miércoles, 21 de noviembre de 2012

El no pago y bajas tarifas, causa del desabasto de agua en Chilpancingo





Julio Ayala/NOTYMÁS
Chilpancingo, Gro., noviembre  de 2012 (NOTYMAS). Mientras no se modifiquen las tarifas de agua potable en Chilpancingo, por más recursos que se le inviertan, “así sean mil o tres mil millones de pesos”, el problema del abasto habrá de continuar, porque se requiere que los usuarios paguen el servicio a fin de que se cubra el pago de energía eléctrica.

Lo anterior fue señalado por el ex director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (Capach), Nabor Ojeda, quien dijo que “el cobro del agua en Chilpancingo está muy por debajo de muchos municipios, incluso de los que lo rodean, como Tixtla o Zumpango, e incluso que en Acapulco”.

“En Chilpancingo se paga muchos menos que en otros municipios”, puntualizó el ex director de la paramunicipal, y que si a eso se le agrega que un 40 por ciento de los usuarios no pagan el servicio, la situación se agrava.

Nabor Ojeda, quien en los próximos días recibirá un reconocimiento del Centro Fox, perteneciente a la iniciativa privada, junto con la Universidad Pontificia de Salamanca y el Instituto Mexicano de Evaluación, por haber sido evaluado como el mejor director de un sistema de agua potable, puntualizó que la baja tarifa, así como el escaso pago, “no alcanza para sacar los gastos de producción, y eso origina que se tengan muchos problemas en el abasto a Chilpancingo”.

Dijo que el cobro por el servicio de agua potable en la ciudad es un promedio de 60 pesos, cuando mínimamente debe ser de cien, por usuario. “En Cuernavaca el cobro mínimo anda en 250 pesos, en Puebla, entre  230 y 240 pesos, en Jalapa en 260, y eso permite que obviamente la ciudad tenga más agua”.
El ex director de la paramunicipal dijo que el problema de la falta de agua en Chilpancingo, si bien es un problema de escasez de recursos, en el fondo es un asunto de falta de voluntad de las autoridades para cobrar más por el agua, es decir, “tarifas adecuadas para traer más agua”.

Y agregó: “mientras tengamos políticas populistas de no cobrar tarifas adecuadas, el problema en Chilpancingo no se va a resolver”, y esta culpa la tienen los alcaldes, los cabildos y el propio Congreso local, que no aprueba nuevas tarifas por el servicio del vital líquido.

Dijo: “a mí me rechazaron el cobro por aguas residuales; me lo quitaron en la Ley de Ingresos del Municipio, cuando lo propuse al Congreso”.

Puntualizó que se podrán invertir millonarios recursos en líneas de conducción del vital líquido, pero que si la gente no paga para que la paramunicipal cubra la energía eléctrica que se utiliza para bombear el agua potable, seguirá habiendo problemas de escasez.

Nabor Ojeda reconoció que entre los que no pagan el servicio de agua potable se encuentran políticos, ex alcaldes, funcionarios de gobierno, dirigentes sociales, “todo mundo evade el pago del agua; es un problema de cultura”, agregó.

En suma, concluyó, “por más lana que le metan, por más obra que  hagan, mientras no se resuelva el problema de cobro, y las tarifas, el problema va a continuar”, tras señalar que la fuente de Acahuizotla opera al 50 por ciento de su capacidad, “porque no hay dinero para pagar la energía eléctrica”. (NOTYMÁS)

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