Juan
López
La izquierda política se siente agraviada
por MORENA, nuevo Partido con el que irrumpe López Obrador en la escena de las
próximas elecciones en Guerrero, porque divide las cuotas en las urnas para
todos los que ha aglutinados, lograron el poder en el anterior proceso electoral.
Debe aclararse: preocupa a las “tribus”, a las “corrientes”, a los grupúsculos
que confunden la izquierda con una regiduría. No inquieta a los ciudadanos que siempre
fueron omitidos del banquete presupuestal.
Ser de izquierda es una actitud personal en
la vida, no una diputación plurinominal. La izquierda lucha por la libertad, la
justicia y la democracia. Le irrita la desigualdad económica y social. Combate
el racismo, la discriminación, el fanatismo. No se presta a la simulación
política. Por sobre todas las causas y circunstancias, es honesta, íntegramente
honrada: Ejemplos: Othón Salazar, Pablo Sandoval Cruz, Eloy Cisneros Guillén…
No podemos los electores coincidir con los
políticos sean de la vertiente ideológica que sean. Igual medra en la nómina el
panista, el priista y el perredista. Si tuviésemos el antecedente de que los
ediles de izquierda hubiesen rechazado los cien mil pesos que el Ayuntamiento
les regala por su cara bonita, nos dolería mucho que López Obrador viniera a
impedirles que llegaran al Cabildo. Pero son tan ladrones los unos como los
otros. Me disculpo por la dura palabra conque los califico pero quien dice
mentiras es un mentiroso, quien defiende a un reo es un abogado y quien toma lo
que no es suyo es un ladrón.
La clase política obtiene en México los más altos índices de desprecio social.
Cerca de los que alcanzan las policías y los “franeleros”. Conque Abelina López
Rodríguez cobre medio millón de pesos mensuales como diputada local y lo mismo
haga Jorge Camacho Peñaloza, lo único que logran es igualar la corrupción en el
PAN y el PRD: qué meta tan nauseabunda.
Creen estos sujetos que un hombre que
trabaja con rudeza, paga
impuestos, sufre la carestía, padece
inseguridad, tiene agua sólo cuando llueve, le llega un carísimo recibo
de la luz, pueda, este individuo, estar
interesado en vigilar que la izquierda no pierda su curul, sus escaños, ni le
aminoren sus regidurías, si todos ellos, sean del color que sean, del partido
que usted guste, sólo van a las arcas del erario a solucionar sus economías
personales y, de paso reparten láminas
de cartón, despensas, migajas, muestras médicas y promesas, “rollos” tan áridos como falsos, para poder dar el
siguiente salto a otro generoso puesto que perpetúe su glotonería.
La aparición de MoReNa en la boleta
electoral debiera servir a la izquierda como una catarsis. Analizar dónde se
extravió el rumbo de la sanidad política y buscar la tesis moral que lleve a
los partidos ofendidos a buscar la purificación de sus vicios y torpezas
políticas manchadas de gula y ambición.
El éxito y crecimiento preferencial de
López Obrador en la sociedad guerrerense es simpatía natural por un lado pero,
la gente ve también en este desplazamiento político, la ocasión para sacudirse a tanto impostor y simulador
enquistados en los membretes que se autocalifican de “izquierdas”.
MoReNa trae nuevas opciones. Esperamos igualmente que presente mejores candidatos, que sean realmente una opción fresca, para que los
guerrerenses votemos por una nueva generación política que higienice los
establos públicos de tanta corrupción multicolor.
PD: “Si tú me dices ven, lo dejo todo”:
Amado Nervo.
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