Chilpancingo,
Gro., febrero 08 de 2014 (IRZA).- El restaurante de la madre
del síndico de La Unión, municipio de la región Costa Grande, Omar Rosas Ruíz,
fue allanado por decenas de policías federales que buscaban presuntas
irregularidades, denunció la hermana del funcionario, Claudia Rosas Ruíz.
Entrevistada vía telefónica,
detalló que de manera violenta entraron aproximadamente 50 policías federales a
la comunidad de El Chico, donde está el negocio de su madre. Directo a la
cocina entraron y golpearon a un joven, revisaron el lugar cuidadosamente sin
que al final encontraran alguna irregularidad.
Rosas Ruiz denunció las
arbitrariedades, como consideró las acciones de los elementos federales. Relató
que arribaron al lugar en un convoy de al menos seis patrullas, y sin presentar
ninguna orden de cateo o justificante por el que ingresaran de manera violenta
en su propiedad.
Además de la agresión al
joven, denunció que los policías revisaron a unas 20 persona, la mayoría
muchachos vestidos con ropas deportivas que jugarían un partido de fútbol. A
todos los pusieron contra la pared y los revisaron minuciosamente.
Dijo que encaró a quien
parecía ser el mando del grupo policial, indicándole que lo que hacía era
irregular. Acto seguido, un policía se avalanzó contra su sobrino Moisés Rosas
Valdovinos, -según contó- lo tomó del cuello de la playera y lo sacó del
restaurante a golpes.
Tras discutir con el oficial
la mujer tomó su aparato celular y llamó al síndico Omar, quien a su vez habría
llamado a mandos de la policía federal para pedir una explicación del por qué
irrumpieron en el restaurante propiedad de su madre, a su vez los mandos policíacos habrían llamado a quien coordinaba el operativo para verificar la
situación, ahí frente a ella informaron que no habían encontrado nada y por
ello les instruyeron retirarse.
El oficial amenazó a Claudia
que regresarían porque ese lugar es un sitio donde protegen delincuentes,
además le dijo, “así que eres influyente, pero de todos modos vamos a regresar,
este sitio es público y podemos entrar cuando queramos”.
La mujer consideró que la
irrupción policial no tiene justificación, porque ellos son una familia
dedicada al trabajo honesto y nunca han tenido relación con ningún tipo de
delincuencia, lo que quedó demostrado al momento que no encontraron nada
irregular en el sitio, explicó.