Miranda
Aguilera/NOTYMAS
Chilpancingo, Gro.,
diciembre de 2011 (NOTYMAS).- El sismo
ocurrido el sábado anterior, debe ser una alerta para la población y
autoridades, y prevenir el gran sismo que de acuerdo a estudios, pudiera
ocurrir en cualquier momento, días, meses o años en las costas de Guerrero.
Alberto Salgado Rodríguez, investigador del programa
de postgrado en ingeniería sísmica de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG),
opinó sobre el temblor de tierra ocurrido el sábado pasado, a 58 kilómetros de
Zumpango del Río, en las inmediaciones del municipio de Heliodoro Castillo, y
la presa El Caracol, el cual dijo, no fue acomodamiento de placas, porque
ocurrió al interior de una placa tectónica tierra adentro provocados por las
fracturas al interior de las placas.
Ese tipo de movimientos telúricos denominados orticales,
tienen un alto riesgo porque se encuentran cerca de las poblaciones, que aunque
no alcanzó una magnitud grande, con estas características por su cercanía y
poca profundidad de apenas 58
kilómetros, hace que las ondas sísmicas lleguen con fuerza a la superficie, por
eso Chilpancingo se vio afectado, y es una lección que se debe de aprender porque
de acuerdo a estudios recientes, Guerrero, se verá afectado por un gran sismo
de ondas incalculables, mencionó el investigador.
De hecho agregó, hay una teoría aceptada a nivel a
nacional e internacional de que “Guerrero, en los próximos años, en los
próximos meses, se puede ver afectado por un temblor de gran intensidad, se ha
contabilizado que en cien años, en una franja que va aproximadamente desde San
Marcos hasta Petatlán, no hemos tenido temblores importantes, la actividad
sísmica ha disminuido de forma anómala, y de acuerdo a estudios serios,
profesionales, científicos, se ha detectado que existe energía acumulada, la
placas están atoradas, hay una energía que pudiera ser liberada a través de un
gran temblor que podría alcanzar dimensiones muy fuertes superior a 8 grados”.
En ese sentido, dijo que el sismo ocurrido el
sábado, es un recordatorio para todos, tanto población como autoridades de lo
que puede ocurrir, considerando que Guerrero se encuentra asentado en esta
franja de alta sismicidad, por lo que lo que queda, es mantenerse bien
informados y aprender a vivir con este tipo de fenómenos naturales y tomar sus
precauciones, porque si este temblor que no fue de alta intensidad (6.8)
provocó daños estructurales en casas habitación, edificios públicos y demás, seguramente
ante un temblor de mayor magnitud, este daño, será aún más.
Salgad Rodríguez remarcó que este sismo no liberó
energía acumulada en las márgenes de las costas de la entidad, porque ocurrió
en tierra adentró pero aunque así hubiese sido, no habría representado mayor
liberación porque apenas registro 6.8 grados de intensidad y no representa un
porcentaje considerable en relación a lo que está acumulado. Explicó que un
temblor de 8.5, equivale a mil temblores, de magnitud 6.5, es decir, se
requerían de mil temblores frente a las costas de Guerrero para que se pudiera
hablar de una liberación importante de energía.
Aclaró que esta información es sin el afán de crear
alarma o psicosis entre la población, solo que esté informada y en base a ello
tome sus precauciones, aunque no dejó de recalcar que “la verdad estamos ante
un problema fuerte”. (NOTYMAS)
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