Offir Damián Jaimes
Tuve la
fortuna de tener grandes y buenos profesores, uno de ellos que me dio clases de
topografía era un excelente profesor, además de la cátedra que impartía era un
perito forense, así que siempre nos ponía a pensar en la solución de los
problemas de su segunda profesión.
Creo que
su objetivo, además de enseñarnos trigonometría y a usar el teodolito era
enseñarnos a pensar, a razonar problemas.
Cuando
iniciamos el semestre nos lanzó un reto, nos dijo que en el primer examen
mensual quien fuera sorprendido con acordeones o cualquier treta para copiar
sería reprobado todo el semestre y dijo que tenía mucha experiencia en
descubrir a copiones.
Para
compensar su decisión, dijo que en ese primer examen mensual, quien al final
del examen no fuera sorprendido copiando, pero que le demostrara que sí había
copiado le pondría 10 todo el semestre, entrara o no entrara a clases.
En verdad
era un reto en ambas propuestas. En pleno examen, un compañero muy audaz le
preguntó al profesor si podía comerse unas galletas saladas con un refresco y
el profesor dio el visto bueno.
Cuando el
examen concluyó, varios compañeros habían sido sorprendidos en las múltiples y
diversas formas de copiar. El alumno de las galletas le preguntó al profesor si
seguía en pie su propuesta que aquel que no fuera descubierto copiando le
pondría un diez.
El
profesor asintió y dio su palabra, el audaz compañero le dijo que había copiado
y que no había sido descubierto. El profesor le preguntó de qué forma lo había
hecho.
--Escribí
las formulas en las galletas saladas y después de utilizarlas me las comí.
PRINCIPIANTES DE LA POLITICA, un
viejo amigo, que fue mozo de oficio del Ayuntamiento de Tlapehuala me contó una
historia que por más inverosímil que es, no deja de ser interesante.
Hace
muchos años, el baile del 15 de agosto en este pueblo era a reventar y hasta el
amanecer, un mar de gente que pagaba sus entradas y bebía todo lo que se ponía
en las barras.
Por tal
motivo, las ganancias en verdad eran muy buenas, no como lo es ahora. Cuenta el
viejo amigo que por la madrugada, cuando los borrachos discutían en la plaza y
los cargadores de los grupos musicales recogían toda su parafernalia, el
encargado de cobrar las entradas tenía cinco cartones de cerveza llenos de
billetes y monedas.
Aunque no
había inseguridad, el problema era trasladar esos cinco cartones llenos de
dinero a la casa del presidente municipal.
El
encargado de cobrar las entradas cargó con dos y el mozo de oficio con tres.
Con trabajos llegaron a la casa. Aún agitados por la caminata y la carga, me
comentó el viejo amigo que la persona de confianza del presidente municipal le
dijo: De este cartón de dinero, agarra todo lo que puedas con tus dos manos y
es tuyo.
-¿Y qué
hiciste? Le pregunté -Nada, agarré, lo que pude con dos dedos y le dije
gracias, me dio pena que pensara que yo era un aprovechado-. Me contestó
USTED DEBE CONOCER A más de
uno, al menos su servidor, no hace mucho conocí a don Lázaro Cárdenas de Santo
Niño, quien ya falleció y fue papá del profesor Saturnino Cárdenas Gómez.
Pero los
nombres de héroes y próceres se replican entre el pueblo, recientemente entablé
amistad con don Benito Juárez de San Miguel Totolapan, a quien usted puede
encontrar como auxiliar en la Secretaría General del Ayuntamiento.
También
me hablaron de Don Porfirio Díaz que radica en Las Tinajas y don Venustiano
Carranza vecino de San Antonio de la Gavia, ambas comunidades de este mismo
municipio, y usted ¿a quién conoce que lleve
tan grandes nombres?
UN LIBRO que recomiendan para
quienes les interesa la política es “365 días para conocer la historia de
México” de Alejandro Rosas Robles y este no se encuentra gratis en el Internet,
pero le aseguro que es una gran adquisición.
Soy Offir
Damián y les deseo un excelente día. Me despido con una frase del hombre que
aparece su rostro en el billete de cien dólares: “Vacía tu bolsillo en tu
mente, y tu mente llenará tu bolsillo”, Benjamín Franklin.