Rusia. Febrero del 2012. (Agencia Internacional de
Noticias RT). Científicos de San Petersburgo
revivieron una planta del Pleistoceno de 30.000 años de antigüedad. El logro es
considerado sin precendentes para la biología mundial.
El
grupo de un Instituto perteneciente a la Academia de Ciencias de Rusia encontró
decenas de semillas incrustadas en la zona permamentemente congelada de
Siberia, después de un largo período expuestas a temperaturas inferiores a –10º
centígrados. Las semillas pertenecían a la especie Silene stenophylla, considerada
completamente extinta.
Los
científicos sacaron varios granos de una profundidad de 38 metros, que estaban
en lo que supuestamente había sido el nido de tamias o ardillas prehistóricas.
Las condiciones climáticas del valle del río Kolymá convirtieron esta guarida
en una cámara hermética donde las semillas se conservaron.
En
el laboratorio varias de las semillas premaduras echaron raíces. Los biólogos
aseguran que una parte de sus tejidos han conservado su capacidad reproductiva.
La
diferencia fundamental entre la especie recuperada por los paleobiólogos y las
modernas del mismo género radica en la forma de sus pétalos y la configuración
de sus inflorescencias: las antiguas tenían aparte los gametos masculinos y
femeninos, mientras que las actuales tienen pistilos y estambres en la misma
flor.
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