable (EVAS).
Carranza
Bernal señaló que la epilepsia es un
padecimiento neurológico producido por descargas eléctricas excesivas y
recurrentes de un grupo de neuronas; en el 50 por ciento de los casos ocasiona
crisis convulsivas. Detalló que de estos casos, el 70 por ciento son controlables.
Indicó
que de acuerdo a los especialistas en neurología, esta enfermedad es asociada
con la falta de oxígeno en el cerebro durante el parto; 20 por ciento la
desarrollará en la adolescencia y el 10 restante, en edades tardías.
La
epilepsia es un padecimiento provocado por un “estallido” en la corriente que
produce el cerebro debido a un exceso de la energía con la que trabajan las
neuronas, y en los niños generalmente se presenta por alteraciones genéticas,
congénitas o infecciones durante el embarazo, por lo que se recomienda una
estricta supervisión médica durante este periodo.
Reiteró
que todos estamos propensos a padecer la enfermedad, ya que los malos hábitos
son fundamentales para que sea desarrollada, como es una inadecuada ingesta de
medicamentos, exceso de estimulantes como café, alcohol, tabaco o refrescos de
cola, entre otros.
La
peligrosidad de la epilepsia reside también en las circunstancias que se
presentan alrededor de un ataque, ya que los pacientes se pueden lastimar,
quemar, si están manejando o nadando pueden sufrir un accidente fatal o
atropellar a otras personas, dijo el neurólogo.
Indicó
que para prevenir la epilepsia es importante evitar accidentes y traumatismos
craneoencefálicos y sobretodo contar con supervisión médica durante el
embarazo. Comentó que si este mal es detectado a tiempo puede ser tratado para
que la persona lleve una vida normal.
De
acuerdo con la Organización Mundial de la Salud en siete de cada mil habitantes
se presenta dicha enfermedad; sin
embargo en las estadísticas que se han hecho en México y gran parte de Centro y
Sudamérica marcan una frecuencia de diez a veinte personas por mil habitantes.
Se
clasifican en parciales, generalizadas que son las más comunes así como las
hereditarias, aunque éstas son menos frecuentes. Dentro de las crisis parciales
encontramos las simples en las cuales la persona no pierde el conocimiento y no
se desmaya; y las complejas que son aquellas en donde la persona no se desmaya
pero sí se desconecta del medio, este tipo de crisis puede tener una duración de
tres a cinco minutos.
Las
causas son múltiples o variadas, todo depende de la edad del paciente. Estas
pueden ser por lesiones que vienen desde el nacimiento; porque no hubo
suficiente desarrollo del sistema nervioso central durante el embarazo, debido
a que la madre pudo haber tenido alguna complicación durante el proceso de
gestación, como por ejemplo, amenaza de aborto, amenaza de parto prematuro o
alguna impresión fuerte, un golpe severo o también porque el trabajo de parto
haya sido prolongado.
Para
diagnosticar la epilepsia, los especialistas practican estudios como
electroencefalograma, para registrar la actividad eléctrica del cerebro;
tomografía computarizada, para evaluar alteraciones; y estudios metabólicos para
identificar modificaciones en lípidos y aminoácidos.
Mencionó
que a través del Programa PrevenIMSS se detectan nuevos casos mediante la realización
de historias clínicas a los derechohabientes, quienes, de ser necesario, son
canalizados al médico familiar y posteriormente a los servicios de neurología y
neurocirugía.
Es
importante destacar que el IMSS brinda tratamiento integral a quienes padecen
este mal, relacionado principalmente con la orientación respecto a esta
disfunción, ya que a pesar de no tener cura, si es controlable logrando un
adecuado control a grado tal que la mayoría puede suspender el tratamiento en
dos años; el resto deberá tomarlo por un período más prolongado.
Al
respecto, el delegado José Luis Ávila Sánchez expuso que el IMSS impulsa la
estrategia Chécate, Mídete, Muévete, con el objeto de retomar un EVAS, pues
insistió que la prevención es salud.