El agua en las cuencas compartidas será utilizada cada vez más por los
estados para presionar a sus vecinos
Washington. Marzo del 2012. (Fuente: El Financiero).— Es poco
probable que los suministros de agua dulce sigan el ritmo de la demanda mundial
en 2040, lo que aumentará la inestabilidad política, dificultará el crecimiento
económico y pondrá en peligro los mercados mundiales de materias primas, según
un informe de los servicios de información de Estados Unidos.
El informe de la oficina del director de Inteligencia Nacional indica
que zonas como el sur de Asia, el norte de África y Medio Oriente enfrentarán
retos importantes para lidiar con los problemas derivados del agua que podrían poner
en peligro las capacidades para producir alimentos y generar energía.
El informe señala que no es probable que se inicie una “guerra del agua”
en los próximos diez años, pero que el riesgo de conflicto aumentará, ya que
presumiblemente la demanda mundial de agua superará los actuales suministros
sostenibles en un 40 por ciento en 2030.
“Más allá de los diez años sí vemos un aumento del riesgo”, declaró a la
prensa un funcionario de alto rango de los servicios de información.
“Depende de lo que hagan los estados individuales y qué acciones se
adopten ahora para trabajar entre los estados respecto a las cuestiones de
gestión de agua.”
El responsable no quiso hablar sobre riesgos en países concretos, pero
en el pasado las disputas sobre el agua han contribuido a desatar tensiones
entre rivales como la India y Pakistán —ambos con un arsenal nuclear—, Israel y
los palestinos, y Siria e Irak.
El informe, elaborado principalmente por la Agencia de Inteligencia de
Defensa y basado en una estimación secreta de los servicios de información
nacionales, dice que el agua en las cuencas compartidas será utilizada cada vez
más por los estados para presionar a sus vecinos.
“El uso del agua como un arma o para objetivos terroristas ulteriores
también será más probable”, señala, y destaca que las infraestructuras hídricas
vulnerables son un objetivo tentador.
El Departamento de Estado solicitó el informe dentro de la estrategia
del gobierno de Barack Obama de evaluar cómo cuestiones de largo plazo como el
cambio climático pueden afectar a la seguridad nacional del país.
El informe sostiene que durante los próximos diez años, la explotación
excesiva de los acuíferos en algunas zonas agrícolas supondrá un riesgo para
los mercados alimentarios y causará disturbios sociales si no se adoptan pasos
para mitigarlo, como la irrigación por goteo y una tecnología agrícola
mejorada.
Además indica que los principales motores del aumento de la demanda en
la próxima década serán el aumento de la población y el desarrollo económico,
aunque los efectos del cambio climático desempeñarán un papel creciente sobre
todo después de 2040.
El paso más importante para afrontar el problema sería un uso más eficaz
de la agricultura, que supone 70 por ciento del empleo mundial de agua dulce,
agrega el texto, que también destaca el papel que puede desempeñar Estados
Unidos para cooperar en este ámbito, y que si no “otros estados podrían
hacerlo”.
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