Carlos
Navarrete, Chilpancingo, Gro. 03 de junio del 2013 / ANG.- Familiares, amigos e integrantes de
distintas organizaciones irrumpieron violentamente en el Palacio Municipal de
Iguala tras el asesinato de tres líderes de la Unidad Popular (UP), entre ellos
el perredista, Arturo Hernández Cardona, y exigieron juicio político al
alcalde, José Luis Abarca Velázquez a quien responsabilizaron de estos
homicidios.
Con
piedras, palos y tubos quebraron los cristales del Ayuntamiento, luego de la
marcha que realizaron, acompañados de estudiantes de la Normal Rural de
Ayotzinapa, para exigir la presentación con vida de los ocho integrantes de la
UP que desaparecieron el día jueves, cuando tomaron una caseta de cobro en la
Autopista del Sol.
Antes
de comenzar la marcha, los inconformes ya sabían que tres cuerpos fueron
encontrados en la carretera federal México-Acapulco, sin embargo a las 11 de la
mañana que comenzó la movilización aún no se confirmaba la identidad de los
cadáveres.
Ya
para el medio día, cuando la manifestación arribó a la Plaza Cívica las Tres
Garantías, justo donde se encuentra el Ayuntamiento, a través de una llamada
telefónica les confirmaron que los cuerpos pertenecían a los líderes sociales
Ángel Román Ramírez, Rafael Banderas Peralta y el dirigente de la UP, Arturo
Hernández Cardona.
Tras
la noticia, comenzaron a lanzar piedras contra el edificio público, que también
sufrió pintas en las que se leía “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”,
“Abarca ya vete de Guerrero”, “30 de mayo no se olvida”, “Peña Nieto investiga
a José Luis”, “Fuera José Luis Abarca”.
Tras
media hora de agresiones al ayuntamiento, cesaron las pedradas y con ayuda de
una camioneta forzaron uno de los portones que da acceso al interior del
inmueble, sin embargo este no cedió hasta que, entre varias personas, lo
jalaron, una vez adentro no realizaron ningún destrozo y se enfocaron en que
personas ajenas a la movilización no extrajeran nada del edificio.
Bogart
Román Altamirano, hijo de Ángel Román, exigió al gobernador del estado, Ángel
Aguirre Rivero que haga presencia en la ciudad de Iguala para instruir a la
Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) que se investigue de fondo
este hecho y no quede en la impunidad.
Además
solicitó al Congreso de Guerrero que se le realice juicio político al
presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, a quien hacen
responsable de estas tres muertes y de lo que pudiera sucederle a las familias
de los que permanecen desaparecidos.
Amost
Justino Osores Narciso, integrante de la Comisión Política de la Unidad Popular
denunció que al menos cuatro dirigentes de diferentes organizaciones sociales
de Iguala que han participado en las movilizaciones y solicitudes de justicia
han recibido amenazas de muerte vía telefónica.
Indicó
que en los mensajes de textos les advierten que si continúan con este tipo de
acciones “podríamos sufrir las consecuencias”, por lo que también hizo
responsable al primer edil de Iguala de lo que pudiera sucederle a ellos y sus
familiares.
Reiteraron
también la presunta responsabilidad de Abarca Velázquez en el asesinato de
Justino Carvajal Salgado, primer síndico de Iguala y sobrino del ex
alcalde de Acapulco, Félix Salgado Macedonio, de quien, hasta el momento, se
desconoce el móvil del crimen.
Advirtieron
que si los autores materiales e intelectuales de este crimen no son detenidos
las manifestaciones continuarán y con mayor agresividad, por lo que urgieron la
intervención del gobierno del estado y la federación.
Durante
la marcha, personas que iban cubiertas del rostro rayaron con aerosol
sucursales bancarias y casas de empeño, además intercambiaron golpes con
trabajadores de Elektra quienes los encararon luego de que pintaran los
cristales de esta empresa, sin embargo al verse superados en número los
empleados de esta línea comercial se resguardaron en el establecimiento.
Muchos
negocios al percatarse de la manifestación y de las pintas que estaban
realizando en varios locales, determinaron cerrar sus puertas para evitar ser
agredidos, incluso hubo personas que corrían por las calles para evitar toparse
con la marcha.
Durante
estas acciones violentas en la ciudad de Iguala, no se observó la presencia de
ningún elemento de la Policía Municipal o Estatal, y sólo un helicóptero de las
fuerzas federales estuvo sobrevolando la zona, mientras tanto el presidente
municipal no ha dado una postura en relación a estos hechos y las acusaciones
que las organizaciones le realizaron (ANG).
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