sábado, 4 de octubre de 2014

Del director





Condenable por donde quiera que se le vea los hechos sangrientos ocurridos hace días en la población de Iguala donde perdieran la vida supuestos estudiantes normalistas y tres civiles entre ellos un menor de edad, que nada tenían que ver en estos lamentables acontecimientos.

No estamos a favor de nadie, pero si queremos dejar bien claro que lo jóvenes normalistas desde hace varios años se han dedicado a cometer toda clase de actos vandálicos contra la sociedad civil del estado, menos a dedicarse de lleno al aprendizaje académico como debería ser, porque el dinero con que se les sostienen sus estudios provienen directamente de los mexicanos y en particular de la sociedad guerrerense.

No nos lleva el agrado de quedar bien con nadie pero como decía un compañero periodista del puerto de Acapulco, los jóvenes normalistas que perdieron la vida en esos lamentables hechos, no fueron asesinados en el interior de las aulas donde supuestamente deberían estar forjándose un futuro mejor, si no que estos perdieron la vida cuando cometían actos vandálicos por parte de elementos policíacos impreparados que por fortuna según la autoridad, ya se encuentran en proceso de castigo.

Estos hechos deberían ser reflexionados tanto por las autoridades como por la sociedad en general para que de una vez por todas los jóvenes que reciben una educación gratuita por parte de nuestro sistema de gobierno, se dediquen a eso, y ya que dejen de causar disturbios a la sociedad que al final de cuentas, es la más afectada con sus marchas plantones, tomas de edificios y carreteras, simplemente porque nadie les dice nada.

Habría que preguntar a la empresa camionera a la que los normalistas ahora con problemas legales, actuaron conforme a la ley cuando les trataron de robar tres autobuses del interior de sus instalaciones en la población de Iguala, donde se dio el origen de los hechos lamentables que por fortuna o desgracia, algunos sectores aplauden y otros los condenan.

¿Que se aplique la ley?, claro que eso es lo más correcto en este caso pero, también se analice el perfil de los policías involucrados en estas cuestiones, porque no hay que olvidar que estos actuaron aunque con exceso, en el cumplimiento del deber, porque tampoco sería justo que se hubieran quedado inmóviles observando las hazañas de los jóvenes involucrados cuando en realidad la misión que en esos momentos desempeñaban, era prevenir algún hecho grave pero que por la falta de un alto nivel policíaco ocurrió todo lo contrario.

Los muertos ya descansan en los cementerios para bien o para mal, pero los familiares de estos y de los policías que actualmente se encuentran en prisión quien les tendera la mano para que sobrevivan, porque no hay que olvidar que tienen hijos, porque estos necesariamente necesitan de alguien que los proteja para ser personas de bien en lo futuro. Al menos esa es nuestra modesta opinión al respecto.




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