México, enero del 2014. (Agencia de Noticias RT). La actual tensión en el Estado mexicano de Michoacán no es solo el resultado de un Gobierno ausente,
sino también el producto de una gran involucración con el narcotráfico en ese
territorio de casi todas las esferas de la vida pública.
Así lo expresa en
declaraciones a RT la periodista de investigación Anabel Hernández,
según la cual "no hay nadie que no esté involucrado en el crimen
organizado sea policía, sea político, sea empresario o campesino".
Según la periodista, "estamos hablando de un nivel de crimen organizado terrible", ya que el problema consiste en la complicidad de diferentes niveles del Gobierno con el narcotráfico".
Además, destaca que la guerra que ha ocurrido entre los cárteles durante todo este tiempo ha provocado el ingreso de armamento en México desde todos los frentes porque no hay ningún control en las fronteras.
La tensión continúa en Michoacán, donde hasta el momento las fuerzas federales han logrado tomar el control de la seguridad en los municipios de Apatzingán, Uruapan y Múgica entre otros "lugares estratégicos", donde fueron desarmados los policías municipales.
Por su parte, los grupos civiles de autodefensa que luchan en el lugar contra un cártel del narcotráfico han prometido no actuar a la espera de resultados de las operaciones de las fuerzas federales, pero no van a dejar las armas.
Según la periodista, "estamos hablando de un nivel de crimen organizado terrible", ya que el problema consiste en la complicidad de diferentes niveles del Gobierno con el narcotráfico".
Además, destaca que la guerra que ha ocurrido entre los cárteles durante todo este tiempo ha provocado el ingreso de armamento en México desde todos los frentes porque no hay ningún control en las fronteras.
La tensión continúa en Michoacán, donde hasta el momento las fuerzas federales han logrado tomar el control de la seguridad en los municipios de Apatzingán, Uruapan y Múgica entre otros "lugares estratégicos", donde fueron desarmados los policías municipales.
Por su parte, los grupos civiles de autodefensa que luchan en el lugar contra un cártel del narcotráfico han prometido no actuar a la espera de resultados de las operaciones de las fuerzas federales, pero no van a dejar las armas.
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