Chilpancingo, Gro., diciembre de 2011 (IRZA).- Transportistas
y ciudadanos del municipio de Chilpancingo se manifestaron porque cesen las
manifestaciones de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, que
dijeron sólo afectan la economía y la paz de la capital, por lo que exigieron a
las autoridades que tomen cartas en el asunto y no permitan que continúe la
anarquía y la impunidad con estas acciones de los jóvenes normalistas.
En un sondeo realizado entre
ciudadanos de Chilpancingo, los transportistas Victoriano Torres Salas, Carmelo
Flores Julián, Ismael Parra, coincidieron en que las manifestaciones
estudiantiles les generan afectaciones como pérdida de tiempo y dinero, porque
a ellos sus patrones les piden entregar una cantidad diaria de dinero (conocida
como cuenta), sin importar lo que tengan que enfrentar para cumplir su ruta.
“Nos afectan demasiado, porque
nos impiden circular y tenemos que buscar diferentes calles para salir; es
mucha pérdida de tiempo y dinero”, dijo Carmelo Flores, y pidió al gobierno
poner “un alto” a esta situación que afecta a la ciudadanía.
Por su parte, los taxistas Víctor
Manuel García Hernández y Carlos Gatica González señalaron que las
protestas y marchas estudiantiles les afectan económicamente porque cuando los
estudiantes cierran alguna calle, se tardan en llegar al lugar donde deben
llevar su pasaje, y a pesar de ello deben completar la tarifa que les piden sus
patrones.
Manuel Rodríguez Catalán sugirió
que el gobierno tenga una actitud más enérgica hacia los estudiantes
normalistas de Ayotzinapa, porque “les ha tolerado demasiado”.
Juan Carlos Sotelo Montaño,
criticó que las afectaciones son para todos, no sólo para automovilistas,
porque los normalistas “han caído en actos vandálicos” y que el gobierno debe
agotar el diálogo para evitar marchas y afectaciones a terceros.
La señora Marisela Rendón se
quejó de que este tipo de movilizaciones afecta a la ciudadanía en general
porque le provoca llegar tarde a su empleo o a otros compromisos. Afirma que el
derecho a protestar es legítimo, siempre y cuando se ejerza con respeto a los
derechos de terceros.
Alma Delia Rodríguez relató que
en lo personal las movilizaciones le afectan económicamente porque ha tenido
que pagar taxis para poder trasladarse de un lugar a otro, cuando están
bloqueadas las rutas del transporte urbano.
Marco Antonio García, por su parte, criticó los
métodos de manifestaciones que utilizan los normalistas de Ayotzinapa, porque
podrían protestar y movilizarse sin causar destrozos, no destruir vehículos ni
agredir a terceros.
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