De la redacción
Tecpan de Galeana,
enero del 2014. Aquí en su tierra natal, todos le llamaban ponchito, quien a pesar de
su discapacidad congénita siempre se rehusó a implorar la caridad pública, porque
le gustaba trabajar. Ganarse el sustento diario con el sudor de su rostro, sin
arrugarle la cara a nada.
Nació un 5 de noviembre pero de 1947. Hijo de familia ampliamente
conocida, dedicada al trabajo, que fue la mejor herencia que le pudieron dejar
los que ya se adelantaron en este viaje sin retorno, en el que nuestro
personaje vivió como quiso, sin pedirle nada a nadie y solo dedicado a las
labores de limpieza del ayuntamiento local desde hace 12 años, cuando fue
contratado por la ex alcaldesa Sandra Belkis Ocampo Hernández,
Poncho o Ponchito para quienes no lo saben, era parte de la imagen
diaria del zócalo de esta ciudad donde estaba comisionado en mantener la
limpieza diaria, hasta hace algunos meses, cuando empezaron a vencerlo las
dolencias provocadas por el consumo del cigarro, que nunca pudo dejar a pesar
de los buenos consejos que recibía de sus múltiples amistades.
Su deceso ocurrió la mañana del pasado 12 del presente mes en el hospital
comunitario de esta población, donde dicen la atención medica no fue la
adecuada, aunque también se comenta que el estado de salud era terminal cuando
lo fueron a internar días antes.
Lo criticable de este asunto, fue que cuando su cuerpo lo fueron a
despedir del palacio municipal, nadie salió a darle el ultimo adiós. Ni
siquiera tuvo derecho a recibir un ramo de flores o cuando menos una veladora,
en recompensa a los años de servicios que prestó en esa mal llamada Casa del
Pueblo, que siempre opera con un fondo de apoyo para este tipo de
circunstancias, lo que no se hizo con el finado a pesar de la entrega que
siempre demostró en sus labores diarias.
Descanse en paz el buen amigo Alfonso de la O Ramírez. Tus amigos de la
banca del zócalo, siempre te recordaran.
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