Carlos Navarrete,
Chilpancingo, Gro. 28 de mayo del 2013 / ANG.- Ejidatarios de la
comunidad de San Miguel, perteneciente al municipio de Chilpancingo,
advirtieron que si los 300 habitantes del poblado de Río Verde no abandonan por
voluntad propia las 784 hectáreas que mantienen invadidas, los desalojarán por
la fuerza, por lo que la amenaza de que se desate un enfrentamiento es latente.
En conferencia de
prensa, ejidatarios de San Miguel dieron a conocer que el Tribunal Unitario
Agrario falló a su favor en el juicio que inició hace algunos meses por la disputa
de estas tierras que lleva más de 30 años, por lo que exigieron a sus vecinos
de Río Verde respetar esta determinación.
El apoderado legal
del ejido de San Miguel, Crescencio Almazán Tolentino, explicó que el Tribunal
Agrario concluyó que estas 784 hectáreas les pertenecen, sin embargo, gracias
al amparo que tramitó la otra parte involucrada, la ejecución de la sentencia,
en la que se solicita el desalojo de los invasores, no puede proceder.
Por esta razón
aseguró que se mostrarán tolerantes, por lo menos hasta que se resuelva el
juicio de amparo que tramitaron los de Río Verde, diligencia que durará entre
30 y 80 días.
Indicó que ellos
presentaron la denuncia correspondiente ante el Tribunal Unitario Agrario por
la invasión de sus tierras con la intención de evitar un conato de violencia
como los que se han registrado a los largo de estos 30 años, en los que han
resultado varias personas muertas.
Por su parte,
Gilberto Bahena Giles, Comisariado Ejidal de San Miguel, advirtió que si los
ejidatarios de Río Verde no respetan el resultado del juicio, procederán a
desalojarlos por la fuerza.
En cuanto a la
propuesta de los representantes legales de la comunidad vecina, de que
solicitarán la intervención del gobierno federal para que aporten un recurso económico
y pagarle a los demandantes el costo total de esas hectáreas, externó que sus
tierras no están en venta.
“Estas tierras no
tienen signo de pesos, nosotros queremos las tierras, las queremos para
trabajar, tenemos ejidatarios que no tienen tierras en la comunidad así que
esas hectáreas las necesitamos, legalmente nos pertenecen”.
Dijo que no aceptarán
ningún tipo de negociación con los ejidatarios de Río Verde y su única
exigencia es que abandonen su territorio, por lo que solicitaron la intervención
de las autoridades del gobierno del estado para que colaboren y el desalojo se
lleve a cabo de manera pacífica.
Bahena Giles mencionó
que anteriormente ya habían intentado negociar con la parte demandada, pero
estos no mostraban interés en solucionar la problemática, lo que los obligó a
presentar la denuncia
ante el Tribunal Agrario, para resolver el conflicto por las vías legales
correspondientes.
Señaló que a pesar de
que el problema tiene ya varias décadas de haber comenzado, las autoridades gubernamentales
tanto del municipio como del gobierno estatal se han mostrado desinteresadas.
Advirtieron que
respetarán los tiempos del Tribunal para que resuelvan el amparo, sin embargo,
cuando se pueda ejecutar la sentencia procederán al desalojo, en un primer
momento por la vía pacífica, pero de ser necesario usarán la fuerza, aunque
esto derive en un enfrentamiento.
San Miguel y Río
Verde se encuentran a dos horas y media de la capital guerrerense, en la zona
de los Pueblos Santos, el primero tiene una extensión de 12 mil hectáreas y el
segundo apenas cuenta con 4 mil 754, y sus habitantes se dedican a labores de
campo y ganadería (ANG).