domingo, 8 de junio de 2014

Izquierda Derechista



Juan López

    La izquierda política se siente agraviada por MORENA, nuevo Partido con el que irrumpe López Obrador en la escena de las próximas elecciones en Guerrero, porque divide las cuotas en las urnas para todos los que ha aglutinados, lograron el poder en el anterior proceso electoral. Debe aclararse: preocupa a las “tribus”, a las “corrientes”, a los grupúsculos que confunden la izquierda con una regiduría. No inquieta a los ciudadanos que siempre fueron omitidos del banquete presupuestal.

    Ser de izquierda es una actitud personal en la vida, no una diputación plurinominal. La izquierda lucha por la libertad, la justicia y la democracia. Le irrita la desigualdad económica y social. Combate el racismo, la discriminación, el fanatismo. No se presta a la simulación política. Por sobre todas las causas y circunstancias, es honesta, íntegramente honrada: Ejemplos: Othón Salazar, Pablo Sandoval Cruz, Eloy Cisneros Guillén…

    No podemos los electores coincidir con los políticos sean de la vertiente ideológica que sean. Igual medra en la nómina el panista, el priista y el perredista. Si tuviésemos el antecedente de que los ediles de izquierda hubiesen rechazado los cien mil pesos que el Ayuntamiento les regala por su cara bonita, nos dolería mucho que López Obrador viniera a impedirles que llegaran al Cabildo. Pero son tan ladrones los unos como los otros. Me disculpo por la dura palabra conque los califico pero quien dice mentiras es un mentiroso, quien defiende a un reo es un abogado y quien toma lo que no es suyo es un ladrón.

    La clase política obtiene en México los más altos índices de desprecio social. Cerca de los que alcanzan las policías y los “franeleros”. Conque Abelina López Rodríguez cobre medio millón de pesos mensuales como diputada local y lo mismo haga Jorge Camacho Peñaloza, lo único que logran es igualar la corrupción en el PAN y el PRD: qué meta tan nauseabunda.

    Creen estos sujetos que un hombre que trabaja con rudeza, paga impuestos, sufre la carestía, padece  inseguridad, tiene agua sólo cuando llueve, le llega un carísimo recibo de la luz, pueda, este individuo, estar interesado en vigilar que la izquierda no pierda su curul, sus escaños, ni le aminoren sus regidurías, si todos ellos, sean del color que sean, del partido que usted guste, sólo van a las arcas del erario a solucionar sus economías personales y, de paso reparten  láminas de cartón, despensas, migajas, muestras médicas y promesas, “rollos”  tan áridos como falsos, para poder dar el siguiente salto a otro generoso puesto que perpetúe su glotonería.

    La aparición de MoReNa en la boleta electoral debiera servir a la izquierda como una catarsis. Analizar dónde se extravió el rumbo de la sanidad política y buscar la tesis moral que lleve a los partidos ofendidos a buscar la purificación de sus vicios y torpezas políticas manchadas de gula y ambición.  

    El éxito y crecimiento preferencial de López Obrador en la sociedad guerrerense es simpatía natural por un lado pero, la gente ve también en este desplazamiento político, la ocasión para  sacudirse a tanto impostor  y simulador  enquistados en los membretes que se autocalifican de “izquierdas”.

   MoReNa trae nuevas  opciones. Esperamos igualmente que presente  mejores candidatos, que  sean realmente una opción fresca, para que los guerrerenses votemos por una nueva generación política que higienice los establos públicos de tanta corrupción multicolor.


    PD: “Si tú me dices ven, lo dejo todo”: Amado Nervo.

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