martes, 25 de marzo de 2014

El espíritu perdido de Luis Donaldo Colosio


Por Octavio Aristeo López
 Vincular a Luis Donaldo Coliseo Murrieta, candidato presidencial demócrata del PRI asesinado el 23 de marzo de 1994, con el actual Presidente Constitucional Demócrata el 23 de marzo de 2014: es un acierto. Luis Donaldo Colosio Murrieta quiso transformar al PRI, ahí están las memorias de la XIV Asamblea Nacional; quiso transformar el poder y lo asesinaron. Asimismo, Carlos Alberto Madrazo Becerra, quiso democratizar el PRI y murió el 4 de junio de 1969 en Monterrey, Nuevo León, en un accidente aéreo. También fue asesinado Álvaro Obregón Salido, presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos el 17 de julio de 1928. Luis Donaldo Coliseo Murrieta, en septiembre de 1990, en la XIV asamblea nacional, como presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, estructura una propuesta de un partido de ciudadanos, un partido social; despertó a la sociedad organizada. El ser asesinado impunemente, el pueblo lloro su muerte. Sigue llorando su muerte, el “futuro que no fue”, y el cómo otros viven de ese futuro. Sé ha escrito mucho sobre Luis Donaldo Colosio Murrieta: recuerdos testimoniales del asesinato, recuerdos de su personalidad, sus vínculos y sus alianzas, hasta de como engaño a Carlos Salinas de Gortari; discursos políticos llenos de contenido para beneficio personal de los que le recuerdan, frases cargadas de emociones para llevarse el aplauso del evento político; persiguen su futuro con los discursos pronunciados, a veces, suenan como una competencia, que impacten, así escalar posiciones políticas al amparo de su nombre y de la tragedia, vivir del presupuesto; con ello el espíritu de Colosio se pierde, se extravía, en estos laberintos del poder. Incluso los que hablan de él no saben escribir su nombre ni quien fue, no conocen la historia; no importa la historia en estos tiempos para hacer carrera política. Por ello, algunos analistas políticos aprecian que el nombre de Luis Donaldo Colosio ha servido como bandera para explotar y lucrar políticamente una supuesta relación. Otros, todavía necesitan de su protección aún de muerto, invocan su espíritu perdido y extraviado, así, sentirse protegidos. Sus enemigos hablan también de él, demuestra que es un tema político de actualidad y que la vileza de la política calienta cabeza y crea situaciones de fiebre, hasta ver fantasmas de noche y se ven por doquier moros con tranchetes; por ello, se inician ofensiva a desacreditar a todo evento sobre Colosio, cualquier homenaje, les duele, pero no tienen talento ni dignidad para llegar a su objetivo. Porque el asesinato de Luis Donaldo Colosio es una herida social y política abierta que no ha cerrado, lo peor es que puede pudrir el espíritu perdido de Luis Donaldo Colosio. ¿Que observa Colosio, hoy? Un PRI unido y un colosismo dividido; observaría con profunda tristeza la risa de las hienas pronunciar su nombre; la clase política mexicana demuestra que no quiere cambiar, como un ejemplo claro es la reelección y la centralización del poder, intentando dejar a un lado el federalismo. Hoy, México es más pobre, más corrupto. Esto no es un cambio, es un retroceso. Es el espíritu perdido de Luis Donaldo Colosio Murrieta. Quiero hablarle y decirle al espíritu perdido: Este tiempo es una pausa indecisa/Oscurece la palabra/La consume, la arrastra/Quiero hablar contigo/!No en las sombras¡/Mientras te hablo/se desprende la palabra/en ella te reflejas/en el soplo de letras/solo estas adormecido/ en silencio flota/tu espíritu extraviado. Señala mi amigo Alfonso Durazo Montaño, el crimen de Colosio fue fraguado desde el poder. Existen políticos con las manos manchadas de sangre, por más que se laven las manos estarán sucias. En un discurso pulcro de mi amigo Adrián Gallardo, Presidente de la Fundación Colosio A.C., rescata el comentario de Luis Donaldo Colosio Riojas: Luis Donaldo Colosio Murrieta vive el ser aplicado sus ideales, vivir con sus ideales, respetar su espíritu democrático. Por lo mismo, escuchamos todavía parte de su discurso pronunciado el 6 de marzo de 1994, en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México, es un eco que retumba y marea, que recordó mi amigo Samuel Palma: “Sabemos que el origen de muchos de nuestros males se encuentra en una excesiva concentración del poder. Concentración del poder que da lugar a decisiones equivocadas; al monopolio de iniciativas; a los abusos, a los excesos…” “Reformar el poder significa un presidencialismo sujeto estrictamente a los límites constitucionales de su origen republicano y democrático….” “Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales…” “Es la hora de superar la soberbia del centralismo, como lo dije en Jalisco; de apoyar decididamente al municipio. Es la hora de un nuevo Federalismo; es la hora de dotar de mayor poder político y financiero, a nuestros estados, como lo dije en Tabasco; es la hora de garantizar plenamente la conservación de nuestros recursos naturales, de nuestro medio ambiente, de nuestra ecología…¡Es la hora de cerrarle el paso al influyentismo, a la corrupción y a la impunidad!..” “Reitero que provengo de una cultura del esfuerzo y no del privilegio. Como mis padres, como mis abuelos, soy un hombre de trabajo que confía más en los hechos que en las palabras. Pero por eso mismo, soy un hombre de palabra, un hombre de palabra que la empeño ahora mismo para comprometerme al cambio que he propuesto: un cambio con rumbo y con responsabilidad.” “Vamos, amigas y amigos, por la Presidencia de México; el poder ciudadano a la Presidencia de la República” (último discurso que pronunció Luis Donald Colosio ante de ser asesinado en Lomas Taurinas, Tijuana, el 23 de marzo de 1994) Mientras caminaba entre la multitud sonaban las notas de "La culebra" de la Banda Machos. ¿Quién asesino a Luis Donaldo Colosio Murrieta? También se ha escrito mucho sobre éste tema, todo señala que fue una acción concertada, leo una manta en el Monumento que está en el parque República de Líbanos, en Polanco, el 23 de marzo de 2014: “Salinas, Zedillo y Camacho responsables del asesinato”. Diana Laura Riojas, no recibió aún agonizante a Camacho ni a Salinas. Argumenta mi amigo René Avilés “Alguna vez Cárdenas dijo, en su discurso críptico, que tenían las manos manchadas de sangre,” por el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta el 23 de marzo de 1994. Francisco Rodríguez, audaz y prestigiado periodista mexicano, comenta “Sábado 19 de marzo de 1994. Poco antes de las tres de la tarde sonó el teléfono del domicilio particular de este escribidor. Luis Donaldo Colosio al otro lado de la línea, reclamándome por qué no me había visto en su gira proselitista. “Liébano se va –me dijo. A prensa va a llegar un amigo nuestro. También se van Zedillo y Oscar Espinoza –que eran el coordinador y el tesorero de la campaña–, porque a mí me gustan las cosas limpias”, “Zedillo y Sáenz le hicieron tanto daño a él como a México. En más de un sentido, ambos fueron los grandes beneficiarios de su asesinato. Zedillo fue presidente de México. Sáenz su vicepresidente virtual.” El espíritu perdido de Luis Donaldo Colosio: busca a su pueblo que lloro su muerte, aquellos que creyeron en sus palabras profundas “Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla” y el sistema federalista no la concentración del poder. Otro demócrata que fallece pero de muerte natural, es el líder de España, Adolfo Suárez a los 81 años. Descanse en paz.

 Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. oaristeolopez@gmail.com

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