domingo, 29 de junio de 2014

Torneo de Ignorancia



Juan López

    Acudieron las feministas a la Secretaría General de Gobierno a presentar querella contra la diputada Julieta Fernández de Añorve, quien incurrió en delito por llevar al Congreso estatal a un grupo de feligreses evangélicos que aprovecharon, la protesta contra la despenalización del aborto, para entonar cánticos religiosos disfrazándolos de oración mística. Primer signo de ignorancia.
    El encargado de la subsecretaría de Asuntos Religiosos no se atrevió a excusarse de su incompetencia jurídica para querellar a una funcionaria en actividad legislativa. No les informó que el fuero federal señala que: “Un legislador no puede ser reconvenido por lo que haga en sus funciones”. Segundo signo de ignorancia.
    La diputada beata afirmó: los feligreses fueron al Congreso a protestar contra la despenalización del aborto y, de paso, entonaron unos cánticos y oraciones, pero eso no es delito. A confesión de parte, relevo de pruebas. Máxima jurídica universal. Enésima prueba de ignorancia.
    Las feministas acusadoras, el funcionario civil y la legisladora fanática, todos ignoran la Constitución General de la República. Qué pena reconocer a quienes integran la clase política como palurdos y novatos en asuntos de tanta importancia jurídica.
   Aclarado el punto: ninguna autoridad ministerial, administrativa ni jurisdiccional puede integrar averiguación causal a la legisladora que por ignorancia conculca el fuero constitucional. Ni el senador frívolo Armando Ríos Piter es encausable por dilapidar dinero público en campaña política encubierta de Informe de labores.
    Lo que sí puede hacerse, cuando estos legisladores transgresores deslegitimen el espíritu de la ley, con estos antecedentes de no respetar la Constitución, es esperar a que concluyan su período y cuando acudan ante cualquier instancia oficial, negarles el registro que pretendan, cuando deseen  obtener otra candidatura para reincidir en su cinismo de violar las leyes bajo la inmunidad del  fuero que adquieren con su designación como legisladores.
    Julieta Fernández de Añorve y todos sus homólogos que violan la ley, en estos momentos, no pueden ser sometidos a juicio del fuero común, pero sí podrán ser objeto de exclusión cuando vayan al Instituto Nacional Electoral a procurar otro acceso que les dote de impunidad. El INE podrá negarles el registro e impedirles su inscripción en la boleta electoral y, sus partidos políticos tienen también el derecho de no volver a postularlos ni a regalarles curules plurinominales. A largo plazo pero, castigo al fin.
    Ésta es una manera de someter a los legisladores que confunden el laico recinto del Congreso, donde se promulgan las leyes civiles, con un templo de milagrería en el que se funden y confunden las almas con palpitaciones de culpa.
    Sabemos de los intereses lacrimógenos de quienes padecen escrúpulos y los expían con el llamado de Jesucristo: “Quiero a los pecadores para salvarlos de sus remordimientos”. Pero hay que decirles a estos ladinos, mercaderes de la fe, que no permitan que sus ignorancias los conduzcan  a confundir lo ancho, lo largo, con lo alto. Las tres dimensiones físicas de la ciencia. Legislativos: la luna no es de queso.

    PD: “Un ciego no puede guiar a otro ciego”: La Biblia. 

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