Por:
Luis García Arteaga.
Acapulxo. Gro. Junio del 2014. (sintesisdeguerrero.com).- La
inundación reciente de la costera Miguel Alemán, no es nuevo en Acapulco. Viejos acapulqueños hicieron ver que
fue por culpa de la urbanización en la década de 1950 que muchas zonas del
Acapulco moderno se inundan antes, durante y después de la temporada de
lluvias.
Las inundaciones, dijeron,
no es nada nuevo. En la última década del siglo 17 un tsunami cubrió con agua
de mar hasta lo que hoy es la catedral, en la Plaza Juan N. Álvarez. La primera
década del 1900 hubo otra inundación. Y eso que Acapulco nomás era lo que
actualmente son los barrios históricos.
Recordaron que el boom
inmobiliario de Acapulco en la década de 1950 fue la génesis de la ciudad que hoy
conocemos. Impulsado por el presidente Miguel Alemán el desarrollo habitacional
y de negocios abandonó su crecimiento hacia Pie de la Cuesta y comenzó hacia
Costa Azul, Puerto Marqués y el aeropuerto, a través de los pantanales.
El Ejido de El Progreso,
entre pantanales, fue el límite ulterior. El centro de la ciudad llegaba a la
gasolinera Modelo. Desde ahí, por la calle Aquiles Serdán y lo que fue el
Puente Alto, se localizó la Zona Roja. Hasta ahí llegaba la ciudad. El resto
fueron pantanos.
Acusaron al presidente
Alemán de cambiar el uso de suelo de producción agrícola a habitacional, partir
del ejido El Progreso hasta el aeropuerto, para luego traer inmobiliarias que
inventaron colonias caras como Costa Azul o Las Brisas. “Los amigos del
Presidente se hicieron millonarios con la venta de lotes que fueron pantanos y
hoy son caros fraccionamientos.”, dijeron.
Lo que ahora dicen que es la
mar de fondo es un proceso que sucede de siempre en esa zona. El centro de la
ciudad jamás se inunda con esos fenómenos ni con los huracanes. Los efectos de
las lluvias se sienten donde Alemán cambio el uso de suelo. “Todo eso fue
pantano”, argumentaron.
Pero, más grave, los viejos
acapulqueños sostienen que la avaricia de las inmobiliarias, traídas de fuera,
fueron causa de la construcción de hoteles sobre la playa. “Ahí está lo que fue
el hotel Continental, que es donde se mete el mar; o el hotel Elcano, que
recientemente sufrió de la inundación de su alberca. Puro influyente,”
agregaron.
Están seguros que todas las
construcciones ubicadas sobre la playa, y la misma costera construida en
terrenos ganados al mar, se verán afectadas cada vez con más fuerza pues “con
la naturaleza no se juega. Ella recupera lo que es suyo. Ya ve, en el centro no
pasa eso”, argumentaron.