Francisco Galaviz/NOTYMAS
Chilpancingo, Gro., noviembre 13 de 2014
(NOTYMAS).- Nuevamente se registró una jornada
violenta en la capital del Estado, maestros integrantes a la Coordinadora
Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) y el movimiento
popular Guerrerense, destrozaron las oficinas de la Contraloría Interna de la
Secretaria de Educación y del Congreso del Estado, quienes arribaron con el
rostro tapado y armados con palos y piedras.
Estos hechos de violencia se suman a los
que se han suscitado desde los acontecimientos que se generaron la noche del 26
y madrugada del 27 de septiembre en la ciudad de Iguala de la Independencia,
donde hubo seis muertos, 25 lesionados y 43 desaparecidos.
Alrededor de 200 cetegistas con sus
rostros tapados comenzaron con un bloqueo en el carril de baja velocidad del Boulevar Vicente Guerrero, esto para que pudieran llegar los manifestantes hasta
la oficinas de la contraloría de la SEG, quienes bajaron de unidades
motrices con palos y piedras para romper los vidrios del inmueble, para después
prenderles fuego al mobiliario de las oficinas con gasolina que llevaban
consigo.
Con esto se propago un incendio que duró
por varios minutos hasta que llegaron elementos de protección y Bomberos para
sofocar el siniestro, sin que hubiera algún incidente que lamentar.
Posteriormente se trasladaron a la sede del
Congreso del Estado donde se agruparon con trasportistas, para realizar las
mismas acciones que en la Contraloría Interna, rompieron vidrios en su
totalidad, destruyeron el salón de sesiones del Congreso local; destruyeron los
cubículos de los 46 diputados y las oficinas administrativas, e incendiaron
cinco vehículos que estaban en el estacionamiento Autos que habían dicho que se
trataba de los diputados, sin embargo, algunos dicen que eran propiedad de
algunos trabajadores del recinto legislativo.
Lo lamentable de estos acontecimientos violentos
de este miércoles, es que ninguna autoridad aviso a los trabajadores del
Congreso del Estado que desalojaran el inmueble, sino que fue porque los mismos
trabajadores se percataron de la presencia de los manifestantes por el lado del
boulevar, y fue por decisión propia que optaron por abandonar el edificio.
Lo mismo sucedió con ciudadanos que
acudieron al recinto legislativo a realizar algún trámite o gestión ante los
diputados, quienes al igual que algunos trabajadores sufrieron de crisis
nerviosa, y que fueron auxiliados por los mismos trabajadores, que apenas
alcanzaron a salir.
Una vez que concluyeron el vandalismo, los
maestros disidentes se trasladaron hasta el campamento que tienen ubicado en el
zócalo capitalino. (NOTYMAS)