Chilpancingo, Gro.,
junio 25 de 2014 (IRZA).- En San Miguel Totolapan, municipio de la región
Tierra Caliente, hay por lo menos seis comunidades cuyas familias se han
desplazado a otros puntos del Estado por la imparable violencia, admitió el
alcalde Saúl Beltrán Orozco.
Sin embargo, aseguró
que esas personas ya pueden regresar porque hay condiciones de seguridad debido
a la presencia del Ejército, la Marina y la Fuerza Estatal, quienes por lo menos se
quedarán en ese municipio tres meses.
En entrevista durante
la inauguración de un curso de capacitación que impartió la Auditoría General
del Estado (AGE), admitió que los habitantes de esas comunidades tuvieron que
dejar sus casas por miedo a los integrantes del crimen organizado, que cobran
cuotas y que les infunden miedo, “se siembra el pánico y la gente se sale sin
saber ni para donde darle”.
Dijo que las personas
de los pueblos de Santa María Sur y El Barroso, que están refugiadas en
albergues en Chilpancingo pueden regresar a San Miguel.
Porque “ellos se van
ubicando y acomodando en otros lugares, ya cuando tienen comunicación entre
ellos, es la mayoría la que determina pedir ayuda al gobierno estatal, aunque
en el municipio no se les ha negado”.
Además de Santa María
El Sur y El Barroso, San Gregorio, Pericotepec, parte de Las Tunas y Linda
Vista son pueblos afectados que colindan con Ajuchitlán del Progreso y
Tlacotepec (Heliodoro Castillo).
Enfatizó que la
Marina y el Ejército están resguardando la zona, y con ello pretende
convencerlos de que regresen a sus comunidades, retomen su vida normal y se
sientan seguros, aunque los desplazados hayan declarado que reciben amenazas
directas y tienen miedo de volver, aunque haya presencia policial.
“Ahorita ya hay
condiciones y se les dará toda la confianza para que regresen a sus
actividades”, señaló.
Las
familias desplazadas cumplieron varios días en Chilpancingo, en un primero
momento estaban en las instalaciones del Instituto del Deporte de Guerrero
(Indeg), pero después fueron trasladados por el gobierno del Estado a otro
lugar, por motivos de seguridad, ellos no quieren que se sepa en dónde están
viviendo, mientras se les reubica.