Carlos
Cabrera/NOTYMAS
Chilpancingo,
Gro., marzo 09 de 2015 (NOTYMAS).- Las diferencias que existen entre los dirigentes de la
Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), y que
cada día suelen ser más obvias ante la opinión pública, podrían generar
enfrentamientos físicos entre los propios maestros que integran el Movimiento
Popular Guerrerense (MPG).
Al menos así se puedo observar la mañana de este lunes
cuando un grupo de maestros de ultraderecha, como se dicen llamar, y que no
comulgan con su dirigente Ramos Reyes Guerrero, impidieron que otro grupo de
docentes saliera de su campamento a bordo de un autobús para participar en la
marcha de este lunes sobre la autopista del sol.
El altercado se generó cuando un autobús que transporta a
maestros simpatizantes con Reyes Guerrero, pretendían cruzar por un bloqueo que
mantenían adultos mayores y discapacitados de Chilpancingo sobre la avenida
Ignacio Ramirez, lo cual fue impedido por otros maestros que se identifican con
la profesora Antonia Morales y Minervino Moran.
La intención fue impedir que sus compañeros salieran del
campamento para reforzar la movilización a la que convocó Ramos Reyes Guerrero,
y que se realizó por los carriles centrales de la autopista del sol en
Chilpancingo.
Cabe señalar que el grupo disidente al interior de la
CETEG, no participó en la marcha de este lunes porque están organizando su
propia movilización para el próximo miércoles once de marzo, planteando las
mismas demandas a los gobierno federal y estatal; lo que se ha traducido como
una medición de fuerzas con las bases.
La división entre el magisterio disidente se generó a
finales del mes de enero, cuando el dirigente estatal ofreció entregar los
vehículos que fueron retenidos por el movimiento a los tres niveles de
gobierno, así como liberar los ayuntamientos y oficinas públicas tomadas, esto
sin haber consultado antes a las bases.
Estas acciones fueron tomadas como una traición al
movimiento y la entrega de la lucha a los gobierno federal y estatal, por lo
que acordaron desconocer el liderazgo de Reyes Ramos, y luchar por su propio
rumbo por el caso Ayotzinapa, lo cual no fue respaldado por los representantes
de las regiones Montaña y Costa Chica.
Después de la desaparición de los 43 estudiantes
normalistas en la ciudad de Iguala, maestros disidentes de Guerrero se
aglutinaron en el Movimiento Popular Guerrerense (MPG) y se instalaron en un
plantón indefinido en la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac, a partir del
ocho de octubre pasado.
La división del magisterio disidente se ha vuelto obvia
ante la opinión pública, ya que mientras los maestros representados por Ramos
Reyes Guerrero determinaron movilizarse de manera pacífica y respetuosa al
libre tránsito de terceros; la otra ala, la que es encabezada por los
profesores Minervino Morán y Antonia Morales, se han caracterizado por asumir
actitudes agresivas y violentas. (NOTYMAS)