Juan José Romero/NOTYMAS
Chilpancingo, Gro., enero 15 del 2014 (NOTYMAS).– Hasta doce años de cárcel se
impondrán a los servidores públicos en Guerrero que cometan, instiguen o
autoricen a otros a torturar a una persona para obtener información o alguna
confesión.
Este
martes, por unanimidad, las y los diputados locales aprobaron una ley para
prevenir, sancionar y erradicar todo tipo de tortura en la entidad, dando con
ello respuesta a una añeja demanda de grupos civiles.
Por
ser la tortura uno de los actos más reprobables que han atentado y atentan
contra la integridad y la dignidad de las personas, los diputados locales
aprobaron, en dos sesiones ordinarias, el dictamen que emitieron al Pleno las
Comisiones de Justicia y de Derechos Humanos, derivada de la iniciativa que
presentó al Congreso el Ejecutivo estatal.
La nueva ley se establece que se impondrán de cuatro a 12 años de
prisión, de 200 a 500 días de multa, así como la destitución e inhabilitación
para el desempeño de cualquier cargo para los servidores públicos que instiguen o autoricen a otro a cometer
tortura contra una persona para obtener información o confesión.
Además, se señala que ninguna
confesión o información que haya sido obtenida mediante tortura o tratos
crueles, degradantes e inhumanos podrá invocarse como prueba y no tendrá valor probatorio ante una
autoridad policiaca, ni la rendida ante el Ministerio Público o autoridad
judicial, sin la presencia del defensor o persona de confianza del inculpado y,
en su caso, del traductor.
También se especifica que el
responsable de la comisión de alguno de los delitos que se señalan en la Ley
deberá cubrir a la víctima de tortura los gastos de asesoría legal, médicos,
funerarios, de rehabilitación o de cualquier otra índole, que se hayan erogado
como consecuencia de ésta, y estará obligado a reparar el daño y a indemnizar
por los perjuicios causados a la víctima o a sus dependientes económicos.
En
el dictamen se destaca que la tortura constituye una
violación grave a los derechos humanos porque se considera como ofensa a la
dignidad humana de las personas.
En ese sentido, en cumplimiento a la Convención contra
la Tortura y Otras Tratos o Penas Crueles, y a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, nadie debe ser sometido a está practica ni a penas o tratos
crueles, inhumanos o degradantes, por lo que abatir su ocurrencia se convierte
en uno de los mayores desafíos del Estado.
Una de las novedades de este nuevo
ordenamiento es la creación de un Comité
Técnico de Análisis y Evaluación, como instancia técnica de examen y
seguimiento de los casos de tortura y estará integrado por los presidentes de
la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos del Estado, y de las
Comisiones de Derechos Humanos, de Justicia e
Instructora del Congreso local, así como del Tribunal Superior de
Justicia, entre otros. (NOTYMAS)
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