Emilio Nahín Rojas Madero
Cosa similar ocurrió en México, durante la época de la conquista; con una tribu conocida como los “yopes o yopis” ubicada en las costas del Estado de Guerrero. Estaban tan arraigados a sus creencias y sus costumbres que el propio Hernán Cortés les llego a temer tanto que prefirió dar la instrucción de que se les exterminara por ser la etnia más peligrosa para su proyecto de colonización, puesto que los yopes preferían morir antes que ser esclavizados. Algunos investigadores expresan que lo más probable es que no se consumara esta empresa; puesto que aun en la actualidad, los habitantes de esa entidad presentan ciertas características genómicas así como de carácter conductual.
Pero hoy en el México actual, resulta ser que los mexicanos somos mediocres e incompetentes. Faltos de cerebro para inventar o sobresalir, para crear e imaginar y la misma idea se le ha tratado de inculcar y fomentar a otras naciones. Solo Norteamérica es el Olimpo de los Dioses en la tierra; el resto somos los ineptos y mediocres de Hades. ¿Quién es Estados Unidos para decir qué gobierno debe ser reconocido y cuál debe ser cercado comercialmente? El gobierno yanqui al observar que un pueblo patriótico era difícil de sometérsele, les exigió a sus homólogos del mundo que destruyeran todas las creencias de sus gobernados. Por fin comprendió que para conquistar tenía que hacerlo desde adentro.
Implantándonos sus propias empresas, costumbres, música, vestimenta, educación y hasta creencias religiosas; aprovechándose de la corruptela que existe en las vernáculas. Ea pues allí la excesiva proliferación de los templos que son subsidiados con dinero norteamericano o acaso crees que con simples limosnas se pueden crear estos palacios. La otra mediocridad es la de prohibir que uno cante el himno o tenga acceso a usar los escudos nacionales; estableciendo sanciones pecuniarias, administrativas y hasta corporales. Y sabes por qué: porque de acuerdo con la teoría de los símbolos, mientras mayor contacto tenga el hombre con ellos, mas se afianza su amor y su patriotismo.
Acaso no has notado que aquellas películas que tocaban temas de tu nación, como la guerra civil, independencia o revolución, han sido censuradas. Películas donde se contemplaban escenas en las que un hombre de tu nacionalidad a pesar de estar mal herido de muerte; se levantaba y con trompeta en mano entonaba el himno nacional, provocando que el resto de sus connacionales en mismas condiciones; se levantasen y retomaran el mosquete para seguir combatiendo. Lo que provocaba que “masiosare”, el extraño enemigo; huyera despavorido ante ese cuadro de patrióticos muertos vivientes.
Y nuestros libros de historia, han sido profanados; reescribiéndonos el pasado según la conveniencia de quien se encuentre en el poder. Convirtiendo o describiendo a los caudillos históricos como si se tratase de seres intergalácticos, con poderes sobrehumanos; héroes borrados de la misma historia para evitar que sirvan de ejemplo a las nuevas generaciones. O desde nuestros congresos legislativos donde una sarta de animales vendepatria juega con nuestro calendario conmemorativo, cambiando las fechas reales como el natalicio de algún héroe bajo el discurso de obtener una mejor recaudación económica del turismo ampliando los puentes vacacionales. Hoy a los mexicanos nos cuesta trabajo saber con exactitud lo que se celebra el 21 de Marzo, mas aun cuando éste cae entre semana.
Es tan fácil hacer historia, el primer reto a vencer es el miedo al fracaso; solo hay que ser perseverante y paciente. Mas en países como México donde muchos no hacen nada; ya contaminados con estos preceptos norteamericanos, y aquél que levanta un dedo se vuelve grande. Conozco de un estudiante que con medio pasaje en mano recorrió el país y llego hasta donde se encontraba Andrés Manuel López Obrador. Me pregunto si sus compañeros de escuela llegaran a pensar que ese alumno tan insignificante, platico con un presidenciable; formando parte de la historia. Los mexicanos también podemos volar… basta con creer en nosotros. Y tú ¿crees en ti?
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