Rosario
García Orozco/NOTYMAS
Chilpancingo, Gro., abril 17 de 2017
(NOTYMAS).- El alcalde de Alcozauca, Nicolás Diego Herrera confirmó que estuvo
secuestrado durante dos días, y que fue liberado sin que se pagara rescate
alguno, solo por la presión que hicieron autoridades estatales y federales al
desplegar un operativo en la región para su localización.
FUE POR
ERROR, NI SIQUIERA SABÍAN QUIÉN ERA YO
Notablemente
nervioso, con voz quebrada y con lágrimas a flor de piel, el alcalde Montañez
compartió en conferencia de prensa que fue liberado sin que su familia tuviera
que pagar rescate y que sus agresores cuidaron mucho de él, no lo golpearon, y se
mostraron nerviosos y atemorizados por el despliegue de corporaciones
policíacas que percibieron una vez que trascendió el plagio, incluso se habló
de sobrevuelos de aeronaves en Iguala, Tepecoacuilco y Huitzuco.
El pasado
viernes alrededor de las 09:00 horas el alcalde Diego Herrera se dirigía de
Tepecoacuilco hacia Olinalá, junto con su esposa y sus tres hijas, a bordo de
una camioneta Xtrail.
El primer
edil de Alcozauca circulaba por la carretera interestatal que comunica a la
zona Norte con la Montaña, en el tramo que va de Copalillo hacia Olinalá porque
tenía una invitación del alcalde de dicho lugar, Saúl Apreza Patrón, para
asistir a la festividad por la Semana Mayor.
Antes de
llegar a Papalutla, municipio de Copalillo, de la orilla de la carretera
salieron dos hombres armados, los que explicó; vestían de negro, tenían el rostro cubierto con pasamontañas y dispararon al
aire un arma larga y una corta, para obligarlo a detener el vehículo.
A su
esposa e hijas las obligaron a bajar del auto y solo se lo llevaron a él con
todo y la unidad. "Yo no he querido traer escoltas, porque de por si son
pocos los policías preventivos", -unos 40 para las 22 comunidades y la
cabecera municipal-, dijo el presidente que a su esposa y tres hijas los
delincuentes las amagaron para obligarlas a bajar, mientras que a él se lo llevaron
por la fuerza con todo y camioneta.
Mencionó
que sus captores "se subieron a la parte de atrás, me dijeron que no
volteara a verlos y movieron el espejo retrovisor y dos curvas adelante me
preguntaron quiénes eran las personas a las que habíamos dejado, tuve que
decirles que eran mi familia”.
Siguió
con el relato: "Me obligaron a seguir de frente, subimos un cerro y llegamos a un crucero de
terracería, doblamos hacia la izquierda y al avanzar como 300 metros me
ordenaron que detuviera el vehículo, hasta entonces me pasaron a la parte de
atrás y me cubrieron la cara con la gorra de una sudadera, de esas que tienen
cordón, y hasta sentía que me ahogaba".
Más
adelante, los plagiarios lo metieron a una casa de seguridad, al paso de las
horas, empezaron a ponerse nerviosos los delincuentes, quienes se hablaban en
voz baja entre ellos; el alcalde refiere que no les había dicho que era
alcalde, porque ellos solo preguntaron a qué se dedicaba, y les contestó que
era transportista.
Lo
empezaron cuestionar del por qué había tanta movilización de policías en la
zona, "ya pasaron tres veces", se decían entre ellos.
Cuando
revisaron sus pertenencias encontraron la credencial de alcalde, "me
agarraron por error, ni siquiera sabían quién era yo".
LO
LIBERARON POR LA MOVILIZACIÓN DE LAS AUTORIDADES
El edil
dice que, si bien es cierto, los secuestradores no lo golpearon ni lo
agredieron, "tampoco me dieron de comer, solo dos tostaditas con
atún", durante los dos días que tardó su plagio.
Explicó
que debido al nerviosismo de los delincuentes por la movilización policiaca,
éstos decidieron liberarlo en un camino de terracería y en su mismo vehículo;
solo se llevaron el efectivo que el alcalde tenía a la mano.
Relató
que lo dejaron en las cercanías de Temalacatzingo, municipio de Olinalá "y
manejé hasta llegar a Tlapa, ya era la madrugada del domingo 16 de abril”.
Dijo que
su esposa le contó que el propio gobernador Héctor Astudillo se comunicó con
ella para tranquilizarla y decirle que su gobierno haría todo lo posible para
que fuera liberado; y así debió ser, dijo el presidente de Alcozauca, porque se
oía mucho movimiento de patrullas.
MI VIDA
CAMBIÓ
-¿Cómo se
siente ahora? Se le cuestionó; "Siento que mi vida cambió y ahora valoro
cosas en las que no pensaba; le doy gracias a Dios".
Dijo que
a pesar de lo sucedido no va a traer seguridad personal, "si me quieren o
me pueden poner seguridad yo preferiría que me dieran más patrullas para la
seguridad de las comunidades", concluyó.