Por Octavio Aristeo López
Vincular a Luis Donaldo Coliseo
Murrieta, candidato presidencial demócrata del PRI asesinado el 23 de marzo de
1994, con el actual Presidente Constitucional Demócrata el 23 de marzo de 2014:
es un acierto. Luis Donaldo Colosio Murrieta quiso transformar al PRI, ahí
están las memorias de la XIV Asamblea Nacional; quiso transformar el poder y lo
asesinaron. Asimismo, Carlos Alberto Madrazo Becerra, quiso democratizar el PRI
y murió el 4 de junio de 1969 en Monterrey, Nuevo León, en un accidente aéreo.
También fue asesinado Álvaro Obregón Salido, presidente electo de los Estados
Unidos Mexicanos el 17 de julio de 1928. Luis Donaldo Coliseo Murrieta, en
septiembre de 1990, en la XIV asamblea nacional, como presidente del Comité
Ejecutivo Nacional del PRI, estructura una propuesta de un partido de
ciudadanos, un partido social; despertó a la sociedad organizada. El ser
asesinado impunemente, el pueblo lloro su muerte. Sigue llorando su muerte, el
“futuro que no fue”, y el cómo otros viven de ese futuro. Sé ha escrito mucho
sobre Luis Donaldo Colosio Murrieta: recuerdos testimoniales del asesinato,
recuerdos de su personalidad, sus vínculos y sus alianzas, hasta de como engaño
a Carlos Salinas de Gortari; discursos políticos llenos de contenido para
beneficio personal de los que le recuerdan, frases cargadas de emociones para
llevarse el aplauso del evento político; persiguen su futuro con los discursos
pronunciados, a veces, suenan como una competencia, que impacten, así escalar
posiciones políticas al amparo de su nombre y de la tragedia, vivir del
presupuesto; con ello el espíritu de Colosio se pierde, se extravía, en estos
laberintos del poder. Incluso los que hablan de él no saben escribir su nombre
ni quien fue, no conocen la historia; no importa la historia en estos tiempos para
hacer carrera política. Por ello, algunos analistas políticos aprecian que el
nombre de Luis Donaldo Colosio ha servido como bandera para explotar y lucrar
políticamente una supuesta relación. Otros, todavía necesitan de su protección
aún de muerto, invocan su espíritu perdido y extraviado, así, sentirse
protegidos. Sus enemigos hablan también de él, demuestra que es un tema
político de actualidad y que la vileza de la política calienta cabeza y crea
situaciones de fiebre, hasta ver fantasmas de noche y se ven por doquier moros
con tranchetes; por ello, se inician ofensiva a desacreditar a todo evento
sobre Colosio, cualquier homenaje, les duele, pero no tienen talento ni
dignidad para llegar a su objetivo. Porque el asesinato de Luis Donaldo Colosio
es una herida social y política abierta que no ha cerrado, lo peor es que puede
pudrir el espíritu perdido de Luis Donaldo Colosio. ¿Que observa Colosio, hoy?
Un PRI unido y un colosismo dividido; observaría con profunda tristeza la risa
de las hienas pronunciar su nombre; la clase política mexicana demuestra que no
quiere cambiar, como un ejemplo claro es la reelección y la centralización del
poder, intentando dejar a un lado el federalismo. Hoy, México es más pobre, más
corrupto. Esto no es un cambio, es un retroceso. Es el espíritu perdido de Luis
Donaldo Colosio Murrieta. Quiero hablarle y decirle al espíritu perdido: Este
tiempo es una pausa indecisa/Oscurece la palabra/La consume, la arrastra/Quiero
hablar contigo/!No en las sombras¡/Mientras te hablo/se desprende la palabra/en
ella te reflejas/en el soplo de letras/solo estas adormecido/ en silencio
flota/tu espíritu extraviado. Señala mi amigo Alfonso Durazo Montaño, el crimen
de Colosio fue fraguado desde el poder. Existen políticos con las manos manchadas
de sangre, por más que se laven las manos estarán sucias. En un discurso pulcro
de mi amigo Adrián Gallardo, Presidente de la Fundación Colosio A.C., rescata
el comentario de Luis Donaldo Colosio Riojas: Luis Donaldo Colosio Murrieta
vive el ser aplicado sus ideales, vivir con sus ideales, respetar su espíritu
democrático. Por lo mismo, escuchamos todavía parte de su discurso pronunciado
el 6 de marzo de 1994, en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México,
es un eco que retumba y marea, que recordó mi amigo Samuel Palma: “Sabemos que
el origen de muchos de nuestros males se encuentra en una excesiva
concentración del poder. Concentración del poder que da lugar a decisiones
equivocadas; al monopolio de iniciativas; a los abusos, a los excesos…” “Reformar
el poder significa un presidencialismo sujeto estrictamente a los límites
constitucionales de su origen republicano y democrático….” “Yo veo un México
con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, de gente
agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de
servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la
arrogancia de las oficinas gubernamentales…” “Es la hora de superar la soberbia
del centralismo, como lo dije en Jalisco; de apoyar decididamente al municipio.
