PRD y PAN por eso
darán lucha sólo por el segundo lugar en la elección federal…
Los perredistas,
peleados entre sí; los panistas, traicionaron a su partido…
Por José Hugo Trejo
El conflicto que prevalece en el seno del Partido de la Revolución Democrática
(PRD) de Quintana Roo, entre quienes controlan la estructura orgánica
perredista y los seguidores del ex presidente municipal de Benito Juárez,
Gregorio Sánchez Martínez, “Greg”, está metiendo de lleno al Partido Acción Nacional
(PAN) a la disputa por el segundo sitio en la elección para el Senado de la
República, aún cuando sus candidatos no radiquen ni sean conocidos en la
entidad.
Ya dijimos en anterior colaboración que el panismo quintanarroense, sobre todo
sus principales cuadros, había abandonado la lucha electoral al manifestar
desinterés por las candidaturas al Senado, dejando que la dirigencia nacional
del PAN designara candidatos extraños a Quintana Roo, dado que ningún panista
quintanarroense se registró como precandidato cuando se emitió la convocatoria
respectiva.
Militantes panistas “distinguidos” como la ex presidenta municipal de Isla
Mujeres, Alicia Ricalde Magaña; el diputado federal Gustavo Ortega Joaquín,
quien también ya fue presidente municipal de Cozumel por el PAN; la dos veces
diputada local Patricia Sánchez Carrillo; y, la exdelegada de la Sedesol,
Mercedes Hernández Rojas entre otros destacados “cuadros”, hicieron mutis a la
convocatoria para el registro de las precandidaturas a senadores de su partido,
concentrando su interés en alcanzar un espacio en la lista de candidatos a
diputados de representación proporcional, dejando al panismo del estado sin un
liderazgo propio que dé la cara en la campaña electoral frente a los candidatos
del PRI y del PRD.
Es muy difícil de creer que en esta campaña se haya dado algún acuerdo de
facto, sin formalizar, entre los dirigentes perredistas y los panistas para no
dividir el voto contrario al PRI y allanarle el triunfo a los candidatos de la
coalición del PRD con el Partido del Trabajo y Convergencia, como ocurrió en la
elección municipal de Benito Juárez de 2010, cuando el panismo le allanó el
camino a la Presidencia Municipal al perredista Julián Ricalde Magaña.
No. Los “cuadros” panistas quintanarroenses mencionados, se dejaron llevar
únicamente por su interés mezquino, dejando sentir su incredibilidad a los
resultados que el gobierno federal, que es emanado de su partido, se ufana en
hacer creer a la población mexicana, su falta de confianza en su propia personalidad
e imagen política así como su carencia de mística y compromiso con el partido
que les ha permitido destacar y vivir de la cosa pública.
Por eso sólo le están apostando a conseguir una posición, de las que llegan a
la Cámara de Diputados, en la lista de candidatos plurinominales. Pero por el
panismo y la defensa del gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa, nada
harán en esta campaña, como nada hicieron por sacar adelante la candidatura de
Ernesto Cordero, con la que se comprometieron por pura conveniencia personal.
Sin embargo, los “cuadros” panistas de Quintana Roo que despreciaron las
candidaturas al Senado de la República, se equivocaron en su cálculo mezquino,
porque su partido está ya en la posibilidad de alcanzar un segundo lugar en la
captación de votos de la elección para el Senado; dada la división que se
aprecia en las filas perredistas entre los seguidores del presidente municipal
de Benito Juárez, Julián Ricalde, y los de “Greg” Sánchez Martínez.
Las diferencias y los resentimientos entre los perredistas ya se han expresado
a su máximo nivel, luego de que el Consejo Estatal del partido del sol azteca,
cuestionara y descalificara la precandidatura a senador de “Greg” Sánchez
Martínez y se pronunciara a favor de las que encabezan Luz María Beristain y
Latifa Muza Simón; aunque la decisión final todavía no la toma la dirigencia
nacional del PRD.
Pero gane uno o gane otro bando perredista, sus posiciones se antojan ya
irreconciliables, por lo que se ve difícil que los ganadores de las candidaturas
consigan el respaldo de los perdedores en la campaña; sobre todo porque entre
ellos se han registrado traiciones que los llevarán a los unos y los otros a
acercarse más con sus adversarios priistas o panistas, que a buscar una
conciliación que los beneficie a ambos.
Y si a esa división del perredismo quintanarroense se le suma un crecimiento
importante en la aceptación de la candidatura presidencial que encabeza por el
PAN Josefina Vázquez Mota, lo que sin duda acarreará votos a todos los
candidatos panistas que participaran en la elección del primer domingo de julio
próximo, el arribo de un senador panista por Quintana Roo, podría estar
asegurado aunque el candidato sea un veracruzano que nada tiene que ver con la
entidad.
Y para que eso suceda, no importa que los candidatos a senadores panistas que
designó la dirigencia nacional, ni siquiera vengan a realizar campaña
proselitista alguna, pues el voto panista en Quintana Roo ya le ha dado el
triunfo a personajes desconocidos en la entidad, como fue el caso de la ahora
diputada local Yolanda Garmendia, quien sin hacer campaña alguna ganó la
diputación federal correspondiente al Tercer Distrito en la elección federal de
2006.
De ahí pues que la mezquindad de los cuadros panistas de Quintana Roo, le puedan
costar al estado un espacio de la representación que le corresponde en el
Senado de la República…