Por: Francisco Pérez García
Un fenómeno extraño ha sucedido hoy en Lima, capital de Perú. Los dos diarios de tendencia derechista más críticos del régimen actual, amanecieron más humalistas que nunca, luego que el mandatario Ollanta Humala, anunciara en la víspera que el polémico proyecto minero Conga, será ejecutado de todas maneras.
Un fenómeno extraño ha sucedido hoy en Lima, capital de Perú. Los dos diarios de tendencia derechista más críticos del régimen actual, amanecieron más humalistas que nunca, luego que el mandatario Ollanta Humala, anunciara en la víspera que el polémico proyecto minero Conga, será ejecutado de todas maneras.
Hoy la
portada de Peru21, es más que cariñosa con el mandatario, al que hace unos días
criticaba por tibio y ambiguo frente a determinadas coyunturas que afectaban a
su gobierno. El “hermano menor” de El Comercio, tituló “Se pone firme”.
Incluso
su director, Fritz Du Bois, saluda el hecho que“Finalmente, Humala se despertó ante el enorme costo que
podría representar dejar que los extremistas sigan agitando sin que el Gobierno
plantee alternativas de solución o tome acción”.
Por su
parte el siempre agitado director del diario Correo, Aldo Mariátegui, casi puso al mismo nivel del emperador romano Julio César al
mandatario Humala, al señalar que “Algo de eso de
optar por una decisión muy riesgosa y ya sin retorno (salvando las distancias;
claro que sin tanto dramatismo histórico o personal) he sentido que ha tomado
Humala ayer con esos 2 anuncios muy fuertes: a) Conga va de todas maneras (a
pesar de que morigeró ese anuncio para su audiencia izquierdista con alguna
retórica)”
Ya en sus páginas interiores, Correo califica que Conga cuenta “con todo el apoyo”.
Ya en sus páginas interiores, Correo califica que Conga cuenta “con todo el apoyo”.
Momentos
extraños de la prensa peruana y de la política nacional. Lo que ha hecho Humala
ayer es desairar a quienes lo respaldaron en las elecciones confiados que no se
dejaría sorprender por las grandes empresas extractivas… pero a cambio, podría
estar ganando adeptos en un sector que verá siempre como apestados y ciudadanos
de segunda a aquellos que reclaman y defienden su derecho a vivir en un sistema
limpio, con agua apta para ser consumida y sin la presencia de la minería, que
en el caso de Yanacocha ha demostrado más de una vez ser, de todo, menos
responsable.
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