Bécker García
Quien afirme que el PRI
perdió las elecciones del 2009 en Sonora por causas exclusivas al infausto
accidente de la Guardería ABC, puede correr el riesgo de equivocarse; si así
hubiera sido, en Hermosillo Alfonso Elías, principal supuesto afectado, apenas
perdió por 894 votos en las urnas.
Insisto, el triunfo de
Guillermo Padrés fue en el Sur de Sonora, principalmente en Ciudad Obregón, que
es una sociedad cambiante en sus preferencias electorales (desde 1994, no
repite el mismo partido en la alcaldía) y donde, no se puede ocultar el sol con
un dedo, Manolo Barro fue un excelente candidato con su promesa de ser alguien
diferente a un político tradicional.
La misma noche del
cierre de campaña de Padrés (último día permitido para proselitismo), que por
cierto y significativamente no cerró en Hermosillo, sino en Obregón, el grupo
de comunicación del Memo, insistía en que Manolo Barro le restaba puntos antes
que sumarle.
La insistencia no era en
vano, sino el inicio de una campaña para escamotearle méritos al candidato a la
alcaldía y que luego resultó ganador por más de 10 mil votos y que en cada una
de sus intervenciones, estuviera presente el Memo o no, pedía el voto para
gobernador del Estado.
“Es un pésimo candidato
y un mal orador”, me dijo Jorge Morales Buelna esa noche; “El Memo lo tiene que
arrastrar hacía arriba”
Y es que, para Morales,
Romero, Alcaraz y compañía, es decir el grupo compacto de comunicación,
compartir el triunfo no estaba a discusión y no en balde había convencido y
animado a un Guillermo Padrés (casi al borde de tirar la toalla) en cuando
menos dos ocasiones de que tenían muchas posibilidades del triunfo.
El grupo compacto de
Padrés, se creían y aún ahora siguen creyendo, que este Frankestein al revés,
es su producto y mejor invención y que el alcalde de Cajeme solamente es un
advenedizo.
Durante los primeros
meses del gobierno de Barro, esos mismos integrantes de ese grupo convencieron
al Memo que Manolo estaba traicionándolos, porque no lograba convencer a la
gente de Cajeme que aceptara el Proyecto del Novillo. El alcalde de Cajeme,
atrapado en ese pasado donde como presidente de Canacao Obregón declaró que el
Novillo no era opción de desarrollo para esta región, se tuvo que tragar
aquellas palabras para decir ahora que el Sonora Sí era conveniente y justo.
Así, Manolo quedaba perdido al no contar con la aprobación de un gran grupo de
sus gobernados, ni tampoco con los miembros del Nuevo Sonora.
Entre la espada y la
pared, a Manolo se le vino encima el mundo con ríos de tinta pagada desde el
Gobierno del Estado, con las perversidades de Jorge Morales, quien desde la
radio y prensa pasquinera, golpeaba al alcalde de Cajeme desde todos los
flancos posibles.
Luego de más de dos años
de encuentros y desencuentros, entre Barro y el Gobierno del
Nuevo Sonora,
evidentemente existe una ruptura, pero que no se alcanza a dilucidar del todo,
si acaso viene por ese antagonismo viejo, o tienen causales nuevos.
Y estas causas pueden
ser varias.
Se dice que existe una
encuesta mandada hacer desde el Gobierno del Estado, donde la candidata de este
grupo compacto, Eloísa Flores, es pintada como la panacea, bien amada y
fenómeno social que Cajeme necesita para que el PAN siga gobernando Cajeme.
Empero y por lo disparatado de la encuesta (dicen que el 90% votaría por ella)
la lógica elemental dice que esto es falso: Eloísa ha cometido tantos errores,
que no gana ni de la mano de San Judas Tadeo.
Luego vino otra
encuesta, ahora mandada hacer con una empresa experta y nacional (con lo cual
entiendo que se pretende que no existan ni presiones ni intereses para
“cucharearla”), en el cual el candidato de Manolo, Luís Alberto Plascencia sale
unos puntos arriba de Eloísa, pero aún debajo del candidato del PRI, Rogelio
Díaz Brown.
Cuando carearon y
cruzaron una con la otra, esto fue suficiente motivo para provocar la ira del
jefe del Grupo compacto, Roberto Romero, quien gritos y manoteo de por medio
exigió al Alcalde Barro que apoyara incondicionalmente a la candidata del
Gobernador Padrés, como si Manolo fuese un pelele de cuarta.
Y es que, yo no lo sé,
pero lo intuyo, que Manolo no va a dar su brazo a torcer por una encuesta o
porque alguien dice que otro dijo que Eloísa es la candidata del Guillermo,
sino que habría que pedírselo el propio Gobernador, el cual difícilmente a
estas alturas tan tempranas va a sentar a alguien (faltan 5 meses) y gastar su
pólvora en infiernitos de Romero, Morales y Alcaraz.
Si las cosas son como
parecen, el Grupo compacto está trabajando de motu propio, presionando como
suele hacerlo en nombre del mandamás sonorense, arrastrando su nombre y
provocando enconos, enojo y también, hay que decirlo, un desgaste galopante y
eso que apenas llevan dos años de seis gobernando.
En la segunda entrega
contaré las otras hipótesis del desacuerdo y como es que el gobierno de Padrés
está a punto de la quiebra.. Pero esto será, el miércoles si Dios así lo
decide.
Gracias…
@beckerg123 en twitter
becker1959@hotmail.com