Chilpancingo,
Gro., enero 11 de 2015 (IRZA).- El obispo de la Diócesis
Chilpancingo-Chilapa, Alejo Zavala Castro, dijo que la iglesia católica recibió
este 2015 con preocupación por la ola de violencia e inseguridad que persiste en
Guerrero.
Y comentó que la
delincuencia amenaza y extorsiona vía telefónica a los sacerdotes de la
Diócesis que él encabeza.
Dio a conocer que el pasado
lunes, los tres obispos y el arzobispo de Acapulco tuvieron una reunión con el
fiscal general, Miguel Ángel Godínez, pero se negó a revelar los pormenores del
encuentro.
La reunión se dio recientemente luego de
que hace varias semanas, fue asesinado el sacerdote de Pungarabato (Altamirano),
Gregorio López.
Entrevistado en la curia
diocesana de esta capital, Alejo reconoció que la preocupación de la iglesia
católica por la inseguridad aumentó en las últimas semanas a raíz de los
asesinatos de los sacerdotes, Gregorio López y Jhon Ssenyondo.
Sobre el caso del sacerdote
ugandés, Jhon Ssenyondo, el obispo señaló que hasta el momento la Fiscalía no
les ha proporcionado ningún informe sobre el avance de las investigaciones.
El ugandés, fue levantado
por un grupo de individuos armados después de oficiar una misa en la comunidad
de Santa Cruz del municipio de Chilapa.
En octubre, seis meses
después, su cuerpo apareció junto con otros 12 cadáveres en una fosa
clandestina localizada en un cerro de la comunidad de Ocotitlán, del municipio
de Zitlala.
Hasta el momento, la
Fiscalía de Guerrero no ha informado qué líneas de investigación sigue para
esclarecer el caso.
El obispo Alejo Zavala, dijo
que a casi tres meses de que el cuerpo del sacerdote fue encontrado en una
fosa, sus restos aún no han sido trasladados a su país de origen. “Los trámites
del traslado los está llevando la Fiscalía”, dijo.
Alejo, señaló que en su
homilía que realizó este fin de año en la catedral de La Asunción, en esta
capital, dio un mensaje de paz y de prosperidad pero también en exigencia de
que en este 2015, las autoridades cumplan con su deber de garantizar seguridad
a todos los guerrerenses.
“La seguridad debe ser para
todos, no solamente para un sector”, refirió. El obispo afirmó que pese a que
han estado recibiendo amenazas de secuestro y de extorsión, no van a solicitar
que el gobierno les proporcione seguridad.
“Lo que debe hacer el
gobierno es brindar seguridad a todos los ciudadanos como es su obligación y
eso no lo vemos”, criticó el prelado.