Miranda
Aguilera/NOTYMAS
Chilpancingo,
Gro., abril de 2012 (NOTYMAS). Porque los programas federales y estatales no sean convertidos en
clientelismo político por parte de los candidatos del Partido de la Revolución
Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN), se pronunció Víctor Hugo Soto,
dirigente municipal del Partido Evolucionario Institucional (PRI) en
Chilpancingo.
Al recordar que el
PRI en estos momentos es un partido de oposición tanto a nivel estatal como
federal, en los que el gobierno por un lado es el PRD y por otro el PAN, el
dirigente municipal priísta, hizo un llamado tanto a los candidatos de ambos
partidos ni de los gobernantes en turno, a no convertir los programas sociales
que ambos manejan en clientelismo electoral.
Y aunque hasta el
momento no han detectado algún manejo irregular de estos programas reconoció
Soto Díaz, dijo que los priístas están en una vigilancia constante de los
funcionarios y servidores públicos, por lo que en cuanto detecten alguna
irregularidad o ilegalidad, lo denunciaran de manera inmediata.
Recordó que en
procesos anteriores, tanto el gobierno federal como estatal en turno, durante
los procesos electorales han echado a andar las maquinarias gubernamentales
para favorecer con los programas sociales y recursos públicos a los candidatos
de sus respectivos partidos, de ahí este llamado a evitar este mal uso de los
programas sociales.
Concretamente señaló
al PAN de manejar por debajo de la mesa estos apoyos, principalmente en
aquellos estados en los que tienen poca presencia como Guerrero, donde señaló,
hay una presencia escasa de panistas, prácticas con las que indicó, podrían
hacer un gran daño no solo a los gobiernos o los candidatos, sino a la
democracia en general en la entidad.
En ese sentido, el
dirigente priísta en Chilpancingo, conminó a la ciudadanía en general y los
propios militantes, simpatizantes y hasta candidatos del Revolucionario
Institucional, a estar atentos de la actuación de los funcionarios y servidores
públicos tanto federales como estatales y evitar por un lado, el manoseo de los
programas sociales, el desvío de recursos públicos y el enrarecimiento del
propio proceso electoral. (NOTYMAS)
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