Julián
Bello, estudiante de química de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Azcapotzalco (UAM-A), y su tutora, la doctora Julia Aguilar Pliego, observaron
la problemática de contaminación que provocan las grasas y aceites que emanan
del proceso de cocción de pollos conocido como “rostizado”, y notaron una gran
oportunidad para transformar estos residuos en un compuesto útil y amigable con
el ambiente: el biodiesel.
De esta
forma utilizaron un catalizador (sustancia que induce, propicia y acelera una
reacción química) para transformar las grasas residuales a combustible. Esto
fue posible debido a un proceso químicamente conocido como esterificación de
ácidos grasos libres.
La
doctora Julia Aguilar mencionó que los aceites frescos que se utilizan
tradicionalmente para la cocción de alimentos contienen componentes como los
llamados triglicéridos. Sin embargo, ante factores como el calor al que son
sometidos, sus moléculas se degradan, formando ácidos grasos libres: “estos
residuos regularmente son arrojados a los afluentes acuíferos de la ciudad y
provocan contaminación” refirió la experta.
Al
utilizar un catalizador denominado MCM-41 funcionalizado con un grupo
Sulfónico, observaron que se producían esteres a partir de los ácidos grasos
presentes en los residuos grasos del pollo, y esta sustancia química es uno de
los componentes del biodiesel.
El
método desarrollado en la UAM-A tiene una eficiencia equivalente al 80 por
ciento de conversión de ácidos grasos libres a biodiesel. La doctora Aguilar
Pliego manifestó que el producto puede ser utilizado en diversas actividades industriales
o para el funcionamiento de maquinaria en fábricas, lo que redundaría en
beneficios ambientales.
Destacó
que la obtención del producto a partir de desechos orgánicos (biomasa)
representa una alternativa para producir combustibles sin dañar el equilibrio
en el medio ambiente. Dado que actualmente se ha logrado extraer biocombustible
a partir de plantas o frutos, que a su vez fungen como alimento para los seres
vivos, pero esto repercute en daños sobre la vegetación.
La
investigadora agregó que este proceso es viable para un país como México dada
la abundancia de negocios que generan una gran cantidad de residuos grasos.
Asimismo,
señaló que la obtención de este combustible no es un proceso costoso, “la mayor
inversión consiste en el catalizador que se utiliza para este proceso de
transformación”. Por este motivo, actualmente investigadores estudian las
propiedades de las zeolitas, un mineral muy barato y abundante en México que
podría solucionar el problema del alto costo de los catalizadores requeridos
para el proceso. (Agencia ID)