Fabián Ortiz. Tixtla.
Mayo 24 del 2013 / ANG.- El regidor de Desarrollo Rural del ayuntamiento de
Tixtla, Gabriel Iglesias Flores, acusó al alcalde de Tixtla, Gustavo
Alcaráz Abarca, del desabasto de fertilizante y un desfalco de quince millones
de pesos “inflando” facturas.
Iglesias
Flores dijo que el desarrollo rural en Tixtla se encuentra sumergido en una
grave crisis que afecta a cientos de campesinos por la falta de apoyos
económicos para la siembra y la reactivación de este sector tan importante en
la zona; por lo que pidió actuar contra el presidente municipal.
Destacó
que “este problema se ha venido heredando desde la administración del alcalde
José Luis Campos Espíritu, quien hacía lo mismo, cada año inflaba la
facturación del pago del fertilizante y ese era su modus vivendi, pero resulta
que Gustavo Alcaráz heredó estas estrategias fraudulentas, pero a él si ya lo
tenemos denunciado ante las autoridades correspondientes”, advirtió.
El
funcionario municipal explicó que desde que el actual alcalde tomó las riendas
del ayuntamiento no se ha prestado a hablar sobre los problemas del campo,
“nosotros tenemos la visión de reactivar la actividad en las zonas rurales,
pero sin el apoyo del cabildo y con bloqueos y malos manejos financieros del
presidente municipal, pues la crisis en el campo tixtleco seguramente va a
tocar fondo.”
Agregó
que “ante esta situación y las puertas cerradas por parte del alcalde a la
actividad en el campo, se nos hace prioritario buscar la ayuda y el apoyo del
gobierno del estado, así como a la Contraloría y al propio titular de
Desarrollo Rural, Humberto Zapata Añorve, para que nos echen la mano con el
asunto del fertilizante, ya que aquí en Tixtla, se ha convertido en un
verdadero negocio privado a través del cual el presidente municipal ha
desviado, hasta el momento 15 millones de pesos y a pesar de que ya hay
denuncia formal en su contra, ninguna autoridad actúa contra él”.
Es
necesario, dijo, cambiar las estrategias y las formas de abonar al campo, para
reactivarlo, dado que actualmente está en una severa crisis y tiende a
convertirse en situación caótica, en perjuicio de poco más de 600 campesinos de
las distintas comunidades de esta región, incluidas Acatempa, Atliaca y muchos
lugares de Tixtla (ANG).