lunes, 9 de enero de 2012

Acumular desveladas pone en peligro la salud




·        Depresión, ansiedad y cambios en el metabolismo, algunas de las consecuencias

·        Combinar las trasnochadas con alcohol y otros estimulantes puede agravar los daños físicos y emocionales


México, D.F., enero de 2012.  Desvelarse de manera continúa pone en riesgo el estado de salud, aun cuando no se ingieran alcohol o alimentos ricos en grasas o carbohidratos, advirtió el jefe de la Clínica del Sueño del Hospital General Regional (HGR) número 1 “Carlos Mac Gregor Sánchez Navarro”, Carlos Solís Pérez.

Basta con hacerlo una sola vez por cualquier motivo para que al día siguiente el desvelo se vea reflejado en la respuesta del organismo. Los síntomas como fatiga y dolor de cabeza pueden ser inmediatos, pero acumular cansancio por varias desveladas tendrá repercusiones más severas en el buen funcionamiento orgánico, señaló el especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Otras manifestaciones de acumular varias noches sin dormir un promedio de 7 horas y tener que cumplir al día siguiente con las actividades cotidianas, son los cambios de personalidad con un incremento en la agresividad, ansiedad o depresión y sus consecuencias en las relaciones sociales, destacó Solís Pérez.

Esas horas de sueño, dijo, nunca se van a recuperar, ese tiempo se pierde definitivamente, aún cuando se descanse físicamente; además, el insomnio y las desveladas destruyen las neuronas, sentenció.

El también jefe del servicio de Inhaloterapia del HGR número 1 del Seguro Social destacó que uno de los mayores riesgos, producto de las trasnochadas es que la persona puede tener un súbito incremento en la presión arterial (hipertensión), resultado, precisamente, de robarle horas al tiempo de descanso.

 Explicó que el daño corporal o emocional fruto del desgaste ocasionado por las desveladas se puede presentar a cualquier edad y podría manifestarse a largo plazo, es decir, seis meses después de la serie de trasnochadas.

Por ello, Carlos Solís Pérez resaltó la importancia de los hábitos de sueño. Los niños deben dormir de 9 a 10 horas y los adultos de 6 a 8, además de que se debe acostar a una hora estipulada.

El jefe de la Clínica del Sueño del Hospital General Regional número 1 dijo que para dormir bien lo mejor es evitar fumar y consumir alcohol; no cenar en demasía ni ingerir refrescos de cola, café, té negro o bebidas energéticas; y no dormirse con el televisor o la radio encendida.

Con el sueño, subrayó el especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social, lo que naturalmente se busca es mantener el equilibrio orgánico. Una persona que no duerme bien altera todo su metabolismo.

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