* A través de tecnología molecular bloquean
gen relacionado con la proliferación de células cancerígenas
Acapulco. Gro. 17 de enero del 2014. (NOTYMAS).–
Un grupo de investigadores del Hospital
General de México, de la Secretaría de Salud, la Facultad de Medicina y el
Instituto de Fisiología Celular de la UNAM identificaron un blanco terapéutico
para el cáncer del cuello uterino: el gen CDKN3.
La investigación realizada a nivel de
laboratorio señala que cuando bloquean este gen, en células cancerosas en
cultivo, disminuye drásticamente la proliferación neoplásica.
El doctor Jaime Berumen Campos, quien
coordina la investigación dijo que ese gen fue bloqueado por medio de un
"siRNA", una técnica molecular que se aplicó en varias cepas de
células de cáncer de cérvix logrando que fueran incapaces de proliferar, y
confirmaron que los tumores en ratones dejaban de crecer.
Para lograr esto, los investigadores
analizaron inicialmente ocho mil 638 genes en 43 muestras de cáncer cervical,
identificando a seis genes sospechosos de hacer crecer el cáncer de
cérvix.
Uno de esos genes es CDKN3, que al parecer
es el más importante, ya que su actividad se encontró muy elevada en la mayoría
de los cánceres explorados.
Posteriormente se estudió la evolución
clínica de 42 pacientes durante cinco años, y se encontró que cuando CDKN3 está
muy activo, las pacientes tienen una corta supervivencia, explicó Berumen
Campos, quien por esta investigación ganó el Premio de Investigación Médica
“Dr. Jorge Rosenkranz” 2013, en el área clínica.
“El 70 por ciento de las que tenían una
actividad elevada de éste gen, murieron antes de dos años de haber iniciado la
afección, mientras que sólo el 15 por ciento de las que tuvieron una baja
actividad de ese marcador fallecieron en el periodo de estudio”.
Los experimentos en las células en cultivo
y las observaciones en las mujeres con cáncer, indican que este gen está ligado
a la agresividad y crecimiento maligno del tumor.
Además, los hallazgos indican que este gen
sería un buen blanco terapéutico, es decir, que anulando su función
primaria (promover la proliferación celular), sería posible disminuir el
crecimiento de los tumores en mujeres.
El cáncer cervical se trata con cirugía, quimioterapia,
radioterapia o la combinación de éstas, según la etapa clínica.
El éxito y la supervivencia disminuyen a
medida que la enfermedad avanza.
El porcentaje de las que sobreviven cinco años se reduce
del 93 por ciento en el primer estadio, al 15 por ciento en el cuarto.
En contraste con otros tipos de cáncer,
para los que existen fármacos contra blancos moleculares específicos, éstos no
se han desarrollado para el cervical.
Finalmente el doctor Berumen dijo que esta
metodología encontrada aún requiere del estudio clínico y su validación, pero
los resultados preliminares son prometedores y será una herramienta importante
para que los médicos puedan identificar las mujeres con cáncer de cérvix que
tienen un alto riesgo de morir antes de 2 años y que requieren un tratamiento
médico más intenso. (NOTYMAS)