jueves, 22 de diciembre de 2011

Exigen cese de manifestaciones de normalistas



Chilpancingo, Gro., diciembre  de 2011 (IRZA).- Transportistas y ciudadanos del municipio de Chilpancingo se manifestaron porque cesen las manifestaciones de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa,  que dijeron sólo afectan la economía y la paz de la capital, por lo que exigieron a las autoridades que tomen cartas en el asunto y no permitan que continúe la anarquía y la impunidad con estas acciones de los jóvenes normalistas.

En un sondeo realizado entre ciudadanos de Chilpancingo, los transportistas Victoriano Torres Salas, Carmelo Flores Julián, Ismael Parra, coincidieron en que las manifestaciones estudiantiles les generan afectaciones como pérdida de tiempo y dinero, porque a ellos sus patrones les piden entregar una cantidad diaria de dinero (conocida como cuenta), sin importar lo que tengan que enfrentar para cumplir su ruta.

“Nos afectan demasiado, porque nos impiden circular y tenemos que buscar diferentes calles para salir; es mucha pérdida de tiempo y dinero”, dijo Carmelo Flores, y pidió al gobierno poner “un alto” a esta situación que afecta a la ciudadanía.

Por su parte, los taxistas Víctor Manuel García Hernández y Carlos Gatica González  señalaron que las protestas y marchas estudiantiles les afectan económicamente porque cuando los estudiantes cierran alguna calle, se tardan en llegar al lugar donde deben llevar su pasaje, y a pesar de ello deben completar la tarifa que les piden sus patrones.

Manuel Rodríguez Catalán sugirió que el gobierno tenga una actitud más enérgica hacia los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, porque “les ha tolerado demasiado”.

Juan Carlos Sotelo Montaño, criticó que las afectaciones son para todos, no sólo para automovilistas, porque los normalistas “han caído en actos vandálicos” y que el gobierno debe agotar el diálogo para evitar marchas y afectaciones a terceros.

La señora Marisela Rendón se quejó de que este tipo de movilizaciones afecta a la ciudadanía en general porque le provoca llegar tarde a su empleo o a otros compromisos. Afirma que el derecho a protestar es legítimo, siempre y cuando se ejerza con respeto a los derechos de terceros.

Alma Delia Rodríguez relató que en lo personal las movilizaciones le afectan económicamente porque ha tenido que pagar taxis para poder trasladarse de un lugar a otro, cuando están bloqueadas las rutas del transporte urbano.

Marco Antonio García, por su parte, criticó los métodos de manifestaciones que utilizan los normalistas de Ayotzinapa, porque podrían protestar y movilizarse sin causar destrozos, no destruir vehículos ni agredir a terceros. 

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