Es la hora de un nuevo Federalismo; es la hora de dotar de mayor poder político
y financiero, a nuestros estados, como lo dije en Tabasco; es la hora de
garantizar plenamente la conservación de nuestros recursos naturales, de nuestro
medio ambiente, de nuestra ecología…¡Es la hora de cerrarle el paso al
influyentismo, a la corrupción y a la impunidad!..” “Reitero que provengo de
una cultura del esfuerzo y no del privilegio. Como mis padres, como mis
abuelos, soy un hombre de trabajo que confía más en los hechos que en las
palabras. Pero por eso mismo, soy un hombre de palabra, un hombre de palabra
que la empeño ahora mismo para comprometerme al cambio que he propuesto: un
cambio con rumbo y con responsabilidad.” “Vamos, amigas y amigos, por la
Presidencia de México; el poder ciudadano a la Presidencia de la República”
(último discurso que pronunció Luis Donald Colosio ante de ser asesinado en
Lomas Taurinas, Tijuana, el 23 de marzo de 1994) Mientras caminaba entre la
multitud sonaban las notas de "La culebra" de la Banda Machos. ¿Quién
asesino a Luis Donaldo Colosio Murrieta? También se ha escrito mucho sobre éste
tema, todo señala que fue una acción concertada, leo una manta en el Monumento
que está en el parque República de Líbanos, en Polanco, el 23 de marzo de 2014:
“Salinas, Zedillo y Camacho responsables del asesinato”. Diana Laura Riojas, no
recibió aún agonizante a Camacho ni a Salinas. Argumenta mi amigo René Avilés
“Alguna vez Cárdenas dijo, en su discurso críptico, que tenían las manos
manchadas de sangre,” por el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta el 23
de marzo de 1994. Francisco Rodríguez, audaz y prestigiado periodista mexicano,
comenta “Sábado 19 de marzo de 1994. Poco antes de las tres de la tarde sonó el
teléfono del domicilio particular de este escribidor. Luis Donaldo Colosio al
otro lado de la línea, reclamándome por qué no me había visto en su gira
proselitista. “Liébano se va –me dijo. A prensa va a llegar un amigo nuestro.
También se van Zedillo y Oscar Espinoza –que eran el coordinador y el tesorero
de la campaña–, porque a mí me gustan las cosas limpias”, “Zedillo y Sáenz le
hicieron tanto daño a él como a México. En más de un sentido, ambos fueron los
grandes beneficiarios de su asesinato. Zedillo fue presidente de México. Sáenz
su vicepresidente virtual.” El espíritu perdido de Luis Donaldo Colosio: busca
a su pueblo que lloro su muerte, aquellos que creyeron en sus palabras
profundas “Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente
agraviada, de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes
deberían de servirla” y el sistema federalista no la concentración del poder.
Otro demócrata que fallece pero de muerte natural, es el líder de España,
Adolfo Suárez a los 81 años. Descanse en paz.
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad
Nacional Autónoma de México. oaristeolopez@gmail.com
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