miércoles, 23 de noviembre de 2011

Palabras Mayores: Electorales pleitos azules (I parte)


 Bécker García

Quien afirme que el PRI perdió las elecciones del 2009 en Sonora por causas exclusivas al infausto accidente de la Guardería ABC, puede correr el riesgo de equivocarse; si así hubiera sido, en Hermosillo Alfonso Elías, principal supuesto afectado, apenas perdió por 894 votos en las urnas.

Insisto, el triunfo de Guillermo Padrés fue en el Sur de Sonora, principalmente en Ciudad Obregón, que es una sociedad cambiante en sus preferencias electorales (desde 1994, no repite el mismo partido en la alcaldía) y donde, no se puede ocultar el sol con un dedo, Manolo Barro fue un excelente candidato con su promesa de ser alguien diferente a un político tradicional.

La misma noche del cierre de campaña de Padrés (último día permitido para proselitismo), que por cierto y significativamente no cerró en Hermosillo, sino en Obregón, el grupo de comunicación del Memo, insistía en que Manolo Barro le restaba puntos antes que sumarle.

La insistencia no era en vano, sino el inicio de una campaña para escamotearle méritos al candidato a la alcaldía y que luego resultó ganador por más de 10 mil votos y que en cada una de sus intervenciones, estuviera presente el Memo o no, pedía el voto para gobernador del Estado. 

“Es un pésimo candidato y un mal orador”, me dijo Jorge Morales Buelna esa noche; “El Memo lo tiene que arrastrar hacía arriba”

Y es que, para Morales, Romero, Alcaraz y compañía, es decir el grupo compacto de comunicación, compartir el triunfo no estaba a discusión y no en balde había convencido y animado a un Guillermo Padrés (casi al borde de tirar la toalla) en cuando menos dos ocasiones de que tenían muchas posibilidades del triunfo.

El grupo compacto de Padrés, se creían y aún ahora siguen creyendo, que este Frankestein al revés, es su producto y mejor invención y que el alcalde de Cajeme solamente es un advenedizo.

Durante los primeros meses del gobierno de Barro, esos mismos integrantes de ese grupo convencieron al Memo que Manolo estaba traicionándolos, porque no lograba convencer a la gente de Cajeme que aceptara el Proyecto del Novillo. El alcalde de Cajeme, atrapado en ese pasado donde como presidente de Canacao Obregón declaró que el Novillo no era opción de desarrollo para esta región, se tuvo que tragar aquellas palabras para decir ahora que el Sonora Sí era conveniente y justo. Así, Manolo quedaba perdido al no contar con la aprobación de un gran grupo de sus gobernados, ni tampoco con los miembros del Nuevo Sonora.

Entre la espada y la pared, a Manolo se le vino encima el mundo con ríos de tinta pagada desde el Gobierno del Estado, con las perversidades de Jorge Morales, quien desde la radio y prensa pasquinera, golpeaba al alcalde de Cajeme desde todos los flancos posibles.

Luego de más de dos años de encuentros y desencuentros, entre Barro y el Gobierno del 
Nuevo Sonora, evidentemente existe una ruptura, pero que no se alcanza a dilucidar del todo, si acaso viene por ese antagonismo viejo, o tienen causales nuevos.

Y estas causas pueden ser varias.

Se dice que existe una encuesta mandada hacer desde el Gobierno del Estado, donde la candidata de este grupo compacto, Eloísa Flores, es pintada como la panacea, bien amada y fenómeno social que Cajeme necesita para que el PAN siga gobernando Cajeme. Empero y por lo disparatado de la encuesta (dicen que el 90% votaría por ella) la lógica elemental dice que esto es falso: Eloísa ha cometido tantos errores, que no gana ni de la mano de San Judas Tadeo.

Luego vino otra encuesta, ahora mandada hacer con una empresa experta y nacional (con lo cual entiendo que se pretende que no existan ni presiones ni intereses para “cucharearla”), en el cual el candidato de Manolo, Luís Alberto Plascencia sale unos puntos arriba de Eloísa, pero aún debajo del candidato del PRI, Rogelio Díaz Brown.

Cuando carearon y cruzaron una con la otra, esto fue suficiente motivo para provocar la ira del jefe del Grupo compacto, Roberto Romero, quien gritos y manoteo de por medio exigió al Alcalde Barro que apoyara incondicionalmente a la candidata del Gobernador Padrés, como si Manolo fuese un pelele de cuarta.

Y es que, yo no lo sé, pero lo intuyo, que Manolo no va a dar su brazo a torcer por una encuesta o porque alguien dice que otro dijo que Eloísa es la candidata del Guillermo, sino que habría que pedírselo el propio Gobernador, el cual difícilmente a estas alturas tan tempranas va a sentar a alguien (faltan 5 meses) y gastar su pólvora en infiernitos de Romero, Morales y Alcaraz.

Si las cosas son como parecen, el Grupo compacto está trabajando de motu propio, presionando como suele hacerlo en nombre del mandamás sonorense, arrastrando su nombre y provocando enconos, enojo y también, hay que decirlo, un desgaste galopante y eso que apenas llevan dos años de seis gobernando.

En la segunda entrega contaré las otras hipótesis del desacuerdo y como es que el gobierno de Padrés está a punto de la quiebra..  Pero esto será, el miércoles si Dios así lo decide.

Gracias…

@beckerg123 en twitter
becker1959@hotmail.com

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