Emilio Nahín Rojas
Madero
Narcópolis, no es otra cosa que
grandes ciudades (Metrópolis) dedicadas a la venta o comercialización de droga.
Estas ciudades deben contar con ciertas características como el ser
industriales, turísticas, comerciales o por encontrarse en áreas costeras y
fronterizas con países de mayor poder económico o con condiciones favorables
para la producción y reproducción del insumo. En ellas; los cárteles del narcotráfico
se baten a muerte por el dominio o control de las plazas sin importar cuánta
sangre inocente sea derramada, convirtiéndolas en Necrópolis (ciudad de los
muertos/cadáveres) como Monterrey, Culiacán, Ciudad de México y Ciudad
Juárez; pronto se agregará a ésta lista quien en el apellido lleva la condena:
Acapulco de Juárez, Guerrero.
Hasta hace poco se pensaba que el
narco solo se dedicaba al comercio de la droga, sin embargo; éste ha sufrido
una metamorfosis. Se ha convertido en una “Narco Inc. Company”; dedicada al
secuestro, piratería, extorsión, trata de blancas, pornografía infantil,
explotación de migrantes, trafico de órganos y su mas reciente incursión a sido
el acaparamiento e intervencionismo en vienes raíces; con la compra de todas las
pequeñas microempresas de una ciudad. Es decir; que si tú, simple ciudadano
eres dueño de un restauran, motel, bar, miscelánea, puesto de discos; algunos
de estos narcoempresarios te solicitaran de la manera más “educada” que les
vendas tu giro comercial. Y para las cadenas comerciales de mayor prestigio en
el país, se les “invita” a cumplir con la cuota de protección para que sus
locales comerciales no amanezcan en ruinas.
Es tan poderoso éste monopolio,
ante las miradas infantiles de nuestras nuevas generaciones; que conceptualizan
al capo como un héroe de plomo y pólvora al que llaman: Súper Narco. Anhelando
en su inocencia que al llegar a la adultez, éstos infantes puedan seguir su
ejemplo y oficio. Así que no dudaría en pensar que muy pronto en los puestos de
revistas y juguetes, salga a la venta la historieta y el muñeco de acción
llamado: “Nárco-Man”, combatiendo al archivillano sexenal de Felipe Calderón
Hinojosa. El cual les ha declarado la guerra y ha hecho pelear entre sí a los
cárteles de México, no por beneficio de los niños, ni los mexicanos, sino para
justificar ante Estados Unidos el apoderamiento de los millones de dólares que
éste último le entrega como parte del “Plan Mérida”, ascendiendo así a mas de
40mil 300 el numero de victimas en lo que va de su gobierno.
En conclusión, las Narcópolis no
son otra cosa que las grandes urbes donde se juega el comercio mercantil
ilícito de los cárteles; quienes en su afán por expandir sus Narcopolios
(Monopolios) a base de terror, sangre y muerte, consolidan las Necropolis o
grandes cementerios. En su afanoso expansionismo y multipolaridad de oficios
(taxistas, carpinteros, alfareros, etc.) u otros giros comerciales, productores
de capital. Mafias que han sometido a la sociedad bajo un código de ética
antimoral en la que se prohíbe a todo individuo ajeno o no al conflicto,
brindar auxilio a algún victimado y en caso de negarse, sufrir la misma pena
capital, tanto en su persona como en su familia. Es decir que si en la vía
publica observas a un moribundo; estas obligado a evitar socorrerlo o pagar por
tu desobediencia.
La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, NASA por sus siglas en
ingles; ocupa entre sus programas un sistema de plataformas espaciales a las
que se acoplan las naves espaciales con la única intención de reabastecerse y
continuar con el viaje. Así mismo, las narcópolis cuentan con una antítesis a
la que denominaría narcoplataforma (casa de descanso, reabastecimiento y
producción). Son simples comunidades o municipios con un sistema administrativo
de juguete. Municipalidades donde funciones administrativa, servicios básicos,
salud o seguridad, dejan de ser operantes al atardecer. Reiniciando actividades
al amanecer siguiente; como si no fuesen humanos los allí residentes. Son
pueblos donde tienen estrictamente prohibido desarrollar su infraestructura,
comercio y economía, obligando a los pobladores a emigrar o sumarse al
narcotráfico; de lo contrario, morir de brazos cruzados o haciéndoles frente,
como lo desea su señoría: el presidente de la republica.
Son lugares que por su
insignificancia en el mapa operan como centros de fabricación y producción del
alucinógeno o resguardo de la herramienta productora de capital. Pero
sobretodo, por su cercanía a las urbes más importantes (turística, comercial,
industrial) del país o países vecinos. Tal es el caso de municipios como Mier,
Miguel Alemán, Nueva Ciudad Guerrero, San Pedro Garza García y Praxedis G.
Guerrero por su cercanía fronteriza con EU; ciudades poco relevantes,
pero que se hicieron muy notorias por esta particularidad y su inseguridad,
provocando el éxodo de la mayoría de sus habitantes, sin distinción de clases
sociales. Pero ¿Cuáles son las narcoplataformas de las ciudades más importantes
al sur de la republica mexicana? Basta seguir las características ya señaladas
para reconocerlas. Si así es en México; ¿Será igual en los países del resto del
mundo que cuentan con esta problemática?
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