Chile. Abril del 2012.(Fuente: El Universal). Sequedad y ardor
en la lengua, las encías y los labios, son parte de las molestias asociadas a
los cambios hormonales de la menopausia.
Un fenómeno sobre el cual una
investigación realizada en Chile aporta nuevos antecedentes: la disminución de
estrógenos provoca una modificación a nivel celular en las glándulas salivales.
“En condiciones normales, todos
tenemos dos tipos de saliva: una serosa, más acuosa y que nos permite lubricar
los alimentos para comer bien, por ejemplo; y otra mucosa, más espesa, que se
genera en situaciones especiales, como cuando estamos nerviosos o bajo estrés”,
explica el doctor Gonzalo Trujillo, odontólogo y académico de la Universidad de
Talca.
A través de observaciones en ratas, a
las que se les extirparon los ovarios para simular una menopausia, Trujillo
junto a otros colegas -entre ellos, el doctor Iván Suazo, actualmente de la
Universidad Diego Portales-, observaron que la baja de estrógenos frena la
actividad de las células serosas, encargadas de secretar la saliva más líquida.
“Estas células tienen receptores
específicos para esas hormonas. Cuando no hay estrógenos, no tienen estímulos,
dejan de funcionar y lentamente van desapareciendo”, precisa el doctor
Trujillo.
Menor salvación
Este cambio en las proporciones
celulares de las glándulas salivales genera que, contrario a lo habitual,
comience a predominar la salivación de tipo mucosa, más densa, que, en
definitiva, hace sentir la boca más seca.
“Eso influye en la deglución y causa
malestar al tragar alimentos; en tales casos se recomienda preferir comidas
frescas y blandas, para no forzar la mordida; y evitar platos muy
condimentados” , comenta el doctor René Montaño, ginecólogo y presidente de la
Sociedad Chilena del Climaterio.
El especialista agrega que la terapia
de reemplazo hormonal -sobre todo si se administra en forma precoz, es decir,
apenas aparecen los primeros síntomas de la menopausia-, logra evitar que las
células serosas disminuyan y, con eso, se minimiza la ocurrencia de otros
problemas asociados a una menor salivación.
Por ejemplo, “la saliva tiene un rol
protector contra las caries; en la menopausia, algunas mujeres pueden ver un
aumento de este problema”, precisa el doctor Suazo.
Junto con la sustitución hormonal,
los cuidados en la alimentación y evitar acciones que favorecen la sequedad
bucal -como fumar-, existen otros métodos que ayudan a mejorar la salivación.
Uno de ellos es la saliva artificial,
una solución acuosa que se aplica directamente en la boca. Otra opción es el
uso de sialogogos, sustancias habitualmente ácidas, que estimulan la secreción
salival al introducirlas en la boca.
Otros efectos en la boca
Boca seca y ardor son la punta del
iceberg de los problemas orales asociados a la menopausia.
Además de un mayor riesgo de caries
por una menor salivación, la disminución de estrógenos incide en la pérdida de
masa ósea que también ocurre a nivel de los tejidos de la boca: los dientes
pueden aflojarse con más facilidad.
“No sólo hay una mayor posibilidad de
pérdida de piezas dentarias; cuando se trata de recuperar la dentadura, nos
encontramos con un hueso empobrecido que dificulta colocar implantes”, explica
el odontólogo Iván Suazo.
Asimismo, el déficit de estrógenos
aumenta la sensibilidad al dolor, dejando la boca más vulnerable frente a
situaciones que antes no causaban molestias.
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