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Al igual que en el resto del
país, en la Delegación Guerrero del Instituto registra un mínimo de personas
con la enfermedad
Acapulco, Gro., enero de 2012. La lepra es una enfermedad
crónica infecciosa, pero con temprana detección y tratamiento adecuado es totalmente curable,
indicó la Coordinación de Información y Análisis Estratégico de la Delegación
en Guerrero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Al
conmemorarse este 24 de enero del Día Mundial de la Lucha contra la Lepra –o
enfermedad de Hansen-, el IMSS en la entidad informó que este padecimiento es
difícil de adquirir, ya que sólo cinco de cada 100 personas que se exponen al
microbio que la causa (Mycobacterium leprae), la desarrollan en algún momento
de su vida.
Esta
enfermedad se caracteriza por un largo proceso de incubación que generalmente es de años y afecta
sobre todo al sistema nervioso periférico y piel, además puede afectar otros
órganos y en ocasiones es sistémica.
“Afecta sólo a una proporción de
individuos susceptibles y presenta un espectro muy amplio de acuerdo a la
respuesta inmunológica del paciente, explicó el coordinador de esta área, Ángel
Bustos Estrada, quien agregó que no existe vacuna eficaz para su prevención.
Puede considerarse como caso
probable de lepra cualquier persona con manchas hipo-pigmentadas, rojizas o
cobrizas con trastorno de la sensibilidad, o bien placas infiltradas, nódulos
(quistes), infiltración difusa, úlceras, o zonas con trastorno de la
sensibilidad sin lesiones dermatológicas.
La vía de transmisión más probable
de la lepra parece ser la respiratoria,
al inhalar gotitas de flügge -pequeñas gotitas de saliva que se emiten al hablar, toser
o estornudar y que sirven de transporte para los microorganismos que se hallan
en las vías respiratorias; actúan de vehículo de contagio de enfermedades
infecciosas-, o
bien por contacto con úlceras o nódulos abiertos en un paciente multibacilar
sin tratar, los bacilos penetran en el cuerpo humano por la piel alterada, vía
oral, vía respiratoria, membranas mucosas o inoculaciones.
Existen varios tipos de lepra: Lepromatoso, (multibacilar) lesiones
dérmicas caracterizadas por máculas, pápulas, nódulos, sistémicas, numerosas,
extensas y progresivas, con abundantes bacilos.
Lepra tipo
tuberculoide, (paubacilar) lesiones
dérmicas localizadas, escasas, hipoestésicas o anestésicas, hipopigmentadas o
rojizas, regresivas, afecta nervios periféricos, sin bacilos demostrables.
Lepra
grupo dimorfo,
que se refiere a lesiones histológicas de los dos tipos existentes y
clínicamente semejante al tuberculoide, con o sin manifestaciones neurológicas;
sin o con escasos bacilos, corresponden al borderline o limítrofe.
Lepra
grupo indeterminado,
que son lesiones cutáneas hipopigmentadas y afectación neurológica; sin o con
escasos bacilos aislados, pude evolucionar hacia las formas antes descritas.
Las reacciones de la lepra son
inflamaciones locales o diseminadas, causadas por el sistema inmunológico ante
la presencia de antígenos de bacilos que pueden estar vivos o no. Son cuadros
agudos que interrumpen la evolución crónica de la lepra.
Son la causa principal de lesión
nerviosa y discapacidad. Pueden ocurrir antes, durante y después del
tratamiento, su aparición es favorecida principalmente por la medicación
específica que destruye el material bacilar y deben recibir tratamiento
inmediato. Existen dos tipos de reacción.
La reacción tipo I, se presenta en
los primeros meses de terapia en los casos lepra dimorfa tuberculoide (BT),
consiste en una agudización de las lesiones preexistentes y neuropatía. La
reacción de degradación ocurre en los casos lepra dimorfa lepromatosa (BL) no
tratados o en los que han interrumpido el tratamiento.
La reacción tipo II se presenta en
los casos lepromatosos y se caracteriza por periodos agudos denominados
reacción leprosa, manifestados por síndrome febril, cefalea, malestar general,
artralgias (dolor de articulaciones) y neuritis de varios nervios, todo este
cuadro acompañado por alguno de los tres síndromes cutáneos: eritema nudoso, eritema
polimorfo o eritema necrosante.
Bustos Estrada reveló que el IMSS en
la entidad registró en 2011 únicamente tres derechohabientes con la enfermedad,
quienes fueron adecuadamente tratados y se encuentran en total recuperación
gracias a la detección e intervención médica oportuna de nuestros
especialistas.
“La lepra es una enfermedad curable. Si se trata en las
primeras fases, se evita la discapacidad. El tratamiento puede durar en
promedio de 6 a 12 meses dependiente del tipo”, insistió el especialista.
Mencionó
que las acciones preventivas es acudir con su médico familiar ante la aparición
de los síntomas antes referidos, y de comprobarse el diagnóstico, el
derechohabiente será inmediatamente canalizado al área de especialidad médica
correspondiente.
El
coordinador de esta área del Instituto, aclaró que los tratamientos para estos
pacientes son proporcionados por la Secretaria de Salud a través de las
Jurisdicciones Sanitarias, ya que estos procedimientos son proporcionados por
la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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