Salo
Flores/API
Chilpancingo,
Gro.- El profesor y periodista Luis Daniel Nava Jiménez acusó
al Juzgado de Primera Instancia Civil y
Familiar del Distrito Judicial de Álvarez, de incumplir sus funciones durante
un año y cuatro meses al no ejercer sus facultades otorgadas por la Ley para
garantizar los derechos humanos de su menor hijo de cuatro años.
Dijo que todo eso lo hacen
como una forma de venganza por su trabajo profesional como periodista, ya que
detrás de ello están priistas que buscan hacerle daño.
Se trata dijo del ex agente
titular de la Agencia de Ministerio Público en Chilapa, Eudoxio Gutiérrez
Flores y el secretario de Asuntos Jurídicos del PRI en Chilapa, Román Flores
Salazar; abogados de su ex pareja sentimental, los cuales aprovechando sus
puestos en el gobierno.
Aseguró que estos han
tratado por todos los medios de afectarlo, ya sea emprendiendo campañas
judiciales, amenazas de muerte y otras cosas, por lo que los responsabilizo de
su integridad física, tanto de él cómo de sus familiares.
En un documento dado a
conocer el también comunicador, expresó que de enero del 2013 a la fecha, en el
expediente 49/2013-I, existen al menos cinco acuerdos y un auto de radicación
para garantizar el derecho a la convivencia y a la protección de la integridad
física y psicológica del menor (quien es golpeado, se encuentra ilegalmente
retenido e incomunicado desde el 14 de marzo por su progenitora y ex
funcionarios judiciales).
Sin embargo dichos acuerdos
han sido letra muerta por omisión de la Juez Leonor Olivia Ruvalcaba Vargas.
Señalo que desde 30 de enero
de 2013, se determinó en audiencia y donde se llegó al acuerdo de que el menor
conviviría con él, de viernes a domingo y la mitad de los periodos
vacacionales, pero que desde esa fecha, lo único que ha podido garantizar puntualmente
es que la juez otorgue a la madre del menor el 40 por ciento de pensión del
salario percibido como trabajador de la Secretaria de Educación del Estado
(SEG).
Dio a conocer que el 28 de
febrero de 2014 que el Juzgado acordó que “velando en todo en todo momento por
garantizar los derechos humanos del menor aludido” requiere a la progenitora
entregar al menor a su señor padre con el apercibimiento que de no hacerlo se
le impondrá una multa de 50 días de salario mínimo en la región, de acuerdo a
lo previsto por la fracción I del artículo 144 del Código procesal Civil de la
entidad. El acuerdo fue desacatado sin sanción alguna a pesar de hacer las
manifestaciones por escrito.
Por eso el 10 de marzo, se
ratificó el convenio del 2013 estableciendo las convivencias de viernes a
domingo y la mitad de las vacaciones; además a petición de la progenitora se
acordó llevar a cabo cuatro convivencias vigiladas (de tres horas cada una) en
el CECOFAM, a quien se le pidió un informe para observar el comportamiento del menor
con el padre.
Reiteró que la convivencia
de los fines de semana y vacaciones no se llevaron a cabo, sólo las
supervisadas en las instalaciones de la Ciudad Judicial en Chilpancingo, en
condiciones de incomunicación, falta de material, vigilancia hasta en los
sanitarios y sin que el personal pudiera ofrecer un solo vaso de agua
argumentando que si había pero era para ellos.
El 21 de abril de 2014, la
juez emitió un auto de radicación donde pide a ambas partes cumplir a cabalidad
lo convenido en la audiencia del 10 de marzo respecto a la convivencia y fijo
de nueva cuenta una multa de 50 días de salario en caso no cumplir.
El niño se ha quejado de que
le pegan, por eso se abrió una averiguación previa BRA/EDS/03/059/2014 abierta
en la Agencia Especializada en Delitos Sexuales y Familiares en Chilpancingo,
donde asegura sufrir maltratos físicos por parte de su progenitora, pero a
pesar de ello no se ha hecho nada.
A pesar de que se ha emitido
resoluciones, expreso, estas no se han acatado por lo que ante ello, está
exigiendo que estas se cumplan, que se haga valer la ley, y sobre todo se den
las condiciones adecuadas para que puedan estar en armonía; aunado a eso hizo
responsables a los priistas de que con artimañas buscan afectarlo,, quizás como
una forma de vengarse por su trabajo profesional que ha tenido para dar a
conocer varias cosas que pasan en la montaña baja. (Agencia Periodística de
Investigación)