Por Antimio Cruz
España. Agosto del 2012. (Fuente: La
Crónica de hoy). Científicos españoles
del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera, de la Junta de
Andalucía, probaron una solución que contiene extractos de orina humana y que
puede capturar grandes cantidades de dióxido de carbono o (CO2). Está propuesta
no es descabellada, según explican los autores y el editor de la revista sobre
materiales peligrosos Journal of Hazardous Materials, debido a que la mayoría
de las ciudades no tienen cerca grandes mares, bosques o otras zonas de
cubierta vegetal que son los principales captadores de carbono libre en la
atmósfera.
Una de las causas del cambio climático
es el calentamiento global del planeta. Este incremento gradual en la
temperatura se debe a la acumulación de grandes cantidades de gases de efecto
invernadero, como el dióxido de carbono o CO2, en las partes altas de la
atmósfera, lo que evita que salga una parte de los rayos solares que
normalmente deberían rebotar contra el planeta y salir hacia otra dirección del
espacio.
La orina humana está presente en todas
las comunidades humanas y está cerca de los focos de contaminación de las
ciudades, indican los expertos españoles.
Manuel Jiménez Aguilar, autor del
estudio, explicó que “por cada molécula de urea contenida en la orina se
produce un mol (unidad fundamental de una sustancia) de bicarbonato amónico y
otro de amoniaco, que podría ser usado para la captura de un mol de dióxido de
carbono atmosférico”
Tras absorber el CO2, se produce otra
unidad de bicarbonato amónico, usado en China como fertilizante nitrogenado
durante 30 años. “Si se aplicara en suelos básico-cálcicos produciría carbonato
cálcico que podría favorecer la fijación del gas en el suelo”, indica Jiménez
Aguilar.
Para evitar la descomposición de la
urea, el investigador plantea la posibilidad de incluir una pequeña proporción
de alpechín –líquido negruzco y fétido que se obtiene al centrifugar la pasta
de aceituna molturada– que actuaría como conservante. “El sistema
orina-CO2-alpechín podría considerarse un fertilizante N-P-K (amonio-nitrato-fósforo-potasio)”,
afirma el investigador.
El resultado es que la orina mezclada
con un ligero porcentaje de alpechín puede capturar de manera estable y durante
más de seis meses varios gramos de CO2 por litro. Según Jiménez Aguilar, “las
emisiones de CO2 podrían reducirse hasta en 1%”.
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