Josefina
Aguilar Pastor/NOTYMAS
Chilpancingo.
Gro., agosto 03 del 2015 (NOTYMAS).– En
tanto no haya justicia para los padres como para los propios jóvenes desaparecidos,
así como castigo para los autores intelectuales y materiales, la herida de
Iguala, no podrá cauterizar, afirmó el gobernador Rogelio Ortega Martínez,
quien aseguró que en estos momentos, Guerrero, ha dejado de ser el Estado
convulsivo de hace ocho meses atrás y de continuar así, habrá condiciones para
que la nueva administración inicie en un estado de gobernabilidad.
A dos meses de concluir su
administración en calidad de gobernador sustituto, Ortega Martínez celebró que
en estos momentos, ya no sea el Guerrero, convulsivo que llegó a gobernar el 26
de octubre del año pasado, producto de lo que ha llamado “la tragedia de
Iguala”, en que miles de personas, salían a manifestarse públicamente con
acciones de violencia simbólica, incendiando y destruyendo edificios públicos,
que veían como símbolos de la narco política, de la corrupción, y hubo en aquellas fechas 46 ayuntamientos
tomados.
Lograron refirió el mandatario, salvar la
temporada alta de diciembre, la Semana Santa, los eventos más importantes para
Acapulco, la elección, y recientemente, la evaluación docente, ahora “Es
un Guerrero diferente”, aseguró.
Con su problemática, el Guerrero bronco con
sus rezagos estructurales, afortunadamente en este tramo que falta, si salvan
la crisis financiera, podrán entregar a Héctor Astudillo Flores, un Guerrero
diferente al que él encontró, con problemas de inseguridad muy fuertes, que
tiene que ver con la narcoviolencia, los problemas de ingobernabilidad con
distintas expresiones sociales, que han ido superándose a través del dialogo
y de continuar así, con la nueva administración, “habrá condiciones para que a
través del dialogo positivo y la tolerancia los grandes rezagos sociales,
podran ser la guía y la pauta de la gobernabilidad en el Estado”, subrayó.
Sin embargo, el mandatario estatal admitió
que Guerrero aún no está sanado luego de lo ocurrido en Iguala con los
normalistas de Ayotzinapa, especialmente indicó, que cómo Estado Mexicano, tiene con los familiares de los 43 normalistas desaparecidos, "una herida abierta”, en la que indicó, tienen que trabajar todos los días,
tratando de ser solidarios, acompañando, coadyuvando, “no se puede cerrar el
caso mientras no llegue la justicia, mientras no llegue la justicia y todo el
peso de la ley a los autores intelectuales y materiales de esta tragedia, creo
que sería la ruta para que cauterice esta profunda herida que nos dejó la
tragedia de Iguala del 26 y 27 de septiembre del año pasado”, destacó.
Ortega Martínez, cuestionó también lo
calificado por la mayoría como “normalidad en el Estado”, que nada tiene que
ver dijo, con acostumbrarse a la criminalidad que ocasiona la narco violencia,
de todos los días, tomar todas la medidas que desde el ámbito gubernamental, de
la sociedad organizada y con el apoyo de la federación y políticas públicas alienten el empleo, debido indicó, a que la delincuencia organizada se nutre de
la pobreza.
Y es que dijo, que cuando un campesino ya
no puede cultivar el tradicional maíz y frijol, entre otros, la amapola
se convierte en una alternativa, un kilo de goma de opio, en la sierra y en la montaña alta vale más que un kilo de oro, puntualizó. (NOTYMAS)