MÉXICo. abril del 2012. (Fuente: Kaleydoscopio). Las
relaciones extramaritales son aprobadas, con matices, por tres de cada diez
mexicanos en ambos sentidos, del esposo a la mujer y de la esposa al hombre, de
acuerdo con un estudio de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE).
GCE preguntó en el país a 3,000
personas, en entrevistas realizadas en sus casas, si estaban o no justificadas
las relaciones extramaritales para ambos miembros de la pareja.
Que él ponga los cuernos es totalmente
injustificado para 50.3%, pero está totalmente justificado para 5.4%, más o
menos justificado para 5.4%, algunas veces justificado para 18.4%, pocas veces
justificado para 6.9%. En total los que de alguna forma toleran los amoríos
extramuros por parte del esposo suman 36.1%.
El 13.3% no quiso comprometerse con
una respuesta e hizo mutis ante esta pregunta.
El estudio de GCE, en colaboración
con la Cátedra UNESCO en Comunicación y Sociedad y el Departamento de
Comunicación de la Universidad Iberoamericana, comprendió a 1,500 jóvenes de 18
a 29 años, y 1,500 adultos de 30 años en adelante.
Cuando tocó opinar sobre si se
justificada la infidelidad de la esposa, el porcentaje de tolerancia fue
cercano al de la respuesta que se dio para el marido. Con sus matices, 33.2% de
los entrevistados dijo que se justificaba la puesta de cuernos por parte de la
mujer: 5.9%, totalmente justificado; 5.1%, más o menos justificado; 16.4%,
algunas veces justificado, y 5.8% pocas veces justificado.
El 52.3% respondió que es totalmente
injustificado que una mujer le ponga los cuernos al hombres y 14.5% no supo o
prefirió no contestar.
Por regiones, la zona centro del país
es la más permisiva a los amores fuera de la cancha reglamentaria, pues 41.6%
dijo que para el marido estos desfogues son justificados, con sus matices;
44.6% rechazó la canita al aire y 13.8% cerró la boca y no opinó.
En la misma región central la esposa
tiene “permiso”, con sus matices, para 39.1%, pero 46.6% cerró la puerta a la
posibilidad de que un tercero entre en la alcoba marital cuando el marido no
está. El 14.3% dijo que no sabía o no contestó.
Los norteños dieron el sí, con sus
asegunes, a las relaciones extramaritales de los esposos con 32.6%, pero 53.6%
se opuso abiertamente a estos deslices masculinos.
En esta misma región, 29.1% de los
hombres del norte dicen que sí se justifica, también con matices, que las
mujeres tengan su aventura extramarital, pero 55.4% dijo que de ninguna manera.
El 32.8% de los sureños dijo que sí a
los amores externos para el esposo, pero 55.2% rechazó ese desliz; 12% optó por
el silencio.
En cuanto a la mujeres, en la zona
sur, 29.6% dijo que se justifica, con sus asegunes, el que una esposa sea
infiel, mientras que 57.2% rechazó que “otro” entre al quite cuando el marido
no está. El 13.2% dijo que no sabe o no contestó.