Con más de 32 años dedicados a la investigación agrícola, el doctor Alejandro Espinosa Calderón, científico del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), es uno de los genetistas más destacados del país; sus estudios han permitido generar alrededor de 30 nuevas variedades de maíz que se adaptan a las diferentes condiciones ambientales de México.
En entrevista, el investigador puntualizó que la genética en el sector agrícola contribuye a solventar las condiciones limitativas de climas cálidos o fríos en los cultivos del grano, lo que abre una gama de oportunidades para hacer frente al cambio climático.
Es por ello que durante su experiencia de 32 años ha participado en el desarrollo de más de 30 variedades mejoradas de maíz, de un total de 260 que ha ofrecido el INIFAP, destinadas a las más diversas regiones de México.
Espinosa Calderón comentó que ha tenido la fortuna de desarrollar variedades para las zonas más altas del país, las cuales alcanzan casi 3 mil metros sobre el nivel del mar, como el estado de México, Puebla o Hidalgo, hasta entidades con climas más cálidos.
Sobre las oportunidades que ha tenido alrededor de su trayectoria, mencionó que impulsó un par de híbridos de maíz que son los más utilizados en las parcelas del estado de México: el H-50 y H-48, ampliamente distribuidos por más de 20 microempresas de semillas y sembrados por miles de agricultores de maíz.
También formó parte del grupo de investigación que desarrolló el híbrido H-51 AE, el primer grano en su clase originado en el país por el INIFAP que facilita la producción de su semilla.
El doctor en genética, egresado del Colegio de Postgraduados, explicó que el método implementado para generar estos híbridos es denominado “mejoramiento genético clásico”, que consiste en cruzar progenitores previamente seleccionados a fin de combinar las características de ambos.
Así, luego de varios años de evaluar la cosecha, “desechamos las plantas que presenten enfermedades o alguna malformación para identificar y elegir aquellas con singularidades sobresalientes, con mejor adaptación a las condiciones requeridas en cada parcela, el manejo y el ambiente del productor”, detalló el especialista.
El experto recordó que en la mejora del maíz han participado alrededor de 330 generaciones de mexicanos, mediante lo que se denomina “mejoramiento autóctono”.
“Este cultivo es el grano más importante para la humanidad por el volumen de 790 millones de toneladas que se cosechan anualmente”, expresó Espinosa Calderón.
Según el ingeniero agrónomo, México puede ser autosuficiente con sus variedades nacionales; ello dependerá del apoyo otorgado a la investigación y producción de semillas, así como a las asesorías técnicas, además del empleo de otras técnicas para mejorar el maíz y con ello evitar el desarrollo de transgénicos.
Al cuestionarlo sobre los problemas del cambio climático, dijo que las autoridades mexicanas desconocen los efectos severos que puede tener México ante los incrementos de temperatura, por lo que de no tomar las medidas de prevención adecuadas en la cosecha de maíz, el grano podrá reducir su ciclo y rendir menos.
Antes de concluir la conversación, reiteró que el maíz es una fuente importante de alimentación, pues cuenta con 69 por ciento de carbohidratos y presenta más del 10 por ciento de proteínas, además de tener aminoácidos, como la lisina y el triptófano, esenciales para la dieta de los seres humanos.
“Estos nutrientes son fundamentales para disminuir los niveles de desnutrición en México, en donde existen alrededor de 18 millones de mexicanos con problemas de desnutrición severa y al menos otros 12 millones con desnutrición moderada”, agregó el experto.
Cabe destacar que debido a los logros del científico mexicano, fue merecedor del Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2009, un galardón otorgado por el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología. (Agencia ID)