En el periodismo como en
otras facetas de la vida humana, no queda más que expresarse con claridad y
honestidad, sin darles tantas vueltas al
asunto.
Decimos lo anterior por la
reciente aparición de un periódico catorcenal pomposamente intitulado La Verdad
de Guerrero en alusión al medio ya
desaparecido que por muchos años circuló en Acapulco y en otras partes del
estado de Guerrero.
Pues bien, lo que se supone
será la réplica de aquel medio combativo que fundara don Ignacio de la Hoya
hace poco más de 50 años, no tiene nada de lo que piensan hacer esos cesudos
periodistas, porque hasta en el contenido se refleja lo que en realidad
persiguen, porque ni siquiera lo saben disimular.
Por ejemplo, es catorcenal y
no diario como al que hacen alusión. Aquel medio se mantenía de su circulación
y no de la dádiva oficial como aquí se demuestra que se pretende.
Las plumas de aquel medio,
reflejaban el sentir de la sociedad y sus articulistas no andaban de carroñeros
inventando cosas para abrir paso a los jugosos convenios publicitarios.
Se agarran de personas muy
respetables en el medio pero solo para explotar el prestigio de cada uno,
porque hasta sin el consentimiento de cada uno, los metieron en el enlistado del
directorio.
La mayor parte de quienes lo
integran, son personas acostumbradas a vivir de lo que se pueda con tal de no
trabajar. La sociedad los conoce y los conoce muy bien, por si ellos
pudieran tener alguna duda.
El quehacer
periodístico lo puede ejercer quien
tenga vocación de servir y no de servirse, de ahí que la aparición de cualquier
medio a estas alturas es bien recibida,
lo que no se vale es que se pretendan agarrarse de todo un buen prestigio de
renombrados periodistas para saciar apetitos personales. Se vale que cada quien
exponga sus ideas como mejor, le venga en gana, pero no colgarse del prestigio
de muchos compañeros amantes de la
honestidad, para buscar provechos personales.
El diario que hacen alusión
en el cabezal del nuevo periódico, desapareció hace muchos años, después que
por su dirección pasaron varios personajes a quienes por respeto no se les menciona
porque casi todos murieron. En el actual, la crítica se práctica en forma
agresiva para sacar tajada, lo que parece ser que por ahí no va el asunto.
Aquí nomás vertimos una
modesta opinión y queda entre esos señores periodistas si recapacitan o siguen
con la espada desenvainada buscando el dinero fácil a costa de todo un prestigio
como lo fue LA VERDAD DE GUERRERO que por sus criticas sustentadas hacia el
gobierno, su primer director don Nacho de la Hoya, le costó una soberana
golpiza que hasta con trastornado mental
quedó para todos los días de su vida.