martes, 24 de enero de 2012

La lepra puede causar daños severos al sistema nervioso y discapacidad, advierte IMSS



·        Al igual que en el resto del país, en la Delegación Guerrero del Instituto registra un mínimo de personas con la enfermedad

Acapulco, Gro.,   enero de 2012. La lepra es una enfermedad crónica infecciosa, pero con temprana detección y  tratamiento adecuado es totalmente curable, indicó la Coordinación de Información y Análisis Estratégico de la Delegación en Guerrero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Al conmemorarse este 24 de enero del Día Mundial de la Lucha contra la Lepra –o enfermedad de Hansen-, el IMSS en la entidad informó que este padecimiento es difícil de adquirir, ya que sólo cinco de cada 100 personas que se exponen al microbio que la causa (Mycobacterium leprae), la desarrollan en algún momento de su vida.

Esta enfermedad se caracteriza por un largo proceso de incubación que generalmente es de años y afecta sobre todo al sistema nervioso periférico y piel, además puede afectar otros órganos y en ocasiones es sistémica.

“Afecta sólo a una proporción de individuos susceptibles y presenta un espectro muy amplio de acuerdo a la respuesta inmunológica del paciente, explicó el coordinador de esta área, Ángel Bustos Estrada, quien agregó que no existe vacuna eficaz para su prevención.

Puede considerarse como caso probable de lepra cualquier persona con manchas hipo-pigmentadas, rojizas o cobrizas con trastorno de la sensibilidad, o bien placas infiltradas, nódulos (quistes), infiltración difusa, úlceras, o zonas con trastorno de la sensibilidad sin lesiones dermatológicas.

La vía de transmisión más probable de la lepra  parece ser la respiratoria, al inhalar gotitas de flügge  -pequeñas gotitas de saliva que se emiten al hablar, toser o estornudar y que sirven de transporte para los microorganismos que se hallan en las vías respiratorias; actúan de vehículo de contagio de enfermedades infecciosas-, o bien por contacto con úlceras o nódulos abiertos en un paciente multibacilar sin tratar, los bacilos penetran en el cuerpo humano por la piel alterada, vía oral, vía respiratoria, membranas mucosas o inoculaciones.

Existen varios tipos de lepra: Lepromatoso, (multibacilar) lesiones dérmicas caracterizadas por máculas, pápulas, nódulos, sistémicas, numerosas, extensas y progresivas, con abundantes bacilos.

Lepra tipo tuberculoide, (paubacilar) lesiones dérmicas localizadas, escasas, hipoestésicas o anestésicas, hipopigmentadas o rojizas, regresivas, afecta nervios periféricos, sin bacilos demostrables.

Lepra grupo dimorfo, que se refiere a lesiones histológicas de los dos tipos existentes y clínicamente semejante al tuberculoide, con o sin manifestaciones neurológicas; sin o con escasos bacilos, corresponden al borderline o limítrofe.

Lepra grupo indeterminado, que son lesiones cutáneas hipopigmentadas y afectación neurológica; sin o con escasos bacilos aislados, pude evolucionar hacia las formas antes descritas.

Las reacciones de la lepra son inflamaciones locales o diseminadas, causadas por el sistema inmunológico ante la presencia de antígenos de bacilos que pueden estar vivos o no. Son cuadros agudos que interrumpen la evolución crónica de la lepra.

Son la causa principal de lesión nerviosa y discapacidad. Pueden ocurrir antes, durante y después del tratamiento, su aparición es favorecida principalmente por la medicación específica que destruye el material bacilar y deben recibir tratamiento inmediato. Existen dos tipos de reacción.

La reacción tipo I, se presenta en los primeros meses de terapia en los casos lepra dimorfa tuberculoide (BT), consiste en una agudización de las lesiones preexistentes y neuropatía. La reacción de degradación ocurre en los casos lepra dimorfa lepromatosa (BL) no tratados o en los que han interrumpido el tratamiento.

La reacción tipo II se presenta en los casos lepromatosos y se caracteriza por periodos agudos denominados reacción leprosa, manifestados por síndrome febril, cefalea, malestar general, artralgias (dolor de articulaciones) y neuritis de varios nervios, todo este cuadro acompañado por alguno de los tres síndromes cutáneos: eritema nudoso, eritema polimorfo o eritema necrosante.

Bustos Estrada reveló que el IMSS en la entidad registró en 2011 únicamente tres derechohabientes con la enfermedad, quienes fueron adecuadamente tratados y se encuentran en total recuperación gracias a la detección e intervención médica oportuna de nuestros especialistas.

La lepra es una enfermedad curable. Si se trata en las primeras fases, se evita la discapacidad. El tratamiento puede durar en promedio de 6 a 12 meses dependiente del tipo”, insistió el especialista.

Mencionó que las acciones preventivas es acudir con su médico familiar ante la aparición de los síntomas antes referidos, y de comprobarse el diagnóstico, el derechohabiente será inmediatamente canalizado al área de especialidad médica correspondiente.

El coordinador de esta área del Instituto, aclaró que los tratamientos para estos pacientes son proporcionados por la Secretaria de Salud a través de las Jurisdicciones Sanitarias, ya que estos procedimientos son proporcionados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

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