Miranda Aguilera/NOTYMAS
Chilpancingo, Gro., mayo de 2012 (NOTYMAS). En México y el Estado de
Guerrero, la explotación infantil sigue siendo una realidad derivada de la
contratación ilegal de menores de catorce años que trabajan como jornaleras y
jornaleros agrícolas, realizando labores que los someten a condiciones
inhumanas, degradantes y riesgosas que les generan jornadas de trabajo mayores
de seis horas o situaciones en donde incluso han perdido la vida.
A través de un comunicado,
el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan ,
en el marco del Día del Niño, conmemorado este 30 de abril, manifestó su
preocupación por la persistente utilización de mano de obra infantil en los
campos agrícolas de México para desempeñarse como jornaleros agrícolas.
Menciona que según el
registro del Consejo de Jornaleros Agrícolas de la Montaña y Tlachinollan, de
septiembre de 2011 a
enero de 2012, documentaron la salida de más de siete mil jornaleros y
jornaleras agrícolas, de los cuales 3 mil 298 eran menores de quince años, de
ellos 497 se encontraban entre el rango de edad de cero a un año.
Cada año estos menores
acompañan a sus padres, en la búsqueda de la oportunidad laboral que les es
negada en sus comunidades de origen, y muchos de ellos se desempeñan también
como jornaleras y jornaleros agrícolas en estados como Sinaloa, Sonora,
Chihuahua, Baja California Norte y Sur, Zacatecas, Jalisco, Nayarit, Michoacán,
Hidalgo, San Luis Potosí, Morelos, Estado de México, y en Ciudad Altamirano y
Atoyac en el estado de Guerrero.
Por ello sostiene que en
nuestro país, la explotación infantil sigue siendo una realidad derivada de la
contratación ilegal de menores de catorce años que trabajan como jornaleras y
jornaleros agrícolas, realizando labores que los someten a condiciones
inhumanas, degradantes y riesgosas que les generan jornadas de trabajo mayores
de seis horas o situaciones en donde incluso han perdido la vida.
A pesar de estas
circunstancias señala Tlachinollan, el gobierno mexicano aprobó y ratificó el
19 de junio de 1990 la
Convención sobre los Derechos del Niño y el 14 de diciembre
de 1999 la
Convención Internacional sobre la Protección de los
Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y sus Familiares.
Por ello subrayó la
urgencia de que la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) aplique
inspecciones de trabajo en cumplimiento pleno de la Ley Federal del
Trabajo para instrumentar un sistema de monitoreo a las empresas contratistas
de niñas y niños jornaleros con el fin de garantizar la no contratación de menores; condiciones y
salarios dignos para sus padres, quienes muchas veces permiten la contratación
de sus hijos ante salarios precario.
Tlachinollan hizo un
llamado a las autoridades del Estado de Guerrero y al Gobierno Federal para que
brinden atención integral a los jornaleros y jornaleras indígenas en México,
particularmente, atendiendo las causas estructurales que originan la migración
masiva de la población indígena y campesina de nuestro país y que se garantice
el cumplimiento cabal de sus derechos laborales, incluyendo la prohibición de
la explotación infantil laboral. (NOTYMAS)
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