viernes, 10 de diciembre de 2010

Piden a mujeres embarazadas evitar ingerir sustancias nocivas

Jorge Falcón/NOTYMAS
Atoyac, Gro., diciembre de 2010 (NOTYMAS). Muchas de las sustancias que las mujeres embarazadas ingieren pueden afectar al feto, entre ellas los medicamentos, las drogas, el tabaco y el alcohol; de éste último se conoce el llamado síndrome de alcoholismo fetal, y se caracteriza por una serie de lesiones en el recién nacido, por lo que el director del Hospital General, Rubén Escárcega Valencia, hizo un llamado a la conciencia de las futuras madres.
El médico señaló que la responsabilidad materna es primordial para el desarrollo fetal adecuado, por lo que se debe cuidar la ingesta de estas sustancias y en el caso de los medicamentos deben ser suministrados bajo estricta vigilancia médica.
Manifestó que el síndrome de alcoholismo fetal no es frecuente, pero sí se llega a presentar debido a la adicción que tienen algunas mujeres al alcohol, lo que significa que los recién nacidos padecerán en mayor o menor grado de bajo peso, prematuros, distintos tipos de lesiones cerebrales como retraso mental, desarrollo inadecuado y otras malformaciones asociadas.
“El diagnóstico del síndrome no es fácil, ya que la regla es que la madre niegue la ingesta de alcohol durante el embarazo y no reconozca su adicción, lo cual también sucede con otro tipo de drogas”. Es común que presenten temblores, convulsiones, irritabilidad y con frecuencia el embarazo termina en aborto, comentó.
Señaló que la responsabilidad de la madre es el único factor para el desarrollo fetal adecuado, ya que no se requiere tener un conocimiento previo sobre los efectos nocivos de drogas y alcohol, basta con el sentido común “que nos dice si una sustancia es tóxica durante el embarazo y cualquier dosis podría provocar problemas”.
“Si clasificamos la ingesta de alcohol en alta, siete o más tragos por semana, podemos afirmar que se presentan lesiones cerebrales importantes, sobre todo en los niños prematuros, pero también podríamos considerar que aún cuando la ingesta de alcohol haya sido alta antes del embarazo, si ésta se suspende durante la gestación, el riesgo de lesión disminuye significativamente”, apuntó. (NOTYMAS)

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