Rusia. Abril del 2013. (Agencia Internacional
de Noticias RT). Basándose en
la teoría de los ciclos largos de la actividad económica, la tercera guerra
mundial podría empezar en los próximos 10 años, según un académico ruso.
En esta década le espera al mundo una “gran inestabilidad política y
tecnológica” y los países que no se adapten al nuevo ciclo se retrasarán unos
50 años en su desarrollo, afirmó el miembro de la Academia de las Ciencias de
Rusia y profesor de la Universidad Estatal de Moscú (UEM) Serguéi Málkov, en
una reunión en el Consejo Presidencial de las Ciencias y la Educación de Rusia.
Un grupo de científicos de la UEM analizaron los ciclos económicos y el nivel de conflictos militares en los últimos 200 años y concluyeron que estos dos fenómenos están relacionados entre sí.
En la moderna economía mundial capitalista, los ciclos largos, también llamados ondas de Kondratiev, son unas fluctuaciones cíclicas de largo plazo, entre 40 y 60 años, compuestas por fases de ascenso y de descenso de entre 20 y 30 años.
Durante la fase de ascenso, el crecimiento rápido de la economía provoca también la necesidad de cambios sociales. Sin embargo, el desarrollo social no alcanza el ritmo económico, abriendo la fase de descenso, que se caracteriza por crisis económicas y ánimos depresivos en la sociedad. Eso, por su parte, obliga a reestructurar el sistema económico, político y social.
Las dos guerras mundiales del siglo XX demuestran las fases de crisis de las ondas de Kondratiev. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) puso fin a cuatro grandes imperios (el ruso, el austrohúngaro, el otomano y el alemán). La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) es considerada como el conflicto armado más grande de la humanidad al implicar a 61 países en los que vivía un 80% de la población mundial. Fue la única guerra en la que se emplearon armas nucleares.
Mientras la Primera Guerra Mundial pertenece a la llamada onda de la revolución técnica (1880-1940), la Segunda corresponde a la de la revolución científico-técnica (1940-1985).
Los partidarios de la teoría de los ciclos largos consideran que actualmente está terminando la quinta onda de la moderna era capitalista, que es la onda de la revolución de la información y las telecomunicaciones (1985-2015). Los científicos admiten que el paso al siguiente ciclo hipotético puede implicar un tercer conflicto mundial. Algunos ven señales de la llegada del nuevo ciclo en la crisis financiera y las tensiones en la península de Corea.
Un grupo de científicos de la UEM analizaron los ciclos económicos y el nivel de conflictos militares en los últimos 200 años y concluyeron que estos dos fenómenos están relacionados entre sí.
En la moderna economía mundial capitalista, los ciclos largos, también llamados ondas de Kondratiev, son unas fluctuaciones cíclicas de largo plazo, entre 40 y 60 años, compuestas por fases de ascenso y de descenso de entre 20 y 30 años.
Durante la fase de ascenso, el crecimiento rápido de la economía provoca también la necesidad de cambios sociales. Sin embargo, el desarrollo social no alcanza el ritmo económico, abriendo la fase de descenso, que se caracteriza por crisis económicas y ánimos depresivos en la sociedad. Eso, por su parte, obliga a reestructurar el sistema económico, político y social.
Las dos guerras mundiales del siglo XX demuestran las fases de crisis de las ondas de Kondratiev. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) puso fin a cuatro grandes imperios (el ruso, el austrohúngaro, el otomano y el alemán). La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) es considerada como el conflicto armado más grande de la humanidad al implicar a 61 países en los que vivía un 80% de la población mundial. Fue la única guerra en la que se emplearon armas nucleares.
Mientras la Primera Guerra Mundial pertenece a la llamada onda de la revolución técnica (1880-1940), la Segunda corresponde a la de la revolución científico-técnica (1940-1985).
Los partidarios de la teoría de los ciclos largos consideran que actualmente está terminando la quinta onda de la moderna era capitalista, que es la onda de la revolución de la información y las telecomunicaciones (1985-2015). Los científicos admiten que el paso al siguiente ciclo hipotético puede implicar un tercer conflicto mundial. Algunos ven señales de la llegada del nuevo ciclo en la crisis financiera y las tensiones en la península de Corea.